Sinople

Representación del esmalte sinople, en color y en grabado.
Álamo de sinople en las armas del hundred de Lysing, en la provincia sueca de Östergötland.

En heráldica, sinople, sínople e incluso sinoble (del francés sinople y este nombre del de la antigua ciudad de Sinope) es la denominación del color verde.[1][2]​ De entre los esmaltes heráldicos, pertenece al grupo de los colores, junto con el gules (rojo), el azur (azul), el sable (negro) y el púrpura.

Historia[editar]

Michel Pastoureau ha observado que en los romances arturianos de los siglos XII y XIII los «caballeros verdes» casi siempre son personajes irreflexivos o malvados. (Ilustración de N.C. Wyeth, 1922).

Una de las primeras menciones de un escudo verde se encuentra en el Roman de Troie, de Benoît de Sainte-Maure, que data de alrededor del año 1155, donde este esmalte es descrito con el nombre que recibía en Francia en ese momento: vert (‘verde’).[3]

En los inicios de la heráldica, entre los siglos XII y XIII, este era el esmalte menos utilizado: el historiador Michel Pastoureau halló que aparecía en menos del 5 % de las armerías europeas.[4]​ Para explicar esta escasa presencia del verde en los escudos, se ha argüido que hasta el siglo XIII este color tuvo connotaciones negativas (el Diablo y sus criaturas, el islam, la inestabilidad); que hasta fines del siglo XIV fue difícil de fabricar y de fijar satisfactoriamente;[5]​ o que no destacaba contra el verde de la hierba.[6]

Sin embargo, durante el siglo XIV la Europa occidental experimentó una revalorización del color verde[5]​ y, si bien este color nunca fue ampliamente usado en armerías, hacia comienzos del siglo XV ya estaba bien establecido dentro del canon heráldico.[3]

De vert a sinople[editar]

Hasta principios del siglo XIV, el término sinople se empleaba en la literatura francesa como designación poética del color rojo. Este vocablo derivaba de sinope, sinopis, palabras latinas que en la antigüedad clásica se referían por lo general al rojo, en alusión a una clase de ocre rojo muy apreciado que se extraía en Capadocia y se exportaba desde el puerto de Sinope, en Anatolia.[2][5][3][7]​ Aun después de su adopción por parte de la heráldica con el significado de «verde», sinople conservó su significado literario de «rojo» durante unos dos siglos más.[3]

Se desconoce por qué motivo la palabra sinople experimentó ese cambio de significado en la jerga heráldica; Pastoureau ubica este cambio entre los años 1380 y 1400, o tal vez unas décadas antes.[5]​ Se ha sugerido que los heraldos franceses cambiaron el nombre del esmalte vert por sinople debido a que vert era homófono con vair (‘veros’), un forro heráldico.[3][5]

En los reinos españoles, recién a mediados del siglo XV el término heráldico francés sinople comenzó a ser traducido como esmalte heráldico verde, en lugar de rojo.[8]

De rojo a verde[editar]

En cuanto al aparente despropósito de la adopción del nombre de un pigmento rojo para designar a un esmalte verde, el jesuita y heraldista Claude-François Menestrier (1631-1705), en su obra L' Art du blason justifié, lo explica citando parte del texto de un folleto manuscrito que se remontaría a alrededor del año 1400, y que trataba acerca de colores para pintura e ilustración. En su libro, Menestrier copia un capítulo de este folleto, en donde se menciona un pigmento llamado sinoplum, el cual —siempre según el manuscrito— provenía de la «ciudad de Sinopoli» y era a veces rojo y a veces verde.[9][Nota 1]​ Esto sugiere que en algún momento se llamó sinoplum al renombrado ocre rojo de Anatolia, el actual rojo carmesí, y también a alguna clase de pigmento verde, igualmente importado.

Sinople heráldico convencional y manera de representarlo mediante líneas oblicuas cuando no se dispone de colores.

Representación[editar]

El sinople no se encuentra definido con exactitud. En consecuencia, el tono y el matiz de verde a emplear para representarlo quedan a criterio del artista heráldico. Se recomienda, sin embargo, que el verde sea fuerte y fiel a su naturaleza; no debe inclinarse demasiado hacia el amarillo ni hacia el azul.[10]

Cuando no se dispone de colores, el sinople puede representarse mediante un rayado muy fino de líneas oblicuas paralelas que van desde el ángulo superior izquierdo del dibujo hasta el inferior derecho, según el método atribuido al jesuita Silvestre Pietra Santa.[11]​ Este es el método de representación que se ve comúnmente en grabados a una tinta.

Ejemplos de uso[editar]

Debajo se presentan dos ejemplos antiguos y notables del uso del esmalte sinople.

Amadeo VI, duque de Saboya (1334–1383) fue apodado el «Conde Verde» debido a que solía vestir de este color. Si bien los colores de las armas de los Saboya eran plata y gules, durante la vida del Conde Verde se sumó el sinople a la librea de la Casa de Saboya. Estos tres colores, bastante más tarde, darían origen a la actual bandera de Italia.[5]

Uso en terrazas y montes[editar]

De entre las figuras heráldicas, suelen ser de sinople las terrazas y los montes, en representación del color de la hierba, aunque las reglas de la heráldica no impiden que se les asigne cualquier otro color.

Nombres, atribuciones y significados en desuso[editar]

Hacia el inicio del Renacimiento[14]​ se desarrolló un sistema de correspondencias simbólicas para los colores heráldicos que hoy se encuentra en desuso. Es de notar que hacia 1828 este sistema era considerado absurdo por el heraldista inglés William Berry,[15][Nota 2]​ aunque el español Francisco Piferrer, en 1858, lo comenta como si todavía fuese válido.[11]

Si bien Jean Courtois, Heraldo Sicilia del Reino de Aragón, menciona en su tratado Le blason des couleurs (1414) que cualquiera de estas asociaciones del sinople puede usarse para blasonar,[16]​ en la práctica es posible que solamente se hayan usado el sistema planetario y el sistema de piedras preciosas. Para Alberto y Arturo García Caraffa (1919), el blasonado con gemas correspondía a los títulos y el de planetas a los soberanos.[17]Arthur Fox-Davies cita un ejemplo de blasonado con piedras preciosas que data de 1458.[18][Nota 3]

Debajo se dan algunas de las antiguas correspondencias simbólicas del sinople, así como algunos de los nombres «griegos»[Nota 4]​ que se le atribuyeron.

Nombres «griegos» estera, molieuy, pracine[16]
Metal el mercurio,[15][19]​ el plomo,[16]​ el estaño[20]
Planeta Venus,[15][16]Mercurio[19][20]
Piedra preciosa la esmeralda,[15][16][19][20]​ el jaspe[19]
Signo del Zodíaco Géminis y Virgo[15][19]
Elemento el agua,[15][20]​ la tierra[11]
Estación del año la primavera[15][16][19]
Mes mayo,[15][19]​ agosto[15][19]
Día de la semana el miércoles,[19][20]​ el jueves,[16][20]​ el viernes[15]
Número 6[19]
Árbol el laurel[20]
Flor toda clase de plantas verdes,[15][19][20]​ la siempreviva[20]
Ave el loro[16][20]
Edad del hombre la juventud[15][16][19][20]
Complexión humana flemática[15][20]
Virtudes teologales y cardinales la fortaleza,[16][19]​ la esperanza[20]
Virtudes y cualidades mundanas la cortesía,[15][19]​ el regocijo, la juventud, la bondad, la belleza,[16][19]​ la honra, el amor,[19]​ la lealtad en el amor, la afabilidad,[15]​ la abundancia, la amistad, el campo y la posesión, el servicio y el respeto[11]
Obligaciones del portador defender a los huérfanos[11][20]​ y socorrer a los pobres, a los paisanos y a los labradores que estén oprimidos[11]

Además, de acuerdo con Courtois, el sinople sería considerado por algunos como el «menos noble» de los colores heráldicos.[16]

Véase también[editar]

Los metales heráldicos:

Los otros esmaltes heráldicos principales:

Y además:

Notas[editar]

  1. Sinoplum utrumque venit de urbe Sinopoli et est bonum: aliud viride aliud rubicundum: viride sinoplum seu sinopum dicitur Paphlagonicus Tonos, et rubicundum vocatur haemethites Paphlagonica: invenitur etiam et in regno Franciae vocatum Broliamini.
  2. «Algunos heraldos imaginativos de tiempos pasados, para mayor distinción y honor del portador de las armas, han llamado en su ayuda no solo a los cuerpos celestes, sino a las más preciosas piedras del orbe para describir los colores de las armas de los príncipes soberanos y nobles de la tierra; y han llevado su imaginación aún más lejos, atribuyendo a cada planeta, signo celestial [zodiacal], piedra preciosa, metal y color las virtudes que representan, así como a los meses, días, flores, elementos, estaciones del año, complexiones y números que por estos se entendían. Sin suscribir a estos caprichos y fantasías, ni con el deseo de perpetuar estas locuras, sino simplemente con el objeto de mostrar el entusiasmo extravagante con que la heráldica ha sido practicada algunas veces, el autor ha anexado un paradigma de estos absurdos...».
  3. Blasonado de las armas otorgadas a Mödling bei Wien en 1458: Mit namen ain Schilt gleich getailt in fasse, des ober und maister tail von Rubin auch mit ainer fasse von Berlein, der under thail von grunt des Schilts von Schmaragaden, darinneain Pantel von Silber en Rampannt. «A saber, un escudo cortado en partes iguales: la parte superior y mayor de rubí, también con una faja de perla; la parte inferior del campo del escudo de esmeralda, y en él una pantera de plata, rampante».
  4. Los tratadistas heráldicos de siglos pasados sostenían que los blasones se habían originado en el antiguo Egipto, en la antigüedad clásica o incluso en sucesos relatados en el Antiguo Testamento (ver García Caraffa, op. cit., p. 6). Para Piferrer, los nombres citados corresponderían a las épocas anterior y posterior a la destrucción de Troya.

Referencias[editar]

  1. Real Academia Española. «sinople». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. a b Gallego, Rosa; Sanz, Juan Carlos (2001). Diccionario Akal del color. Akal. p. 450. ISBN 978-84-460-1083-8. 
  3. a b c d e Gage, John (1999). Color and Culture: Practice and Meaning from Antiquity to Abstraction (en inglés). Berkeley; Los Ángeles: University of California Press. p. 81–82. ISBN 0-520-22225-3. Consultado el 24 de enero de 2013. 
  4. Pastoureau, Michel (2008). Black: The History of a Color (en inglés). Princeton; Oxford: Princeton University Press. p. 72. ISBN 978-0-691-13930-2. 
  5. a b c d e f Pastoureau, Michel (2007). «Une couleur en mutation: le vert à la fin du Moyen Âge». Comptes-rendus des séances de l'Académie des Inscriptions et Belles-Lettres (en francés) 151 (2): 722-727. ISSN 1969-6663. doi:10.3406/crai.2007.87941. Consultado el 25 de enero de 2013. 
  6. Bedingfeld, H.; Gwynn–Jones, P. (1993). Heraldry (en inglés). Secaucus: Chartwell Books. p. 56. ISBN 1-55521-932-2. 
  7. Eastaugh, N.; Walsh, V.; Chaplin, T.; Siddall, R. (2004). Pigment Compendium: A Dictionary of Historical Pigments (en inglés). Oxford; Burlington: Elsevier / Butterworth Heinemann. ISBN 0-7506-57499. Consultado el 24 de enero de 2013. 
  8. Antonio Contreras Martín. «El armamento personal en el Lanzarote del Lago (MS. 9611 BNMADRID)». Universidad de Valencia. Consultado el 24 de enero de 2013. 
  9. Menestrier, Claude François (1661). L’ art du blason justifié (en francés). Lyon: Imprenta de Benoît Coral. p. 44–46. 
  10. Von Volborth, Carl A. (1991). The Art of Heraldry (en inglés). Londres: Tiger Books International. p. 21. ISBN 1-85501-154-9. Consultado el 24 de enero de 2013. 
  11. a b c d e f Piferrer, Francisco (1858). Tratado de heráldica y blasón. Madrid: Imprenta de Ramón Campuzano. 
  12. «Wappen, Flaggen, Markenhandbuch» (en alemán). Sachsen.de (Portal des Freistaat Sachsen). Archivado desde el original el 22 de enero de 2013. Consultado el 26 de enero de 2013. 
  13. «Das Land Steiermark: Styria’s coat of arms» (en varios idiomas). Estado y Gobierno de Estiria. 2012. Consultado el 30 de mayo de 2012. 
  14. Levin, Craig. «Precious Peers and Planetary Princes» (en inglés). Archivado desde el original el 14 de marzo de 2012. Consultado el 31 de diciembre de 2012. 
  15. a b c d e f g h i j k l m n ñ Berry, William (c. 1828). Encyclopædia Heraldica, Vol. 1 (en inglés). Londres: Sherwood, Gilbert and Piper. 
  16. a b c d e f g h i j k l Jean Courtois (Sicille), Heraldo de Alfonso V, Rey de Aragón (1809 [reedición anotada de un tratado de 1414]). Hippolyte Cocheris, ed. Le blason des couleurs en armes, livrées et devises (en francés). París: Auguste Aubry. 
  17. García Caraffa, Alberto y Arturo (1919). Enciclopedia heráldica y genealógica hispano–americana, Tomo Primero. Madrid: Imprenta de Antonio Marzo. 
  18. Fox–Davies, Arthur C. (1909). A Complete Guide to Heraldry (en inglés). Londres, Edimburgo: T.C. & E.C. Jack. p. 77. Consultado el 31 de diciembre de 2012. 
  19. a b c d e f g h i j k l m n ñ o De Bara, Jérôme (1579). Le blason des armoiries (en francés). Lyon: Imprenta de Claude Rauot. 
  20. a b c d e f g h i j k l m n López de Haro, Alonso (1622). Nobiliario genealógico de los reyes y títulos de España. Libro I. Madrid: Imprenta de Luis Sánchez. p. 6. 

Enlaces externos[editar]