Giovanni I de Ventimiglia

Giovanni I de Ventimiglia
Información personal
Nacimiento 1383 Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 1475 Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura chiesa di San Francesco (it) Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Enrico II de Ventimiglia Ver y modificar los datos en Wikidata
Bartolomea d'Aragona Ver y modificar los datos en Wikidata
Hijos
Información profesional
Ocupación Condottiero y político Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados Virrey de Sicilia Ver y modificar los datos en Wikidata
Escudo de armas de la casa de Ventimiglia.
Escudo de armas del marqués de Irache: casa de Ventimiglia combinado con la casa de Altavilla, desde 1433.[1]
Casa de Prades, actualmente integrada en la casa de Medinaceli.
Casa de Moncada durante el Virreinato de Sicilia, actualmente integrada en la casa de Medinaceli.

Giovanni I de Ventimiglia Aragón (1383 - 1475) fue hijo de Enrico II de Ventimiglia y de Bartolomea d’Aragona Palizzi,[2]​ hija de Bartolomeo d'Aragona[3]​ (descendiente del infante Sancho de Aragón y Castilla[4]​), conde de Cammarata y barón de Militello y de su esposa, Macalda Palizzi, señora de Cammarata.[5]​ Por sus hazañas fue llamado "il Grand Signore".[6]

Títulos[editar]

Biografía[editar]

Giovanni, hijo de Enrico II de Ventimiglia y de Bartolomea d’Aragona, nace presumiblemente en el año 1383. Sucedió a su padre en el condado de Geraci en 1398 y dos años más tarde debió empuñar las armas contra su padrino y tutor, que había abusado de su cometido en beneficio propio. Con ayuda de algunos fieles, logró recuperar lo que le pertenecía así como expulsar de sus dominios a su padrino-tutor.

Asignado por el soberano un nuevo tutor, Jaime de Prades, influyente personaje en la corte de Martino I de Sicilia, afianzó su posición que se consolidó aún más con su fidelidad a la corona cuando su tío Antonio, conde de Collesano, fue arrestado en 1408 por rebelión. Cuando murió en 1415, le dejó en herencia las baronías de Gratteri y Caronia, San Mauro y Pollina, más el feudo de Fisauli.

Desde aquel año pasó a ser el cabeza de la casa de Ventimiglia en Sicilia, ya que el primogénito de su tío Antonio había sido desheredado por su propio padre. Y como jefe de la casa de Ventimiglia fue considerado por el propio rey Fernando I de Aragón cuando autorizó el matrimonio concertado por Giovanni I entre su prima Constanza de Ventimiglia, hija y heredera universal de su tío Antonio, con Gilberto Centellas. Dicho enlace fue dotado con las baronías de Gratteri y Caronia.

El XV conde de Geraci (aún no marqués), con 14 años sirvió a su rey Martín el Joven en la pacificación de varias revueltas de algunos barones locales, y con 24 años fue el capitán general de las tropas del mismo rey para la conquista de Cerdeña.[14]

Desde el inicio de su vida pública se distinguió por su constante adhesión a la corona. En primer lugar apoyó a la joven Blanca en su cometido de virreina (esposa viuda de Martín el joven) durante la larga lucha que sostuvo con el poderoso conde de Módica y justiciero mayor del reino Bernardo de Cabrera, ya que ésta no había tenido investidura directa del rey. Martín el joven, tras su inesperada muerte sin descendencia el 25 de julio de 1409, dejó el trono siciliano a su padre Martino I de Aragón, pero 10 meses más tarde, el 31 de mayo de 1410) murió este mismo, también sin más descendencia. Hubo entonces un período de importantes desórdenes dinásticos: la corona de Aragón quedaba vacante.[15][16]

En 1430, después de la ocupación de Malta por los sarracenos, fue investido virrey de Sicilia, expresamente encargado de la defensa de la isla y dotado de prerrogativas inusuales: se puso en sus manos todo el peso de la jurisdicción militar, civil y criminal. Ese mismo año, el rey Alfonso V de Aragón el Magnánimo le concede (para él y sus sucesores) el ejercicio del Diritto di merum et mixtum inperium[17]​ en sus feudos de Geraci, San Mauro, Gangi, Castelbuono, Tusa, Pollina, Castel di Lucio, Tusa Sottana, Ciminna e Termini.

Ese mismo año, habiendo sido nombrado virrey de Sicilia por Alfonso el magnánimo, fue retado en duelo por Fadrique de Aragón,[10]​ conde de Luna, hijo ilegítimo de Martín el joven, que pretendió el trono de Sicilia ante la ruptura dinástica que produjo la muerte sin sucesión legítima de su padre y más tarde de su abuelo Martín I de Aragón, y que acabó desembocando en el compromiso de Caspe para designar un nuevo rey para la corona de Aragón. Fadrique de Aragón también fue uno de los candidatos en dicho compromiso de Caspe.

En 1433 recibió del rey Alfonso[18]​ la renta de 2000 ducados anuales a cuenta de los impuestos recaudados por la ciudad de Nápoles. En ese mismo año, obtuvo del mismo rey autorización para modficar el blasón de su casa,[19]​ incluyendo los dos cuarterones con las armas de los Altavilla, sus ancestros normandos, reyes de Sicilia.

En los inicios de 1436,[20]Alfonso elevó a marquesado el condado de Geraci, pero con cambio de denominación a Irache. Era esta la primera investidura de un título superior al de conde en Sicilia, y con este nombramiento Giovanni de Ventimiglia se puso por derecho a la cabeza del brazo militar del parlamento de Sicilia.

El 8 de abril de 1455 es nombrado papa Calixto III, y el 28 de ese mismo mes[21]​ se presenta Giovanni de Ventimiglia[22]​ como embajador del rey Alfonso V.[23]​ A continuación, el 15 de Julio, y por este mismo papa, Giovanni fue nombrado General de la Iglesia romana.[24][25]

El 29 de mayo de 1460 tuvo un papel principal en la conspiración de Marino Marzano, duque de Sessa y príncipe de Rossano. Este era uno de los principales barones del Reino y cuñado del Rey,[26]​ y había apoyado la rebelión contra el rey, facilitando el desembarco de los angevinos en sus tierras, lo cual provocó que el monarca le despojara de sus tierras. En estas circunstancias Marino Marzano, a través de Gregorio Coreglia, hizo llegar al Rey su deseo de reconciliarse recordando los grandes servicios de su familia a Alfonso V y la relación familiar entre ellos, y para hacer efectiva esta nueva unión se pactó una reunión en la localidad de Torricella (29 de mayo de 1460). El rey se presentó acompañado de Giovanni I de Ventimiglia, marqués de Irache, y de Gregorio Coreglia. Marino Marzano lo hizo con los caballeros Deifobo dell'Anguillara y Giacomo da Montagano. Aprovechando esta circunstancia, Anguillara intentó matar al rey con un puñal envenenado, pero Ferrante se defendió espada en mano y puso en fuga al asesino y a Marino Marzano.[27]

El 16 de enero de 1464 el virrey Requesens lo citó a un parlamento de Messina, que se celebraría el 8 de febrero del mismo año, a pesar de su avanzada edad y reducida movilidad, pero no llegó a celebrarse por causa de la muerte del conde-marqués.[28]

A comienzos de 1467 sufrió una larga y penosa enfermedad, pues el 12 de julio de ese mismo año el rey Fernando le escribió una carta interesánsose por su salud, así como reconociéndole sus méritos ante la corona.[29]

En varias ocasiones fue nombrado embajador por su rey.[30]

Pasó sus últimos años de vida en el castillo de Castelbuono. Posiblemente no todos estos años fueron felices debido tanto a las enfermedades[31]​ propias de su edad como a sus permanentes desencuentros con su primogénito Antonio, motivo por el cual no fue su heredero universal: a su nieto Giovanni Guglielmo de Ventimiglia, barón de Cimina, le dejó también en herencia la baronía de Sperlinga.

Testó ante el notario Andrea Perdicoro di Polizzi el 20 de marzo de 1473, creando un fideicomiso con todos sus feudos, y con exclusión total de sus hijas, a las que compensaría con importantes dotes en metálico. Dicho fideicomiso fue confirmado por el rey Ferrante, con privilegios del 25 de noviembre de 1497 y 13 de octubre de 1500, y ejecutado en Palermo a 4 de marzo de 1502.[32]

También dejó en su testamento la donación de 10.000 florines a la Iglesia de San Francesco en Castelbuono, para la construcción de una gran capilla de planta octogonal y dedicada a San Antonio de Padua, que debería servir de mausoleo de la familia, dando acogida a los restos mortales, los suyos en primer lugar, aunque ya estuviese enterrado en otro sitio.[33]

Servicio de armas[editar]

Con solo 24 años de edad, acompañó a su rey Martín el joven en la campaña de la conquista de Cerdeña. Cuando murió Martín el joven en 1409, Giovanni I regresó a Sicilia, protegiendo en todo momento a la regente Blanca contra la facción del conde de Módica, que querían despojar a la corona de Aragón.[34]

El joven conde de Geraci apoyó desde sus inicios la causa del rey Fernando I de Aragón en su sucesión al trono de Aragón el 28 de junio de 1412, en el llamado Compromiso de Caspe, así como el consiguiente establecimiento de su nueva línea dinástica.[14]

En 1420 el conde se halló en Córcega con el séquito del rey Alfonso V de Aragón el Magnánimo, aportando numerosas tropas mantenidas a expensas de su propio patrimonio personal. Tomó Calvo y asedió la capital, San Bonifacio.[35]​ y el año siguiente en Campania, donde el soberano, nombrado heredero por la reina Juana II de Nápoles, acudió en su auxilio conta los anjiovinos.

En octubre de 1421 estuvo en el asedio de Acerra y, al frente de un contingente compuesto por infantería y caballería, tuvo un encuentro contra el insigne militar Muzio Attendolo Sforza di Codignola, paralizando el avance de su ejército hasta recibir el refuerzo de Picinino, cerrándole el paso en el río Clanio.[36]​ El 22 de mayo de 1422, Alfonso el magnánimo le concedió como recompensa una renta vitalicia de 200 onzas a cargo de rentas obtenidas del puerto de Tusa y 100 onza a cargo de Soltanto.

En 1423 en la batalla de Porta Capuana (Nápoles), fue capturado y retenido por los Sforza, aunque liberado poco tiempo después gracias a un intercambio de prisioneros. Tras su liberación, en el mismo año fue nombrado Gran almirante del reino de Sicilia, título que, por algunos historiadores, no tenía relevancia desde el punto de vista militar ya que consistía en extraer beneficio (para la Corona) de la actividad corsaria, reservándose para él y sus tripulaciones una pequeña parte del botín. De hecho tenía mucho relieve por la actividad industrial de los astilleros, por guardar los negocios navales y la jurisdicción sobre los marineros y mercaderes.

En 1432 se halló al costado de su soberano como uno de los dos comandantes de batalla en el ataque a la isla de Yerba, frente a Túnez, dentro de la campaña emprendida contra la piratería bereber en el Mediterráneo.[37]

En 1435, a la muerte de la reina Juana II de Nápoles, Alfonso no aceptó la designación de Renato de Anjou como heredero del trono de Nápoles, disponiéndose a la conquista del reino. Mientras que él mismo permaneció en la isla de Sicilia para armar y organizar una flota con la que marchar contra Nápoles, envió al conde-marqués a Puglia con un contingente de sicilianos, en su mayor parte formado por súbditos del propio conde. Así pertrechado, derrotó en Gioia del Colle al ejército agiovino, dirigido por el hijo del capitán Ventura Cadalora. Saqueó Turi y ocupó el castillo de Capúa, plaza en la que más tarde él mismo fue asediado. En agosto de aquel mismo año, la flota de Alfonso fue derrotada por los genoveses en el curso de una feroz batalla delante de Ponza, siendo el mismo rey capturado y entregado en Milán a Filippo María Visconti.[38]

Durante su cautividad, el soberano aragonés accedió a una alianza y fue puesto en libertad, mientras el conde-marqués, por su parte, consiguió negociar con Ventura Cadalora el fin del asedio al castillo, recobrando así su libertad de acción.

El rey Alfonso, en reconocimiento a su capitán, se ocupó personalmente que fuesen también puestos en libertad los hijos del conde-marqués, que también habían sido hecho prisioneros en Ponza, y por los cuales los genoveses pedían un importante rescate.[38][39][40]

En 1437 y 38 continuó batallando, participando en las acciones en torno a Capúa y en el asedio de Nápoles,[41]​ poniendo también a la disposición de su soberano sus importantes recursos financieros, tanto como para ser compensado más tarde con la cesión de la ciudad de Sciacca, con todas sus rentas.

En primavera de 1439 el el duque de Anjou retomó en Abruzzo todos los bastiones previamente conquistados por Alfonso V de Aragón. Pasado el invierno en su campamento de Gaeta, Alfonso V de Aragón inició nuevamente la contraofensa, enviando al marqués de Irache con parte de su ejército, para seguirle más tarde él mismo con la parte restante.[42][43]

Más tarde, en ese mismo año de 1439, fue enviado por su rey Alfonso V de Aragón a socorrer al príncipe de Taranto, junto a un numeroso ejército, contra el duque de Anjou y su condottiero Jacobo Cadalora.[44]

El 17 de enero de 1440, por orden de su rey Alfonso V de Aragón, quedó al frente del ejército custodiando el castillo de Aversa, recientemente conquistado, para consolidar el territorio.[45]

El 22 de julio de 1440 atrajo a la causa de la Corona de Aragón al duque de Bari.[46]

Durante el verano de 1441, lideró el juramento de fidelidad de todos los grandes barones de Calabria, que quedó finalmente sometida a su rey Alfonso V.[47]

Entretanto la guerra continuaba: entre 1440 y 1443 se batió en Chieti, Troia (alta Capitanata),[48]​ Sessano[49]​ y finalmente entró en Nápoles junto al rey Alfonso. También por estas últimas acciones recibió innumerables reconocimientos, la castellanía de Roccella,[50]​ las tierras y el castillo de Bitonto (tierras de Bari), el castillo de la Carignola y el de Serracapriola (Capitanata) y también algunas rentas vitalicias y exenciones del pago de impuestos aduaneros. A continuación fue enviado por su soberano a Grecia, al frente de una flota con infantería, a la reconquista del ducado de Neopatria y Atenas y después se trasladó a Epiro donde dispersó a las milicias turcas que estaban ocupando el feudo de su yerno, el príncipe Carlo II de Tocco, déspoto de Larta.[51]

A principios de noviembre de 1443, fue enviado por su rey Alfonso a socorrer a Nicolo Picinino, para mantener las posiciones de la Iglesia.[52][53]​ A su regreso a Italia en 1445 recibió el mando de una de las armadas de la alianza establecida entre el rey Alfonso, el sumo pontífice y el duque de Milán contra el príncipe Sforza, que contaba con el apoyo de Florencia y Venecia.[54]​ Entre Julio y agosto de 1445, el principe Sforza reconquistó la marca de Ancona, poniendo en apuros al papa Eugenio IV y creando un serio contratiempo al propio Alfonso V, que vio como sus avances de casi un año se perdían en solo dos meses.[55][56][57]​ Parte de esas tropas, en concreto 1.652 caballos (550 lanzas y 2 tercios de lanza) organizados en 62 comitivas armadas, las enviaría bajo el mando del marqués de Irache a unirse a las fuerzas papales que combatían a Sforza en la marca de Ancona. Finalmente, el 25 de Diciembre de ese mismo año, tomado el castillo de Civitella, el marqués de Irache retomó definitivamente la marca de Ancona.

En 1448, truncó con rapidez y astucia una rebelión en Siracusa: convocó a los promotores de la revuelta a discutir sobre sus divergencias con el soberano. Una vez reunidos en el castillo de Maniace y tras un copioso banquete, ante la evidencia de la imposibilidad de llegar a una posición común, les cortó la cabeza a todos, quizás rememorando el episodio de Ramiro II de Aragón el monje en la Campana de Huesca. La revolución fue inmediatamente sometida. El virrey, para recompensarlo por su acción, le hizo entrega de dos esculturas de bronce del siglo III AC atribuidos a Lisippo, que representan a sendos carneros postrados, y que están expuestos en el mismo castillo de Maniace[58]​ de aquella ciudad.[37]

Entre 1452 y 1454 toma parte en las operaciones de la alianza Veneto-Napolitana contra Francesco Sforza,[59]​ convertido ya en duque de Milán, y en representación de su soberano firmó el Tratado de Lodi, que estableció un periodo de estabilidad y sosiego entre los más poderosos estados italianos.[60]

En la primavera de 1455 y con las arcas vacías a causa de la inactividad a que le obligó la paz de Lodi, Jacobo Piccinino[61]​ amenazó Bolonia y la Romaña, pero el duque de Milán reforzó los objetivos con 4000 hombres de refuerzo, así que Piccinino decidió cambiar de objetivo: cruzó los Apeninos y cercó Sena, cuyos habitantes reclamaron la ayuda de Calixto III, sumo pontífice.[62]​ Por aquella época Calixto III estaba preparando un considerable ejército para una nueva cruzada, pero lo usó para frenar a Piccinino, al que declaró que combatiría con la misma voluntad y tenacidad que a los turcos.[63]​ Al frente de su ejército puso al conde-marqués Giovanni de Ventimiglia, siendo capitanes del mismo personas tan relevantes como Napoleón Orsini, Steffano Colonna, los hermanos Deifobo y Ascanio de Aguillara.[64]

Concluida la paz, ya de por si inestable, salpicada además por frecuentes escaramuzas y reyertas provocadas por mercenarios ociosos, fue a Nápoles, a la corte del rey Alfonso, donde permaneció hasta después de la muerte del soberano (en 27 de junio de 1458). Cuando su heredero, Juan II de Aragón y Sicilia, tomó el poder, concedió al conde-marqués Giovanni un amplio reconocimiento de sus servicios prestados a la corona, confirmándole en todas y cada uno de las concesiones efectuadas por su padre Alfonso, así como el título de Gran almirante del reino de Sicilia a su hijo Antonio de Ventimiglia.

El inicio del reinado de Ferrante fue recibido por una sublevación en Calabria, seguido de una revuelta en Puglia, lo que favoreció un desembarco de los Anjou con abundantes tropas. Entre sus capitanes se encontraban importantes barones del reino, incluido el mismo cuñado de Ferrante, Marino Marzano, príncipe de Rossano y duque de Sessa.

Entre junio de 1460 y 1463, a pesar de que el conde-marqués estaba en el umbral de los 80 años, jugó un papel decisivo en los acontecimientos próximos al ser nombrado consejero del soberano: fue encargado de la defensa de Nápoles y participó en sus consejos de guerra, como el realizado entre enero y marzo de 1461, el de Pozzuoli de marzo de 1462 y el de Nápoles en mayo de 1463.[65]​ Llevó a cabo varias negociaciones con los barones rebeldes y, a principios de 1462, lo encontramos en Calabria para contratar la reconciliación de su sobrino Antonio Centelles con el rey Ferrante,[66]​ quien, en marzo, le concedió el condado de Montesarchio, cerca de Benevento.[67]​ Desarrolló estrategias para llevar la rebelión a Calabria y así conseguir ayuda para combatir al príncipe de Taranto. En esos mismos días fue llamado por el rey Juan II, iniciando un viaje a España hasta su retorno en mayo de 1463, cuando regresó a finalmente a Castelbuono.

De los relatado sobre sus empresas, su factor diferencial en una época en que cambiar de bandera era una constante de todas las más relevantes figuras militares del tiempo, fue precisamente la inquebrantable fidelidad con que toda su vida sirvió a la corona de Aragón, batiéndose por ella en Sicilia, Nápoles, Grecia y en cualquier otro sitio al que hubiese sido llamado, ofreciendo siempre no solo su persona y su vida, también su propio patrimonio con una disponibilidad sin límites. Y quizás fuese por esto mismo que su nombre no figure en lo más alto de la historia de los grandes generales y condotieros de la época: la fidelidad no paga porque no es noticia.

Sepultura[editar]

Inscripción que figura en la lápida sepulcral de Giovanni I de Ventimiglia, I marqués de Irache y XV conde de Geraci, hoy en la capilla de San Antonio (mausoleo de los Ventimiglia) de la iglesia de San Francesco di Castelbuono:

Aquí yace Giovanni Conde de Ventimiglia primer Marqués de Geraci. A la edad de 8 años con un séquito de pocos hombres atacó a su padrino y su guarnición y recuperó todos sus bienes, de los cuales se había apropiado con el engaño de su autoridad de tutor.

En Sicilia, no habiendo cumplido aún los 14 años de edad, cuando el rey Martino se halló en dificultades por la rebelión de la ciudad magníficamente fortificada y de algunos Barones, primero en defender la regia majestad, opuso resistencia con su furia y detuvo el avance.

A la edad de 23 años, pasó a Cerdeña con el Rey Martino, hijo de Martino, siéndole asignado el mando de un batallón Real, se batió por su Rey, tanto cuando aún estaba vivó como después de su muerte, y dominó a los rebeldes que querían destruir y saquear todo y pacificó el Reino.

Habiendo seguido a Alfonso V en la guerra de Nápoles, puso en fuga a Sforza Cotignola cerca del róo Clanio y, después de la derrota naval del Rey, no dispersa sus tropas: además hace huir a Jacopo Cadalora, la Reina Isabella y destruye totalmente la caballería; y obliga al Patriarca de Aquilea a abandonar el asedio de Capúa y, sometidas muchas ciudades, defendió Capúa y de forma esforzada consiguió salvar no solo al Reino, también a su Majestad el Rey.

Rechazó a Renato de Anjou en el ataque a la ciudad de Nápoles, contra la cual marchaba con tropas bien pertrechadas y lo puso en fuga en batalla en la cercanías de Troia, en la que el Rey Alfonso mandaba el ala derecha del ejército y él la izquierda y, compartiendo la gloria del rey, su valor le permitió reivindicar no poca parte de la victoria.

Nombrado abanderado de la Santa Sede, no solo una vez sino en circunstancias diversas, superó en pericia militar a Francesco Sforza, Giacomo Piccinino y otros valerosos líderes, y, después de haber disuelto sus tropas y debilitado sus defensas, levantó la suerte y la fortuna de los Pontífices Romanos, restituyéndoles campos y ciudades y defendió la libertad y dignidad de la Iglesia Romana.

Nuevamente en Sicilia, apagó con rapidez y sagacidad la revuelta de la ciudad de Siracusa y evitó la ruina de toda la nobilísima ciudad y de casi todo el Reino, matando a los pocos instigadores de la conjura.

En Oriente y con pocos ejércitos, dispersó y destruyó en varias batallas al adiestrado ejército del Emperador de Turquía, que aspiraba a privar a Carlos, Príncipe de la Alcarniana, su yerno, del principado que ya perteneció a su abuelo y a su padre. Rechazó las tentativas de aquel Emperador, reforzando y elevando nuevamente a su antigua categoría y dignidad a Carlos, que había estado prácticamente perdido.

En África, el Rey Alfonso, gracias a su pericia, su valor y su astucia, hizo huir vergonzosamente al rey de Mauritania Boferio cerca del puerto de Gerba; hizo innumerables prisioneros entre las tropas de aquel y abrió una vía de acceso a aquel Reino.

Regresa en calidad de Virrey de Reino de Sicilia, en el que recaía también la prestigiosa tarea de Gran Almirante, y gobernó el Reino de Nápoles.

Combatió contra el enemigo 60 veces, con otras tantas victorias.

Administró y gobernó todo con astucia, valor, autodeterminación y éxito, manteniendo salva e íntegra la majestad de su rey, entre sus amigos y aliados, y en las vicisitudes de las guerras sostuvo a los ejércitos Reales con sus propios medios y su propio patrimonio, llegando a vender para ello varias de sus ciudades fortificadas.

Vivió 91 años.

Matrimonio y descendencia[editar]

Casó en primeras nupcias con Águeda de Prades y Moncada,[68]​ hija de Jaime de Prades, condestable de Aragón, almirante y virrey de Sicilia, y de su consorte, Juana de Moncada y Peralta,[69]​ hija de Marco Moncada, conde de Agusta, Adernó y Esclasana y de su primera mujer Juana de Peralta, hija del conde Ramón de Peralta y de su esposa la infanta Isabel de Aragón, hija natural de Federico II de Sicilia y de Sibilla Sormella. Tuvieron descendencia:

Casó Giovanni I en segundas nupcias con Isabella de Ventimiglia Moncada, hija de Paolo Ventimiglia, barón de Ciminna y de su esposa, Giovannella Moncada, hija de los marqueses de Malta y condes de Augusta.

  • Giovanna, que casó en (1) primeras nupcias con Giovanni della Ratta, hijo de Baltasar Della Ratta, conde de Caserta. Este matrimonio estuvo concertado por Alfonso V de Aragón y el conde de Caserta como parte del pago por su adhesión a la causa real, además de algunas tierras que pertenecían en ese momento al príncipe de Tarento.[79][80]​ Pero el matrimonio no tuvo descendencia. Casó en (2) segundas nupcias con Baltasar de Ventimiglia, conde de Sperlinga, del que tuvo descendencia en Giovanni Guglielmo de Ventimiglia. Al morir su marido fue investida condesa de Ciminna y de Sperlinga en 1453, aunque renunció a ellos en 1479 en favor de su hijo Giovanni Guglielmo, ya que en el mismo año de 1453 casó nuevamente (3) con Guglielmo Raimondo IV de Moncada,[81][82]​ II conde de Caltanissetta, aunque antes tuvieron que solventar algunos impedimentos legales.[83]​ Este matrimonio no tuvo descendencia.
    • (2) Giovanni Guglielmo de Ventimiglia, que heredó de su padre (por renuncia de su madre, ya viuda en 1479) los condados de Ciminna y de Sperlinga.

Fuentes[editar]

Siendo posiblemente la persona más relevante de la casa de Ventimiglia y uno de los generales más notorios de su época y entorno, existe bastante documentación sobre su persona, entre ellos los trabajos realizados tanto por Orazio Cancila (casi toda su obra está disponible en Mediterranea ricerche storica) como por Carlo Fisber Polizzi (director del Centro Studi Ventimigliani).

Otras fuentes:

  • Acta notarial del consentimiento de los Condes de Caltabellota, Collesano, Marqués de Geraci y otros nobles constituidos como brazo militar del Parlamento General de Sicilia reunido en la Iglesia de San Nicolas de Messina, a Guillermo Ramón de Moncada, Conde de Adernó, para vender y enajenar la jurisdicción y tierras de Paternó (sicilia) a la Corona., Archivo Histórico Nacional sección Nobleza, Ref. ES.41168.SNAHN 71.69.2.7//MONCADA, CP.401, D. 17, fechado en 11/04/1463 en Messina (Sicilia, Italia).
  • De Francisco de Ventimiglia al Rey. Restitución del Castillo de Roccella., Archivo de la Corona de Aragón, real Cancillería, cartas Reales, Ref. ES.08019/1.1.1.3.2//ACA,CANCILLERIA,Alfonso IV (V) Sin fecha. 062bis, fechado el 20 de octubre (no pone el año, pero muy posiblemente sea de 1444) en Gratteri.
  • Memorial genealógico de Don Juan de Ventimiglia, elevado a S.M. en el año 1660, que consta en el expediente de pruebas formado en el año 1671 a don Lanceloto Fernando Castelli Marchesi, para su ingreso en la Orden de Santiago (Sección de Órdenes Militares-Santiago-Año 1671- Exp. Num. 1722).
  • Se conservan actas del Notario Andrea de Perdicario di Polizzi del 20/03/1473, según Francesco María Emanuelle e Gaetani en su obra Appendice alla Sicilia Nobile, Tommo Primo, Palermo 1775.

Línea de sucesión en el marquesado de Irache[editar]


Predecesor:
Enrico II de Ventimiglia
Casa de Ventimiglia
1383 - 1475
Sucesor:
Antonio de Ventimiglia

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]

  • Storiamediterránea, Quaderni Mediterranea, Ricerche storiche. A cura di Orazio Cancila (Cattedra di Storia Moderna c/o Facoltà di Lettere e Filosofia de Palermo). Collana diretta da Rossella Cancila. Comitato scientifico: Walter Barberis, Orazio Cancila, Pietro Corrao, Domenico Ligresti, Aurelio Musi, Walter Panciera, Alessandro Pastore, Luis Ribot García, Angelantonio Spagnoletti, Mario Tosti.
  • (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el [//web.archive.org/web/*/https://sites.google.com/a/centrostudiventimigliani.com/www-centrostudiventimigliani-com/contact---recensioni/ventimiglia%7Ctitolo%3D historial, la primera versión y la última)., Centro Studi Ventimigliani, dirigido por el professore Carlo Fisber Polizzi.
  • (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el [//web.archive.org/web/*/https://sites.google.com/a/centrostudiventimigliani.com/www-centrostudiventimigliani-com/time-tracker/to-dos/archivio-ventimigliano%7Ctitolo%3D historial, la primera versión y la última)., Manuscritos de la Casa Ventimiglia (Centro Studi Ventimigliani, dirigido por el professore Carlo Fisber Polizzi).

Notas y referencias[editar]

  1. En 1433 Giovanni I de Ventimiglia obtuvo de su rey, Alfonso el magnánimo permiso para modificar el antiguo escudo de los Ventimiglia, que había estado usando hasta el momento, para encuadrarlo con las armas de los Altavilla. Referencias: Feudalità viva: Migaido, Camillo Filangeri, Edizioni Dell'Ippocampo, Messina 1969, Pag 31 y Esempi di Pittura siculo-catalana tra i nebrodi e le madonie: il maestro di Migaido, Grazia Musolino, Archivio Storico Messinese (Società Messinese di Storia Patria, Vol 64 dal la fondazione III serie LV), Messina 1993, Pag 30.
  2. El contrato matrimonial se firmó en Messina el 20 de mayo de 1363 ante el notario Pietro di Giovanni
  3. Bartolomeo d'Aragona fue el primogénito y heredero de Vinciguerra d'Aragona. El apellido Aragón proviene de su bisabuelo, Pedro III de Aragón, del que desciende por línea masculina directa (aunque su abuelo, Sancho, fue ilegítimo). Sucedió a su padre como conde de Cammarata en algún momento entre los años 1379 y 1381, con propiedades tan importantes como los castillos de Motta, S. Agata y Pietra d'Amico). Se opuso a la sucesión de Martín I de Aragón en 1390 y fue gran senescal de Sicilia el 10 de julio de 1391, junto al barón de Castronovo. En 1391 añadió los feudos de Ficarra, Raccuja, Librizzi, Galati, Calatabiano, Oliveri, Piraino, Sant'Angelo di Brolo, Tortorici, Zuppardino y Naso (Con el castillo de Capo d'Orlando). Se rebeló contra la Corona a comienzos de 1393, actitud que depuso en 1396 gracias a la intercesión de Guglielmo de Ventimiglia. Pero en 1397 Bartolomeo se rebeló nuevamente, esta vez junto a Guglielmo Raimondo de Moncada y Antonio de Ventimiglia, conde de Collesano. El desenlace de esta segunda aventura fue más drástico que el anterior: nuevamente reducido, tuvo que exiliarse junto a sus compañeros de aventuras, para jamás regresar a Sicilia. Por su parte, la familia Ventimiglia perdería definitivamente el inmenso feudo de Collesano. Después de que el rey Martín pusiera fin a sus disputas con la Iglesia, Bartolomeo tuvo que acudir al exilio, eligiendo la corte de Ladislao de Nápoles. En 1400 armó una pequeña flota en un último intento para regresar a Sicilia, fuese como fuese, pero el plan se estropeó, permaneciendo en el exilio hasta su misma muerte. Su hija fue Bartolomea, esposa de Enrico III de Ventimiglia, conde de Geraci, y madre de Giovanni I Ventimiglia, virrey de Sicilia y duque de Atenas, governador de Nápoles, I marqués de Irache (1436), conde de Montesarchio, señor de Bitonto, Sciacca, Cefalù, etc).
  4. Sancho o Sanciolo d'Aragona (m. 1334) fue hijo ilegítimo de Federico II de Sicilia y de su esposa Giovanna d'Auria. Casó con Lucia Palizzi, hija del conde de Novara. Sancho fue barón de Militello y siempre utilizó su título de infante. Su primogénito fue Vinciguerra d'Aragona, que en 1355 se rebeló nuevamente contra su primo Federico III, y en diciembre de ese mismo año le envió a Patti como capitán, donde estuvo sirviendo hasta diciembre de 1356. En 1357, solo un año más tarde, junto a Guglielmo Rosso y Corrado Spadafora, respectivamente capitán y defensor del Castillo de Lipari, implicó a su joven hermano Sancho (Sanciolo) en otra rebelión, esta vez pro-Angevina. Pero en marzo de 1359 cayó junto a los Anjou y suplicó el perdón de su primo, Federico III. Más tarde fue investido con los feudos de Termini y el condado de Novara, heredados del abuelo materno en 1364. De su sobrino Mattiotto, el hijo de su hermano Sancho, heredó el condado de Cammarata en 1369. En 1371 se convirtió en el nuevo barón de Militello (el título principal de su propio padre) y de San Marco. Entre 1365 y 1368 desempeñó el cargo de Gran Canciller de Sicila, sustituyendo a Enrico Rosso. Le sucedió como heredero universal su hijo Bartolomeo. En 1366 construyó la Torre Vinciguerra, en Gioiosa Marea, la cual aún conserva el nombre. También cosntruyó un Castillo en la cima de Gioiosa Guardia.
  5. Castelbuono Medievale e i Ventimiglia, capítulo 7: Vita e morte di Francesco I, Pag 101-160.
  6. Teatro genologico delle famiglie nobili titolate feudatarie et antiche de'Regni di Sicilia, Dottor Filadelfo Mugnos, Pag. 524, Vol III, Messina 1670.
  7. Concedido por Ferrante II en marzo de 1462. Castelbuono medievale e i Ventimiglia, Pag 141, Orazio Cancila, Quaderni Mediterranea. Ricerche storiche 12. ISSN 1828-1818 y Dispacci sforzeschi da Napoli Volumen V (1.º gennaio 1462-31 dicembre 1463), a cura di E. Catone , A. Miranda y E. Vittozzi, Edita Laveglia&Carlone Editore, Salerno Novembre 2009, Pag 6.
  8. Alfonso V il Magnanimo conferma la concessione fatta il 10 aprile 1433 dalla regina Giovanna II a Giovanni Ventimiglia, marchese di Geraci, capitano d'armi e consigliere della corona, e concede inoltre a quest'ultimo e ai suoi eredi la città di Bitonto e la terram Serre Capriole, con tutti i diritti e le relative pertinenze, già appartenute a Giacomo Caldola e devolute all'autorità regia per la ribellione di questi, Archivio Storico Multimediali del Mediterraneo, ASMN, Codice SIAS-DOCUMENTO-14854.
  9. Fasti di Sicilia], Vincenzo Castelli príncipe de Torremuza, Gentilhombre de cámara con ejercicio de S.M. Siciliana, Volumen II, Editor Giuseppe Pappalarbo, Messina 1820, Pag 398-403.
  10. a b Storia Cronologica dei Vicerè Luogotenenti e Presidenti del Regno di Sicilia, Pag 35.
  11. Después de la revolución del vespro (1282), el reino de Sicilia se desvinculó de la casa de Anjou y se constituyó en dominio de los reyes de Aragón. En ningún momento las fuerzas políticas quisieron ir más allá, rechazando toda vinculación con el resto de los dominios de la corona de Aragón fuera de la unión personal con el soberano, como demuestra el parlamento de 1413, al exigir que el rey, o en su defecto, el príncipe heredero pudiese ser coronado en Palermo como rey principal y apartado sin tener dependencia de ninguna otra parte (comu re princhipali et appartatu senza haviri dependencia de altra parte). Para corresponder a estas exigencias, se creo la figura del vicario (virrey), un alter-ego del propio rey que permitía desdoblar su personalidad, siendo el primero de ellos el infante Juan, duque de Peñafiel, nombrado en 1415. Pero esta medida no acabó de convencer al Parlamento, que resolvió en 1416 aclamar a don Juan como rey, pero este rechazó. Para evitar un conflicto mayor, Alfonso V plantó su corte en Sicilia, convocó nuevamente al parlamento y recibió el juramento de los Sicilianos: quedaba así establecida la deseada unión personal de Sicilia al rey, no a la corona de Aragón. De hecho, Sicilia nunca se sintió integrada en la corona de Aragón, siendo bastantes las revueltas que se originaron por la nunca aceptada presencia de nobles de la Corona en la Isla. Esta situación, incómoda para los reyes aragoneses, sufrió varios intentos de variación a lo largo del tiempo: don Fernando el católico quiso mermar bastante la autonomía de los virreyes, consciente del riesgo que implicaba el inmenso poder que estos adquirían en el desempeño de sus funciones. El emperador Carlos V no tuvo más remedio que volver al espíritu inicial, exigido siempre por el parlamento siciliano. Pero para minimizar riesgos y ya que el virrey que nombrase era de facto un nuevo rey, solo confió en personas extraordinariamente fieles a su persona, de su total y absoluta confianza. No es de extrañar que, cuando el en 1558 el virrey Juan de Vega describe al monarca su actual posición le dijese: También me podrá decir VM, pues el virrey es rey de Sicilia. Más tarde, Felipe II intentó nuevamente una racionalización de tal autonomía, al pretender que el virrey fuese un representante del verdadero rey. Para esto introdujo sustanciosos cambios: la duración de cada virreinato no tendría ya carácter indefinido, sino por un corto periodo de tiempo (máximo 3 años), renovaciones simultáneas de gran cantidad de altos cargos y más medidas en esta dirección, para evitar el excesivo arraigo de los vicarios reales en el ámbito social y político del territorio. Felipe II y el Gobierno de Italia (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)., Manuel Rivero Rodríguez, Sociedad estatal para la conmemoración de los centenarios de Felipe II y Carlos V, ISBN 84-95146-10-X, Edita Closas-Orcoyen Paracuellos del Jarama 1998, Pag 17 y 72.
  12. "La politique orientale d'Alfonse V d'Aragon, roi de Naples (1416-1458)", Constantin Marinescu, Institut d’Estudis Catalans, Pag. 101, Barcelona 1994, ISBN 84-7283-276-7
  13. Giovanni I de Ventimiglia, marchese di Geraci, Carlo F. Polizzi, Centro studi ventimigliani, [1] Archivado el 10 de junio de 2015 en Wayback Machine..
  14. a b Historia cronologica delli signori vicerè di Sicilia, Cioè dall’anno 1409 fino al 1697 presente, Vincenzo Auria Palermitano, stamperia Pietro Coppola, Palermo 1697, Pag 8.
  15. Por una parte, Bernardo de Cabrera, jefe militar de la expedición de los Martinos en 1391 y nombrado barón de Módica como recompensa, viendo que repentinamente quedaba vacante el trono y sin posibilidad de sucesión ya que se había extinguido la línea principal, siendo el cargo oficial más elevado de la isla, creyó llegada su oportunidad y por todos los medios a su alcance, incluida la fuerza, trató de casarse con la virreina Blanca de Navarra, buscando una posterior legitimación a sus pretensiones de acceder al trono. Por otro lado, el parlamento siciliano se reunió en Taormina en 1411 y atribuyéndose la facultad para designar al nuevo monarca, impulsó la candidatura de Federico de Luna, hijo natural de Martino el joven como sucesor a la corona.
  16. Finalmente el consejo del reino de Aragón, formado por representantes de los reinos de Aragón, Valencia y el principado de Cataluña, reunido en Caspe, llegó a un acuerdo y eligió a Fernando I de Aragón llamado el de Trastámara y/ó el de Antequera como rey de la Corona de Aragón, en la que estaba englobada Sicilia. Era el año 1412 y se cerraba así el período de una monarquía independiente siciliana para comenzar tres siglos de dominación española, comúnmente conocidos como la época de los virreyes. A partir de entonces, aunque el rey estaba obligado a jurar los capítulos y privilegios del reino, el régimen administrativo y el derecho público españoles determinaron el funcionamiento y características de las instituciones sicilianas.
  17. Diritto di merum et mixtum inperium era la delegación del ejercicio de la alta y baja justicia civil y penal, que comprendía prerrogativas tales como el derecho de infringir condenas de muerte, incluida la totura y mutilaciones. Ver Merum et mixtum imperium nella Sicilia feudal], escrito por la doctora Rossella Cancila, Mediterranea Ricerche Storiche, Anno V, Dicembre 2008, Universidad de Palermo.
  18. En su calidad de regente, vicario y gobernador general del reino de Nápoles por cuenta de la reina Juana II.
  19. En 1433 Giovanni I de Ventimiglia recibió de su rey, Alfonso el magnánimo permiso para modificar el antiguo escudo de los Ventimiglia, que había estado usando hasta el momento, para encuadrarlo con las armas de los Altavilla. Referencias: C. Filangeri, Feudalità viva, cit., Pag 31 y Archivio Storico Messinese (Società Messinese di Storia Patria) num. 64, Messina 1993, Grazia Musolino, Esempi di Pittura siculo-catalana tra i nebrodi e le madonie: il maestro di Migaido, Pag 30.
  20. En 1433 Giovanni I de Ventimiglia recibió de su rey, Alfonso el magnánimo permiso para modificar el antiguo escudo de los Ventimiglia, que había estado usando hasta el momento, para encuadrarlo con las armas de los Altavilla. Referencias: Feudalità viva, C. Filangeri, Pag 31 y también Esempi di Pittura siculo-catalana tra i nebrodi e le madonie: il maestro di Migaido, Grazia Musolino, Archivio Storico Messinese (Società Messinese di Storia Patria, Vol 64 dal la fondazione III serie LV), Messina 1993, Pag 30.
  21. "El cual (Alfonso V de Aragón) en sabiendo las nuevas de la elección de Calixto III envió desde Nápoles a veintiocho de Abril de 1455 embajadores a la Corte Romana, y entre ellos al patriarca de Alexandría, Canceller suyo, y a "Jua de Vintimilla, marqués de Giraci", para prestarle la obediencia. Y en las instrucciones que les dió (las cuales están en el Archivo Real de Barcelona, en el cuarto de los secretos del dicho año del mismo rey en el folio 45) hizo poner lo siguiente..." Historia de la Provincia de Aragón de la Orden de Predicadores, Escrito por fray Francisco Diago, Impresa por Sebastian de Cormellas en Santa Catherina martir de Barcelona, Año MDXCVIIII.
  22. Hiystoria del regno di Napoli dell'ill.re signor Angelo Di Costanzo gentil'huomo e caualliere Napolitano. Con l'agiontione de dodeci altri libri, dal medesimo authore composti, & hora dati in luce. Nella quale si ricontano li successi di guerra, & di pace non solo nel regno di Napoli, ma anco nel regno de Sicilia, ducato de Milan. Pág. 172
  23. Anales de la Corona de Aragón, Libro 16 Cap. XXXII (Los embajadores que fueron a dar la obediencia al papa por el rey [de Aragón] y sus reinos.) "Fueron los embajadores don Arnaldo Roger de Pallás patriarca de Alejandría y obispo de Urgel, que era canceller del rey, don Juan de Veintemilla marqués de Girachi, que era de los más estimados caballeros que había en aquellos tiempos y de muy anciana edad, don Pedro de Urrea arzobispo de Tarragona y Honorato Gaetano conde de Fundi, el arzobispo de Salerno y don Juan Ramón Folch conde de Prades, el arzobispo de Nápoles y don Guillén Ramón de Moncada conde de Aderno maestro justicier de la isla de Sicilia, don Luis Dezpuch maestre de Montesa y don Carlos de Luna y de Peralta conde de Calatabelota, don Jorge de Bardají obispo de Tarazona y el conde de Oliva, el obispo de Tricarico, Juan Soler canónigo de Lérida y Pedro de Villarrasa deán de la iglesia de Valencia."
  24. Historia cronologica delli signori vicerè di Sicilia, Cioè dall’anno 1409 fino al 1697 presente, Vincenzo Auria Palermitano, stamperia Pietro Coppola, Palermo 1697, Pag 10.
  25. Codex diplomaticus dominii temporalis S. Sedis, a cura di Augustin Theiner, Roma: Imprimerie du Vatican, 1862, 3., 1389 - 1793, p. 392-393. El 15 de Julio de 1455 el papa Calixto III escribió al cardenal de Ragusa, Giacomo Bongiovanni da Recanati, informándole sobre el nombramiento de Giovanni Ventimiglia, marqués de Irache, como Capitán General de la Iglesia, para contrastar la rebelión de Giacomo Piccinino. El cardenal de Ragusa es confirmado como comisionado y gobernador del ejército, como representante personal del Papa, con la facultad de derogar las decisiones del Capitán General.
  26. ”Giovanni Francesco Marino Marzano, Gran Almirante de Nápoles, Conde de Alife, de Squillace y de Montalto, príncipe de Rossano, duque de Sessa, hijo de Giovanni Antonio Marzano, Gran Almirante de Nápoles, duque de Sessa, conde de Alife y Squillace (+1453), y de Covella Ruffo, princesa de Rossano, condesa de Montalto, y prima de la reina Juana II. Casó en 1444 con Eleonora, hija natural de Alfonso V de Aragón. Fue uno de los grandes apoyos de Alfonso V y realizó para él numerosas misiones diplomáticas”. Bicentenario de la Orden de Isabel la Católica: Un error histórico en sus estatutos, José María de Francisco Olmos (Profesor Titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas, Decano de la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid, Académico de número de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, Académico correspondiente de la Real Academia de la Historia.), Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, MMXV Madrid.
  27. Uno de los principales líderes de la "Conjura de los barones" fue Marino Marzano, duque de Sessa y cuñado del rey Ferrante, ya que se había casado con Eleonora, hermanastra del rey. Según muchos cronistas de la época, la razón del odio que el duque de Sessa le reservó no se debió a cuestiones de poder sino a sus sospechas de una relación incestuosa de Ferrante con su hermanastra Eleonora, la esposa de Marino. Marino y los otros barones rebeldes invitaron al príncipe Juan d’Anjou, hijo de René, Duque de Calabria y de Lorena, y a su vez heredero de Luis d’Anjou, a quien la reina Juana II de Nápoles había adoptado, tras su cambio de parecer, ya que inicialmente “adoptó” a Alfonso V de Aragón, para reconquistar el reino de Nápoles. Giovanni d'Anjou, desembarcó en el puerto de Sessa, siendo recibido con los mayores honores de la ciudad, que le juró lealtad absoluta. Como sello de la alianza que se estableció entre el duque de Sessa y Juan d’Anjou, Marino bautizó a su hijo con el nombre Giovanni Battista, en honor a Giovanni d'Anjou. Mientras tanto, la guerra estalló sangrienta en Terra di Lavoro, en los Abruzos y en Calabria. También hubo un ataque de Marino contra Ferrante en Torricella di Teano. Pontano narra que Marino había ido al campamento de Ferrante al amanecer del 30 de mayo de 1460 para una entrevista. Ambos habian acordado traer no más de dos jinetes con cada uno de ellos. Marino llegó acompañado de Deifobo dell'Anguillara y Giacomo di Montagano al punto de reunión, donde ya le esperaba Ferrante, acompañado a su vez de Giovanni de Ventimiglia, marqués de Irache, y de Gregorio Coreglia. Pero el encuentro degeneró rápidamente en trifulca. El duque de Sessa trató de asesinar a Ferrante extrayendo una daga envenenada. Sin embargo, Ferrante se defendió enérgicamente, esquivando la daga envenenada y pasando a su vez al ataque. Entonces Deifobo intervino en ayuda de Marino, evitando que Ferrante acabase con su señor y consiguiendo propiciar la fuga del duque de Sessa, que pudo escapar junto con sus dos caballeros hacia Carinola y Teano. La historia de esta emboscada se encuentra representada en la puerta de bronce de dos hojas (encargada por Giuliano da Maiano) que cerró el portal en la parte inferior del arco triunfal del Maschio Angioino en Nápoles, aunque más tarde se retiró dicha puerta. Después de varias vicisitudes poco antes de que Giovanni d'Anjou abandonara definitivamente el Reino en agosto de 1463, Marino y Ferrante entraron en paz, sellando el acuerdo con el matrimonio de su hijo Giovanni Battista con Beatrice, hija de Ferrante, que se celebraría más tarde, dada a la joven edad de ambos contrayentes.
  28. Storia Cronologica dei Vicerè Luogotenenti e Presidenti del Regno di Sicilia, Pag 64.
  29. * Codice aragonese o sia lettere regie, ordinamenti ed altri atti governativi dei savrani aragonesi in Napoli, Lettera CLXI, Pag 228.
  30. Discorsi postumi del Signor Lellis di alcune poche nobili famiglie, Carlo de Lellis y Domenico Conforto, Nápoles 1701, Pag 4.
  31. A comienzos de 1467 debió sufrir una larga enfermedad, pues el 12 de julio ee ese mismo año el rey Fernando le escribió una carta interesándose por su salud, así como reconociéndole sus méritos ante la corona. Codice aragonese o sia lettere regie, ordinamenti ed altri atti governativi dei savrani aragonesi in Napoli, per cura del CAV professore Francesco Trinchera, Volume I, Giuseppe Catanco 1866 Napoli, Pag 228.
  32. Conservatoria di Registro Investiture, Registro 1173, foglio 5 y también Archivio di Stato di Palermo, fondo Belmonte, Vol 3, Testamento di Giovanni Ventimiglia, 20 de marzo de 1473 y también Castelbuono medievale e i Ventimiglia, Orazio Cancila, Pag 104.
  33. Para su decoración donaba tres imágenes de plata de la Virgen María y de los Arcángeles Gabriel y Miguel y dos carneros de plata. Para el desempeño de las funciones religiosas, también donó dos grandes cuencos de plata con su blasón esculpido, así como un inciensiario y una naveta de plata, para contener el agua bendita. Destinaba asimismo 1500 ducados para la adquisición de vestimentas sacerdotales, cálices, patenas, candelabros y cuanto fuese necesario para el culto de la Iglesia.
  34. Storia Cronologica dei Vicerè Luogotenenti e Presidenti del Regno di Sicilia, Abad Giovanni Evangelista di Blasi e Gambacorta, dalla stamperia Oretea, Via dell’Albergaria 240, Palermo 1842, Pag 35.
  35. Storia Cronologica dei Vicerè Luogotenenti e Presidenti del Regno di Sicilia, Pag 35 y también en Historia cronologica delli signori vicerè di Sicilia, Cioè dall’anno 1409 fino al 1697 presente, Vincenzo Auria Palermitano, stamperia Pietro Coppola, Palermo 1697, Pag 8.
  36. Documenti per la storia di Caivano, Pascarola, Casolla Valenzana e Sant'Arcangelo, Giacinto Libertini, Istituto di Studi Atellani, 2003. Extraído de Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 3, Pag 148 (Bataglia del ponte di Casolla) y también en Storia del regno di Napoli, Angelo Di Costanzo, Libro decimoquarto, Pag 259.
  37. a b Geraci Sículo, Enza Paruta, ISBN 978-88-89943-36-6, 2009 Edizioni Arianna, Pag 35.
  38. a b Storia Cronologica dei Vicerè Luogotenenti e Presidenti del Regno di Sicilia, Pag 37.
  39. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. XXVII (Prisioneros del reino de Sicilia.) En este texto se especifica que los hijos prisioneros del conde-marqués fueron Antonio, Hernando (Fernando) y Juan de Ventimiglia.
  40. Anales de la Corona de Aragón, Libro 14 Cap. XXXI (Cómo se hubieron los genoveses con los prisioneros), Jerónimo Zurita, Zaragoza 1610. "Con ninguna nación usaron los genoveses de tanta gentileza y cortesía en el rescate de los prisioneros como con la siciliana, por ser muy ordinario el comercio que tenían en aquella isla, si no fue con los hijos de Juan de Veintemilla marqués de Girachi que eran tres, que los detuvieron mucho tiempo. Lo que el rey [de Aragón] hizo por los hijos del marqués de Girachi y por qué. Y procuró el rey con gran instancia que por intercesión del duque de Milán se pusiesen en libertad por los grandes servicios que su padre le había hecho, señaladamente en sostener la ciudad de Capua en el tiempo que el rey fuese preso, y después defendiéndola contra todos sus enemigos".
  41. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. XLII (El campo del rey [de Aragón] desbarató y puso a saco a la gente de Nápoles.) " En este medio se animaron las compañías de gente de armas del rey para acometer las de los napolitanos, aunque en el número eran inferiores; y con gran esfuerzo acometieron su campo, que se había puesto muy en orden y pasaban de mil entre la gente de caballo y de pie; y fueron rotos y vencidos y presos, y se puso a saco todo su real y sus armas y caballos. Desta manera se refiere lo desta jornada en la relación que hace el rey della, sin declarar quien fue el capitán desta gente por su parte; y Bartolomé Facio atribuye toda la honra della al marqués de Girachi, el cual habiéndose recogido el rey en Thiano, volvió a Capua con la gente de armas, y acometió a los enemigos tan repentinamente que los desbarató y destrozó, y se volvió con gran celeridad con esta victoria a Capua. El autor antiguo de las cosas del reino escribe que, entendiendo el rey que el patriarca había entrado en el reino y que había tomado a Venafra, porque no se juntase con la gente de Nápoles, envió a Urso Ursino contra Leonel Aclozzamura que llevaba cargo de aquella gente por Antonio Caldora, y fue en su seguimiento con buen número de gente de armas y los rompió y prendió, y los que se escaparon perdieron los caballos."
  42. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. LIII (El rey [de Aragón] combate el lugar de Caviano y le gana; y a Pomiliano y otros siete castillos) "En este tiempo había cobrado el duque de Anjous en Abruzo todos los lugares que se habían ganado por el rey; y el rey, después de haber estado lo que restaba del invierno. en Gaeta, volvió luego a ponerse en Capua, con esperanza que se le daría Caviano o m entraría por combate. Y teniendo el trato desto con los del lugar, envió delante con parte del ejército a Juan de Veintemilla, marqués de Girachi, y él salió con la otra parte del ejército el mismo camino. Fueron algunos soldados con la obscuridad de la noche por la parte que se esperaba se les había de dar la entrada, y reparó el rey con su campo cerca del lugar; y habiendo subido los soldados en el muro y muerto las velas, arremetió el ejército a la puerta y fue derribada; y combatieron y entraron el lugar. Dióse luego el combate con el mismo ímpetu al castillo que estaba en mucha defensa y con buena guarnición de gente de guerra, y para estrecharle pasaron de Capua y Sessa algunas compañías de soldados; y no pudiendo ser socorrida aquella fuerza y faltando el bastimento a la gente que se recogió al castillo, diéronse al rey a partido. Con esto pasó el rey con su campo a ponerse sobre Pomiliano; y fue combatido y ganado con otros siete castillos de aquella comarca. Y vuelto el rey a Capua, por no dejar a las espaldas en Tierra de Labor cosa que le pudiese dar embarazo, acordó de pasar a ponerse en Pontecorvo. Y habiendo llegado a la abadía de San Germán, Reyner fue llamado por los de Caviano que tan pocos días antes se habían rendido, y cobró el lugar quedando el castillo en defensa por el rey. Esto fue a 7 del mes de marzo: y teniendo el rey aviso que los de Caviano habían entregado el lugar a Reyner, envió a gran furia algunas compañías de soldados para que se entrasen en el castillo, y él fue con su ejército para combatir el lugar; y antes que allá llegase, los de Caviano le desampararon y quedando el castillo y el lugar con buena guarnición de gente dio el rey la vuelta hacia la marina."
  43. “Le retour du printemps ayant donné le signal de reprendre les hostilités, René brûlant d’impatience de poursuivre la conquête de l’Abbruzze extérieure, nomma Isabelle viceregente du royaume, établit un conseil de guerre et d’administration auprès d’elle, puis se dirigea de nouveau vers une province où is savait qu’un grand nombre de places importantes n’attendaient que son arrivèe por abandonner le parti du roi d’Aragon. La plupart se rendirent à la premiere sommation; quelques autres nècessitèrent un siége, mais ne tardèrent pas à ouvrir leurs portes, et bientôt Rene vit cette contrée entiérement soumise à sa domination. Pendant que ce prince faisait ainsi reconaitre son autorit´r, gagnait l’affectin des habitants, soumettait les rebelles et s’occupai à fortifier les places dont il s’emparait, le roi d’Aragon, évitant sa rencontre, employait totes sortes d’intrigues pour lui enlever des partisans ou se procurer des intelligences jusque dans son propre camp. Toujours maître de Gaeta dont une flotte nombreuse luis garanssait la possession, il jugea que labsence de René favorisait son projet de teuter une coup de main sur la capital, Il le laissa donc s’enforcer dans l’interieur de l’Abruzze, se munit d’une foule de bâtiments légers propres à un débarquement, rallia une escadre de set gros vaisseaux et quatre galères por le soutenir, rassembla toutes ses troupes, en fit placer une grand partie sur mer, et s’etant mis a la tête du reste, il arriba lui-même sous ses murs de Naples de 22 Septembre de 1439. Bientôt Mathieu d’Aquaviva, duc d’Atri, Jean de Vintimille comte de Gérace, Pierre de Cardonne et les autres chefs vinrent le rejoindre, ce qui forma une armée de quinze mille hommes, dont les lignes s’étendant autor de la ville, la cernèrent ètroitement et parvinrent a s’emparer du chàteau.” ‘’Histoire de René d’Anjou, Roi de Naples, Duc de Lorraine et Comte de Provence’’, F L de Villeneuve Bargemont, Tomi I (1408-1445) Pag. 271-272, Paris 1825.
  44. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. LIV (Causa de que el rey [de Aragón] dio favor al príncipe de Taranto) "Allende desto, no le podían calumniar por haber dado favor al príncipe de Taranto; y haberle enviado con gente de guerra al conde Juan de Veintemilla -que en este tiempo era marqués de Girachi- no era contra la reina sino contra el duque de Anjous y contra Jacobo Caldora, que como enemigos se esforzaban de destruir todos los servidores y vasallos del rey; porque si moría la reina -que estaba en dispusición de no poder vivir muchos días- se hallasen ellos más poderosos en el reino, y los que seguían la opinión del rey destruidos y su parcialidad flaca y debilitada, y más fácilmente pudiesen ellos tiranizar y ocupar el reino."
  45. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. LIX (La ciudad de Aversa se dio a partido al rey [de Aragón].) " Dióse la ciudad de Aversa al rey a partido; y hiciéronle el homenaje a 17 del mes de enero del año de 1440; y volvióse el rey a Gaeta y dejó sobre el castillo de Aversa con parte del ejército a don Juan de Veintemilla, marqués de Girachi, y a don Ramón Boil."
  46. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. LVI (Cómo se ofreció el duque de Bari al rey [de Aragón] y se le entregó el castillo de Aversa y otros.) "En el mismo tiempo, los soldados de Caldora traían cada día sus pláticas con los aragoneses de la misma manera que con los de Nápoles; y a 22 de julio partió el de Bari con su campo y en Pomillano -según este autor afirma- se vio con don Juan de Veintemilla, marqués de Girachi; y después fue fama que secretamente se vio con el rey en Arienzo dentro en un valle y que juró en sus manos que era su voluntad que el ánima fuese de Dios y su persona y estado del rey. Y cuando fue a poner su campo entre Benevento y La Padula volviéndose al Abruzo, envió un suyo para que se entregase el castillo de Aversa al rey, y se le dieron diez mil ducados. Después entendiendo que Nícolo Pícinino se ponía en orden para servir al rey, se arrepintió desta concordia, aunque daba esperanza que alzaría banderas en su estado por el rey.
  47. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro XV Cap. IV (Casi toda la provincia de Calabria se redujo al rey [de Aragón].) "Por este tiempo, la provincia de Calabria casi toda se había reducido; porque el conde de Girachi había confirmado el juramento de fidelidad y obediencía al rey, que era poderoso en aquella baja Calabria; y el conde de Arena y el alcaide del castillo de Cossencia y aquella ciudad trataban de reducirse, y Juan de La Nuce con los lugares que el conde Francisco Sforza tenía en aquella provincia estaban ya en la obediencia del rey."
  48. El día 10 de julio de 1441 Alfonso V preparó a sus huestes para la batalla de Troya, que sería definitiva en sus planes de anexionarse definitivamente el reino de Nápoles. Dividió a sus huestes en 9 secciones de caballería, dejando a la infantería en posición central, cada uno con sus objetivos diferenciados. El mando del ala izquierda del ejército fue encomendado al marqués de Geraci, Giovanni de Ventimiglia, mientras que él se reservó el ala derecha, que comandaría directamente. La estrategia fue planificada minuciosamente, hasta sus más pequeños detalles, asignando a cada grupo un cometido distinto. Y dio su fruto: sus planes fueron realizándose uno por uno, consiguiendo finalmente una aplastante victoria sobre el ejército del conde Sforza, condottiero de la causa de Anjou. Esta jornada está especialmente documentada por varios autores, tales como Fazio, incluida la misiva que el mismo Alfonso V escribió a la ciudad de Barcelona, documento que se conserva en sus archivos. Alfonso V de Aragón en Italia y la crisis religiosa del siglo XV (Vol II), Josep Ametller i Viñas, Gerona, Imprenta y librería de P Torres, 1903, Pag. 376-380.
  49. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro XV Cap. XI (Consejo del marqués de Girachi capitán famoso.) "Y diciendo el rey a don Juan de Veintemilla marqués de Girachi -que fue de los excelentes capitanes que se señalaron en todo el discurso de aquella guerra- que dijese su parecer, él respondió que si no estuviera allí el rey él no dudara de acometer a los enemigos muy confiadamente; pero como iba tanto en su vida no osaría aconsejar que se pusiese su persona real a tanto peligro; y asegurándolo el rey que por él no quedaría de procurar ganar la misma honra, poniéndose su celada mandó salir a dar la batalla. Estando los unos a vista de los otros comenzóse a trabar escaramuza, y rehusando los de Caldora de pasar un arroyo, mandó el rey que pasasen tres escuadrones cuyos capitanes eran don Pedro y don Alonso de Cardona y don Guillén Ramón de Moncada; y con gran orden acometieron la batalla; y siendo ceñidos y estrechados de los enemigos pasaron otros dos escuadrones que llevaban don Lope Ximénez de Urrea y don Ramón Boil y dieron por otro lado en los enemigos, y comenzóse por todas partes a herir la batalla muy bravamente."
  50. Con el derecho de administrar la Justicia civil y penal y la renta de 300 onzas al año sobre los derechos de exportación de las mercancías locales.
  51. Ver también (enlace Wiki italiana).
  52. Anales de la Corona de Aragón, Jerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 15 Cap. XXII ([socorro a Nicolo Picinino.]) "No cesó de allí adelante de proveer de socorro de gente a Nicolo Picinino con ocho galeras que estaban en el puerto de Fermo y discurrían por toda la costa de la Marca; y sustentóse con este socorro ordinario aquella provincia en la obediencia de la iglesia acudiendo a las cosas della el marqués de Girachi y don Ramón Boil y Cesaro de Martinengo para que la empresa se fuese siempre continuando."
  53. Anales de la Corona de Aragón, Jerónimo Zurita, Libro 15 Cap. XXXVIII, (El rey [de Aragón] yendo contra el conde Sforza se volvió a la ciudad de Adria; y sentimiento que el duque de Milán tuvo.) "Había pasado el rey por el mes de junio deste año de la provincia de Abruzo la vía de la Marca para proseguir la guerra por su persona contra el conde Francisco Sforza, que había vuelto a sojuzgar la mayor parte della; y deliberó de no pasar entonces y que hiciesen la guerra el cardenal patriarca de Aquileya, camarero del papa, y don Juan de Veintemilla marqués de Girachi; y con este acuerdo se volvió a la ciudad de Adria a donde se detuvo hasta el principio del mes de noviembre."
  54. Anales de la Corona de Aragón, Jrónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 15 Cap. XXXVII, (El abad de Alcalá hizo un requerimiento al rey [de Aragón] por el [rey] de Castilla: en presencia de quién, y lo que contenía.) " Había deliberado el rey de volver a la empresa de la Marca por su persona, haciéndose en ella la guerra por el patriarca de Aquileya y por don Juan de Veintemilla, marqués de Girachi, con la gente del papa y del reino. Y estando en Campli, lugar del Abruzo, el abad de Alcalá la Real a 28 del mes de septiembre (de 1445), en presencia de don Ramón Boil camarero del rey, Guillén de Vic, maestre racional del reino de Valencia, Mateo Pujades, tesorero general, Luis Dezpuch y del secretario Arnaldo de Fenolleda, vino a hacer otro requerimiento al rey. Decía que en el mes de marzo pasado había recontado al rey las cosas cometidas por el rey de Navarra y por el infante don Enrique contra el rey su señor y contra sus reinos, quebrantando el tenor y forma de la paz y concordia perpetua firmada entre los reyes; y que después de aquello -en quebrantamiento de la paz y contra el sobreseimiento firmado por el rey de Castilla y sus reinos- estando el rey de Navarra en su reino, entró en los del rey de Castilla contra su expreso defendimiento con gente de armas, y combatió algunas villas y lugares de la frontera de Navarra y tomó otras fuerzas y castillos del arzobispado de Toledo, y después se juntó con el infante don Enrique."
  55. "La política italiana di Alfonso d'Aragona (1442-1458)", Alan Ryder, Archivio Storico per la Provincie Napoletane, (1959), pp. 85-97 y 319-320
  56. Alfonso V concentró un gran ejército en los Abruzos, según queda reflejado en el pago de la ‘soldada’ de Septiembre y Octubre, recogido en las ‘Cédules’ de la tesorería. Los pagos de las soldadas de la caballería efectuados el 11, 12 y 17 de septiembre en el campamento de Carrufo y los de la infantería el 14 y el 17 en ese mismo lugar; en octubre los pagos efectuados en Teramo los días 7, 8, 5 15 y 22 y el 30 en Atri. Archivo del Reino de Valencia (ARV, Sección ‘Maestre Racional’, nº 9.385, s.f.
  57. “Anales de Aragón”, Jeronimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro XV Cap. XXXVIII, (Jornada que estorbó el cardenal camarlengo.) "Ofreciéndose el marqués de Girachi de pasar con esta gente de pie y caballo a juntarse con la del duque y de Sigismundo de Malatesta y con Jacobo de Caybano -lo cual si se hiciera fuera causa de alcanzar presto la victoria- nunca el cardenal camarlengo lo quiso consentir, diciendo que el marqués lo hacía por quererse tornar luego; y considerando el rey estas cosas quiso antes probar la verdad destos hechos con riesgo de su gente que de su persona. Ejércitos que se juntaron; lo que cobraron de la Marca y muerte de la duquesa de Sessa. Juntáronse el cardenal y el marqués de Girachi con sus ejércitos con Sigismundo de Malatesta y con Italiano Forlán y Jacobo Caybano con las compañías de gente de armas de la iglesia, y cobraron la mayor parte de las tierras de la Marca y pusiéronlas en la obediencia de la iglesia; y el rey se fue a Venafra a donde estuvo a 15 del mes de noviembre; y de allí continuó su camino para la ciudad de Nápoles. En este año murió Cobela Rufa, condesa de Altomonte y duquesa de Sessa; y el rey confirmó su estado a Marino de Marzano que era su único hijo, siendo aún vivo su padre Juan Antonio de Marzano duque de Sessa y almirante del reino.
  58. «Castillo de Maniace». Archivado desde el original el 10 de abril de 2014. Consultado el 7 de marzo de 2012. 
  59. Anales de la Corona de Aragón, Jeronimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 16 Cap. XIX (Los altos que el rey [de Aragón] hace esperando sus gentes.) "Esto era a 19 del mes de agosto (de 1453); y envió el rey delante con la gente de armas que estaba más en orden, a don Juan de Veintemilla marqués de Girachi; y fue a poner su real junto a La Agnina, que está cerca de la ciudad de Cápua; y el último del mismo mes salió de aquel lugar la vía de Presenzano. Y así se venía deteniendo por esperar la gente de armas que le iba del reino por manera que antes que estuviese fuera del reino o poco después estuviesen juntas todas sus gentes."
  60. Archivos estatales de Milán, Archivio ducale, Sforzesco, Registri missivarum, 15., p. 438-439. Consta un extracto de las cartas de Sforza, que data del 22 de abril de 1455, que enumera los gastos incurridos por los embajadores del duque de Milán, durante el largo viaje diplomático iniciado en septiembre de 1454, para consolidar el importante Tratado de Lodi. Entre estos se encuentran los gastos en que incurrieron los Sforzeschi para los trompetistas de Giovanni I Ventimiglia que los recibieron en Gaeta.
  61. Jacobo y Francesco fueron hijos de Niccolò Piccinino, el famoso Condotiero. Ambos hermanos también llegaron a ser condotieros
  62. Giacomo Piccinino, el otrora formidable general, fue privado de recursos a causa de la paz de Lodi. Sin otra empresa con la que poder subsistir e instigado por el propio rey Alfonso de Nápoles, Giacomo Piccinino cruzó los Apeninos y se adentro en territorios de la Iglesia, amenazando en la primavera de 1455 la ciudad de Sena, con el consiguiente temor general de la población. Para proteger la ciudad, el papa Calixto III envió el ejército de la Iglesia, con gran contrariedad personal pues era el contingente que tenía preparado para marchar contra los turcos, su obsesión personal, y fue llamado como capitán general del mismo desde Sicilia a Juan de Ventimiglia (“Ioannes comes de Vigintimiliis constituitur capitaneus generalis gentium armorum S.D.N. Pape”. En 14 de abril de 1455 ya había dado orden Calixto III “vicariis in temporalibus Rom. Ecclesie subiectis, ut non permittant transire Iac. Piccininum in terras ecclesiae” Regest. 436, f.1 Archivo secreto pontificio, Breve del papa a Bolonia, de 11 de mayo de 1455. El original se halla en el archivo público de Bolonia, sección Q, libro 3.), hallándose también entre dichas tropas, entre otros, Napoleón Orsini, Stéfano Colonna y dos hijos del conde Everso de Aquillara, Deifobos y Ascanio. En las cercanías del lago Trasimeno, a las tropas del papa se unieron también las del duque de Milán. Giacomo Piccinino atacó por sorpresa el grueso del ejército papal, sembrando inicialmente la confusión, pero fue rechazado y obligado a refugiarse en Castiglione della Pescaja, fortaleza prácticamente inexpugnable. A pesar del asedio al que fue sometida la fortaleza, los refugiados lograron ser socorridos desde el exterior con avituallamientos, provistos por el rey Alfonso V de Aragón, lo que hizo que el conflicto se demorase más de lo previsto. Como Giovanni I de Ventimiglia permitió que Giacomo Piccinino siguiese vivo, fue amonestado por el mismo Calixto III (Breve de reprensión de Calixto III a Giovanni de Ventimiglia, fechado en Roma a 9 de julio de 1455, sito en Archivo público de Milán en la sección Estado, Roma, 1461). En el mismo archivo también se encuentra una carta de “Jacobus archiepiscopus Ragusenus, commissarius et gubernatus” a Francesco Sforza, en la que defiende a Giovanni I con estas palabras: “Al prelibato capitaneo io non cognosco che in questa impresa di quanto ce è stato facto li se possa imponere mancamento alguno, etc”). Como elemento de juicio para entender la acción del marqués de Irache, quizás quepa comentar que Calixto III confiaba atraer a Alfonso V de Aragón, el protector e instigador de Piccinino, como su principal aliado y líder de la gran fuerza cristiana contra el turco con la que soñaba el pontífice. Como el Papa no podía enfadarse directamente con Alfonso V, lo hizo con su general. Historia de los Papas, desde fines de la edad media, Ludovico Pastor, Versión de la IV edición alemana, por el R.P. Ramón Ruiz Amado, de la compañía de Jesús, Vol II (Nicolao V y Calixto III, 1447-1458), Libro IV, Edita Gustavo Gil, Barcelona 1910. “la cuestión de Oriente”, “Empresa de Piccinino contra Sena”, Pag 363.
  63. Geraci Sículo, Enza Paruta, ISBN 978-88-89943-36-6, 2009 Edizioni Arianna, Pag 34.
  64. Ioanes Comes de Vigintimiliis constituitur capitaneus generalis gentium armorum S.D.N. Pape 1455 XV. Cal. Iul. (17 Junio) Aº 1.º Regest. 465, f.61. En 14 de abril de 1455, ya había dado orden Calixto III Vicariis intemporalibus Rom. ecclesie subiectis, ut non permittant transire Iacc. Piccininum in terras ecclesiae Regest. 436. f. 1. Archivo secreto pontificio. CF. El breve del Papa a Bolonia, de 11 de mayo de 1455. El original se halla en el Archivo Público de Bolonia, Q. lib. 3. Parece ser que la relación entre Calixto III y Giovanni de Ventimiglia no fueron siempre cordiales: existe otro documento que refleja ciertas tensiones entre ambos: el 9 de julio de ese mismo año está fechado un documento de Calixto III a Giovanni titulado Breve de reprensión de Calixto III a Giovanni de Ventimiglia, Archivo Público de Milán, donde está clasificado por error en la categoría Pot. Est. Roma 1461. Al parecer, Giovanni quiso dejar el servicio del Papa tras recibir esta misiva, pero el 13 de agosto el Arzobispo de Ragusa escribe una carta en defensa de Giovanni de Ventimiglia, que finalmente permanece hasta expulsar a Piccinino. La carta del arzobispo de Ragusa también se encuentra en el Archivo público de Milán.
  65. L'esercito napoletano nella seconda metà del Quattrocento, Francesco Storti, Centro Interuniversitario per la Storia delle Citta Campane nel Medioevo, Edita Laveglia, 01/01/2007, ISBN 978-88-88773-51-3, Pag 153 y Castelbuono medievale e i Ventimiglia, Pag 141, Orazio Cancila, Quaderni Mediterranea. Ricerche storiche 12. ISSN 1828-1818
  66. La Calabria a metà del secolo XV e le rivolte di Antonio Centelles, Ernesto Pontieri, Edita Fausto Fiorentino 1963, Napoles, Pag 148 y Castelbuono medievale e i Ventimiglia, Pag 141, Orazio Cancila, Quaderni Mediterranea. Ricerche storiche 12. ISSN 1828-1818.
  67. Dispacci sforzeschi da Napoli Volumen V (1.º gennaio 1462-31 dicembre 1463), a cura di E. Catone , A. Miranda y E. Vittozzi, Edita Laveglia&Carlone Editore, Salerno Novembre 2009, Pag 6 y Castelbuono medievale e i Ventimiglia, Pag 141, Orazio Cancila, Quaderni Mediterranea. Ricerche storiche 12. ISSN 1828-1818)
  68. Anales de la corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 10, Cap. LXVII, (Casamiento de doña Isabel de Prades con hijo de Francisco de Veintemilla, y sucesión de los estados de Golisano y Cotrón.) " Y tratóse que casase don Francisco de Veintemilla su hijo, con una doncella de la casa real que fue doña Isabel de Prades, hija -según Tomic dice- de don Pedro de Prades; y otra hija de don Jaime de Prades casó con el conde Juan de Veintemilla hijo de Enrico de Veintemilla conde de Girachi. Pero por muerte de doña Isabel se disolvió el matrimonio; y sucedió después en el estado de Golisano doña Costanza hija del conde don Antonio, que casó con don Gilabert de Centellas, y hubieron a don Antonio de Veintemilla y de Centellas que por matrimonio sucedió en el marquesado de Cotrón en Calabria."
  69. Giovanna era hija del conde Matteo de Moncada y de su segunda esposa, Alvira Ventimiglia, es decir, Jaime de Prades y Enrico Ventimiglia eran cuñados.
  70. Anales de la Corona de Aragón, Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 13 Cap. LVII (Causa de una sospecha que del conde de Luna se tuvo.), "En el mismo tiempo fueron por orden del conde a Castilla Hernando de Veintemilla hijo de Juan de Veintemilla conde de Girachi: y era el mayor recelo que se tenía dél, aunque no se publicaba tanto la inteligencia que tenía con diversas personas en Sicilia y que procuraba de embarazar el servicio que el rey esperaba de las cortes, fundándose en que el rey movía la guerra muy injustamente contra el seguro que habían dado los estados de sus reinos. Dio causa a esta sospecha porque desde que se partieron de Sigüenza los infantes don Enrique y don Pedro cuando el rey volvió a Aragón toda la gente se le fue despidiendo, que no le quedaron mil y quinientos de caballo cuando había deliberado de dar la batalla al rey de Castilla; y entonces viendo la determinación del rey todos le protestaron que no la diese y no halló quien le quisiese seguir tan declaradamente que no pudo ejecutar su propósito hasta que el rey de Castilla fue partido."
  71. Anales de la Corona de Aragón, Jerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 13 Cap. LVIII (Condiciones que pedía el conde de Luna al rey de Aragón.) " Estos caballeros traían cédula escrita de mano del conde, y por ella pidía seguridad para sí y para los suyos que la quisiesen por la mayor firmeza que pudiese ser, declarando que su intención era que no pudiese ser forzado a ir delante del rey sino de su voluntad. Quería que el rey diese orden que los parientes y amigos de la condesa su mujer del principado de Cataluña (sin que se declarase que lo pidía él) le asegurasen; y con esto también pidía que el rey le diese la isla de Ibiza, y si no la pudiese enajenar se le encomendase o se le diese Peñíscola; y para esto ofrecía de dar seguridades de castillos o de lo que el rey ordenase. Pidía también que ninguno se entremetiese en el hecho de doña Valentina de Mur su cuñada, considerando que tenía marido y no debía ser por aquel camino infamada; y el matrimonio era que el conde había procurado que casase con don Hernando de Veintemilla hijo mayor del conde de Girachi teniendo en su poder los hijos del conde de Girachi; aunque se entendió después que fue aquello fabricado por el conde de Luna con poderes falsos que se presentaron en nombre de don Hernando de Veintemilla. En lo que tocaba a las tenencias de los castillos del conde de donde se recelaba que podía resultar algún daño en deservicio del rey, decía que sería contento que los alcaides que entonces los tenían hiciesen la seguridad que el rey quisiese, guardando el rey lo que fuese prometido; y no se lo cumpliendo, los alcaides guardasen la fidelidad al conde y fuesen obligados de entregar al rey los castillos cuando quiera que la corte de Cataluña declarase que él faltaba contra su fe; y de otra manera quedasen obligados por el homenaje al conde y faltando el rey quedasen libres." y (Con la reina de Nápoles se confederó el conde de Luna.) "No podía pensar el rey que se moviese el conde tan livianamente como ello fue, sino con orden y gran favor del rey de Castilla que por consejo del condestable tuvo secreta confederación con la reina de Nápoles por el medio del gran senescal. Y túvose mucha sospecha que hubiese algún movimiento por esta causa en Sicilia; y como en esta sazón fue el rey avisado que don Hernando y don Juan de Veintemilla hijos del conde de Girachi eran idos al conde de Luna y se decía que fueron detenidos por él y los llevaba engañados para seguir su mal propósito, habiendo ofrecido de darlos en rehenes al rey de Castilla y que era uno de los que se entendían con el rey de Castilla y con el conde para en todas cosas de Sicilia, don Hernando de Veintemilla, y ofrecía que por su medio y del conde su padre se reduciría aquel reino a recibir al conde por su rey, proveyó el rey que fuese a Sicilia Pedro de Ferreras y con él se dio aviso de lo que acá pasaba a los visorreyes para que en caso que allá aportasen o el conde de Luna o los hijos del conde de Girachi."
  72. Federico de Luna, conde de Luna, fue hijo ilegítimo del rey Martino el joven. Usó este parentesco para legitimar sus intereses personales, pretendiendo ser el heredero del reino de Sicilia, a pesar del trato honorable que recibió tanto por parte de Fernando el justo como por Alfonso el magnánimo. Más adelante, Alfonso destituyó a Federico de Luna del cargo de gran almirante de Sicilia, por lo que se rebeló contra la corona y partió a combatir junto a soberano de Castilla, con el cual Alfonso estaba en guerra. Pero antes de dejar Sicilia, el conde de Luna convenció a los hermanos Ferdinando y Giovanni de Ventimiglia, hijos 2.º y 3.º del conde-marqués, para que le acompañaran en su aventura española. El conde-marqués quedó sumamente irritado (sic) de la felonía de sus hijos. Escribió al conde de Luna recriminándole haber seducido a sus hijos para que le secundasen en su traición. Tras un nuevo cruce de misivas destempladas, el conde de Luna retó a duelo al conde-marqués para dirimir la contienda. Storia Cronologica dei Vicerè Luogotenenti e Presidenti del Regno di Sicilia, CAPO IX. Giovanni Ventimiglia conte di Geraci, Niccolò Speciale, Guglielmo Moncada vicerè, e poi Pietro Felice, e Adamo de Asmundo presidenti. Giovanni di Blasi, dalla stamperia Oretea, Via dell’Albergaria 240, Palermo 1842.
  73. Secretos: instituidos por Federico II de Sicilia, inicialmente en la grandes ciudades, como responsables locales de la administración de las arcas y recaudaciones regias. Más adelante, en las pequeñas villas se implementaron los vicesecretos. Toda la tesorería real la controlaba el maestro secreto, el jefe de todos, a excepción de los secretos de Palermo, Messina y Catania, que eran independientes y reportaban directamente al rey. Fasti di Sicilia, descritti da Vincenzo Castelli, principe di Torremuzza e gentiluomo di camera, Volume II, Presso Giuseppe Pappalarbo, Messina 1820, Pag 441.
  74. Entre 1465 y 1471 estuvo en Cataluña, acompañando a su primo Giovanni Antonio Ventimiglia Clermont-Lodéve al servicio de la Corona de Aragón, contra las comunidades rebeldes locales. Castelbuono medievale e i Ventimiglia, Orazio Cancila, Palermo 2010, ISBN 978-88-902393-1-1, Cuaderno Num 12, Pag 146 y también Descripcion Genealogica de la Casa Aguayo y líneas que se derivan de ella, Antonio Ramos (Academico de la Real Academia de la Historia), Málaga 1781, Pag 412.
  75. Da Ferdinando il Cattolico a Carlo V: L’esperienza siciliana, 1475-1525 (Quaderni di scienze umane), Tomo II, Carmelo Trasselli, Editor: Rubbettino (1993), ISBN 10: 8872840260 ISBN 13: 9788872840269, Pag 369.
  76. I Ventimiglia di Geraci (1258-1619) , Vol II Pag 262. Orazio Cancila, Quaderni Mediterranea. Ricerche storiche. ISSN 1828-1818.
  77. Misma referencia que su hermano Fernando.
  78. "La politique orientale d'Alfonse V d'Aragon, roi de Naples (1416-1458)", Constantin Marinescu, Institut d’Estudis Catalans, Pag. 106, Barcelona 1994, ISBN 84-7283-276-7
  79. Alfonso V de Aragón en Italia y la crisis religiosa del siglo XV", Vol II, Josep Ametller i Viñas, Pag. 56, Gerona, Imprenta y librería de P. Torres, 1903
  80. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. XXXVIII (El conde de Caserta se puso en la obediencia del rey [de Aragón]; y con qué condiciones.) "Después de haberse concertado esto, estando el rey en Capua a 24 del mes de noviembre, Baltasar de la Ratta conde de Caserta -que hasta este tiempo había sido uno de los más principales del gobierno de la ciudad de Nápoles y de la parte anjoína- se puso en la obediencia del rey con estas condiciones: que su hijo Juan de la Ratta casase con doña Juana, hija menor del marqués de Girachi baronesa de Chimina, que sucedió en aquella baronía a doña Isabel de Veintemilla su madre, que fue mujer del marqués de Girachi, porque la mayor de las hijas del marqués estaba casada con el déspoto de Larta."
  81. Guillermo Raimundo IV recibió el oficio de Gran Canciller de Sicilia el 11 de octubre de 1433, oficio que tuvo que empeñar con permiso de Alfonso V el 21 de octubre de 1436 cuando fue apresado por los genoveses que le exigieron por su rescate la suma de 1.000 florines. Como premio a su fidelidad el monarca le concedió en 1436, 75.000 onzas de oro anuales sobre la gabela del Martilito de Catania. Extraído de El ducado de Montalto - Notas sobre los señorios italianos de Medina Sidonia. Alfonso Franco Silva
  82. Anales de la Corona de Aragón, de Gerónimo Zurita, Zaragoza 1610, Libro 14 Cap. XXXVIII (Casó don Guillén Ramón de Moncada con hija del marqués de Girachi). " Pero lo deste matrimonio no se efectuó; y doña Juana casó con don Guillén Ramón de Moncada conde de Calatanixeta. Y también pedía que se le restituyesen Alexano, Ugentino, Cusarno y Ragano, de tierra de Otranto, que estaban en poder del príncipe de Taranto. Y el rey le ofreció recompensa de todo a albedrío del marqués de Girachi."
  83. Declaración ante notario, ante el cabildo de la Iglesia de Nápoles y ante su vicario, de Juan Tomás de Moncada, hijo de Guillermo Ramón de Moncada, Conde de Adernó, expresando su renuncia al contrato matrimonial que firmó su padre con Isabel Ventimiglia, para casarle con Juana Ventimiglia, Ref: ES.45168.AHNOB//MONCADA,CP.400,D.12, Archivo Histórico de la Nobleza, Gobierno de España.