Cuando salir al ramal orillando el BioBio era siempre una caja de pandora, no importaban las condiciones climáticas, la variedad de equipos en circulación en ese entonces al final de la jornada te recompensaba al 1000%.
Es así como desques de haber viajado un par de kilometros en el viejo autotorre, debíamos entrar a la vía local, para esperar la llegada del corto del laja de la mañana que en esos días aun corria con AEL y AES.
Unihue fue entonces la estación en donde bajaríamos a sacar un par de fotos y a proseguir nuestra cacería hacia Talcamavida.