Viche (bebida)

El viche o biche es una bebida alcohólica artesanal típica del pacífico colombiano. Durante siglos los habitantes de esta región (Valle, Chocó, Nariño, Cauca) lo usaron para curar enfermedades como dolores estomacales, control de parásitos intestinales, para las mordeduras de culebras, también para aumentar el vigor y la fertilidad, por eso se conoce como una bebida con efectos afrodisíacos.

Etimología[editar]

El origen del nombre viene de las lenguas Bantúes del oriente centro africano, que denominaban esta bebida también como bichi o bichí, cualquiera de estos nombres significaban verde o crudo.[1]​ Se elabora principalmente en los ríos Naya (Valle, Saija y Micay Cauca). Tiene una estrecha relación con la ciudad de Cali por la cercanía con Buenaventura y a través de los ríos Anchicayá y Dagua. Buenaventura es el principal proveedor para los comerciantes de viche de Cali, quienes compran normalmente de a 5 galones y preparan bebidas derivadas del viche.

En la cultura[editar]

Los lugares en donde se consume viche son denominados por los oriundos del Pacífico “vicheras”, en donde se escucha música en torno a esta bebida artesanal. Hoy en día esta bebida del pacífico colombiano ha formado parte de la economía y práctica cultural de la ciudad de Cali, esto debido a diferentes eventos como el día del pacífico que se celebra en esta ciudad desde 1983, de igual manera el festival de Música del Pacífico "Petronio Álvarez" llevado a cabo desde 1997; también se ha ido comercializando de una manera informal por medio de lugares turísticos y con el proyecto Industrias Culturales de la Alcaldía de Santiago de Cali.

Preparación[editar]

Las mujeres han sido las protagonistas de la preparación del viche. Es un oficio que pertenece a las estructuras sociales y de organización familiar y doméstica del pacífico colombiano, el cual se hereda a las siguientes generaciones, a estas mujeres se les denomina "Sacadoras".

Se fabrica a partir del jugo de la caña de azúcar cortada antes de su maduración, dependiendo de quien la fabrica, se le agregan diferentes ingredientes para darle un sabor agradable. El contenido de alcohol es similar a otras bebidas destiladas como el aguardiente, su contenido etílico raya en los 35% de alcohol. Del viche se derivan otras bebidas típicas del pacífico como el Arrechón, que incluye clavos y especias aromáticas, el Tumbacatre, con esencia de borojó y chontaduro, y el Tomaseca.

Para la preparación del viche, primero se sustrae la materia prima, la caña se corta cruda para darle un sabor diferente de otras bebidas similares como el aguardiente, de ahí su nombre. Después es pasada a destilar.

Ley 2158 de 2021[editar]

En el año 2021, derivada de la sentencia C-480/19 de la Corte Constitucional en la cual se reconocen las bebidas alcohólicas de las comunidades afrocolombianas como exentas del monopolio de la producción de licores[2]​, se presentó un proyecto de ley, liderado por el entonces representante a la cámara por las comunidades negras, Jhon Arley Murillo, para proteger y reglamentar la producción y comercialización del viche.

Como resultado, nace la Ley 2158 de 2021, conocida como la Ley del Viche, la cual reconoce al viche/biche como patrimonio cultural colectivo de las comunidades negras del pacífico colombiano, y dicta los mecanismos para su reglamentación sanitaria, su protección y promoción.


Referencias[editar]

  1. «Esclavos negros en Cartagena y sus aportes léxicos». 
  2. Corte Constitucional, Corte Constitucional de Colombia (2019). «Sentencia C-480-19». Sentencia C-480-19. Consultado el 30 de diciembre de 2023. 
  • ABADÍA, Guillermo, ABC del folklore colombiano, año 2003, Panamericana Editorial, pág. 92.
  • ULRISH Oslender, Comunidades negras y espacio en el Pacífico colombiano: hacia un giro geográfico en el estudio de los movimientos sociales, Instituto Colombiano de Antropología e Historia/Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, Universidad del Cauca, 2008, pág. 149
  • Las tramas del patrimonio, historias, memorias y comunidades. Editores: Monica Therrien, Álvaro Andrés Santoyo. Observatorio de patrimonio cultural MIA. Instituto colombiano de Antropología e Historia. Bogotá, agosto de 2011. Pág. 161

Enlaces externos[editar]