Sidamo (provincia)

Sidamo
Provincia desaparecida

Ubicación de Sidamo
Coordenadas 5°N 39°E / 5, 39
Capital Awasa
Entidad Provincia desaparecida
 • País Etiopía
Subdivisiones  
 • Awrajas 6

Sidamo o Sidama es una antigua provincia etíope. Su capital fue en un principio Yrgalem y después Awasa. El nombre de la provincia viene del grupo étnico que era mayoritario: los sidamas. La provincia fue dividida en 1995 entre las regiones de Oromía y de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur.

Anteriormente pertenecía al antiguo Reino de Kaffa. Sidamo limitaba al oeste con la provincia de Gamu-Gofa, al norte con Shewa, al este con Bale, al sureste con Somalia y al sur con Kenia.

La provincia producía una variedad de café de tipo moca.

Historia[editar]

Tras la expulsión de los italianos en 1941 y el retorno de Haile Selassie en 1942, en 1943 se creó la provincia de Sidamo con las provincias imperiales de Borana, Sidama, y el territorio de los Welayta.[1]

En 1960 se sublevó el pueblo gedeo, el cual se quejaba de la nueva tasación era demasiado opresiva; pero la rebelión fue reprimida brutalmente; Bahru Zewde explica que los rebeldes, casi todos campesinos, "armados en gran parte sólo con lanzas y espadas, se enfrentaron a un bien equipado ejército formado por los terratenientes y señores locales y las fuerzas del gobierno, los gedeos rebeldes fueron derrotados en varios combates y una comisión de arbitraje dirigida por Afa Negus Eshate Gada dio la razón a los terratenientes y multó a los jefes tribales de los gedeos que habían participado en la revuelta.[2]

La nueva constitución de 1995 repartió la provincia entre Oromía y una región mayor (formada por cinco subregiones) conocida como Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur.

Awrajas[editar]

La provincia estaba dividida en 6 awrajas.

  • Arero
  • Borena
  • Gedeo
  • Jemjem
  • Sidama
  • Welayita

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Paul B. Henze, Layers of Time (New York: Palgrave, 2000), págs. 237f.
  2. Bahru Zewde, A History of Modern Ethiopia, pág. 218.