Segunda Guerra Mundial

Segunda Guerra Mundial
Parte de la Edad Contemporánea

Fecha 1 de septiembre de 1939-2 de septiembre de 1945
(6 años y 1 día)
Lugar Todos los continentes y océanos, y en especial: Europa, el norte de África, los océanos Pacífico y Atlántico, Oriente Medio y el Sudeste asiático
Casus belli
Resultado Victoria aliada
Consecuencias
Cambios territoriales Véase el anexo
Beligerantes
Potencias del Eje
Bandera de Alemania nazi Alemania
Bandera de Italia Italia
Bandera del Imperio del Japón Japón
Aliados
Bandera de la Unión Soviética Unión Soviética
Bandera del Reino Unido Reino Unido
Bandera de Francia Francia
Bandera de Estados Unidos Estados Unidos
Bandera de la República de China China
Figuras políticas
Comandantes
Bandera de Alemania nazi Hermann Göring
Bandera de Alemania nazi Hans Frank Ejecutado
Bandera de Alemania nazi Martin Bormann Ejecutado
Bandera de Alemania nazi Joachim von Ribbentrop Ejecutado
Bandera de Alemania nazi Wilhelm Keitel Ejecutado
Bandera de Japón Isoroku Yamamoto Ejecutado
Bandera de Japón Kōki Hirota Ejecutado
Bandera de Italia Rodolfo Graziani
Bandera de Italia Emilio de Bono Ejecutado
Bandera de Italia Galeazzo Ciano Ejecutado
Bandera de la Unión Soviética Gueorgui Zhúkov
Bandera de la Unión Soviética Iván Kónev
Bandera de Estados Unidos Douglas MacArthur
Bandera de Estados Unidos Dwight D. Eisenhower
Bandera de Estados Unidos George Patton
Bandera del Reino Unido Bernard Montgomery
Bandera del Reino Unido Harold Alexander
Bandera de Francia Charles de Gaulle
Unidades militares
Wehrmacht

Fuerzas Armadas del Imperio del Japón
Fuerzas Armadas del Reino de Italia
Fuerzas Armadas Soviéticas
Fuerzas Armadas de los Estados Unidos
Fuerzas Armadas Británicas
Bajas
Primera Guerra Mundial y período de entreguerras Segunda Guerra Mundial posguerra de la Segunda Guerra Mundial, Trente Glorieuses, Guerra Fría y Tercera Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial[nota 2]​ fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En ella se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo —incluidas todas las grandes potencias, así como prácticamente todas las naciones europeas— agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados, por un lado, y las Potencias del Eje, por otro. Fue la mayor contienda bélica en la historia de la humanidad, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de guerra total en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que incluyeron la muerte masiva de civiles (el Holocausto, los bombardeos masivos sobre ciudades y el uso, por primera vez en un conflicto bélico, de armas nucleares), la Segunda Guerra Mundial fue la más mortífera de la historia, con un resultado de entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5 % de la población mundial de esa época.[2]

El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, cuando Hitler se decidió a la incorporación de una de sus reivindicaciones expansionistas más delicadas: El Corredor Polaco, que implicaba la invasión de la mitad occidental de Polonia; la mitad oriental, junto con Estonia, Letonia y Lituania fue ocupada por la Unión Soviética, mientras que Finlandia logró mantener su independencia de los soviéticos (guerra de Invierno). El Reino Unido y Francia le declararon la guerra a Alemania, que esperaban que esta fuera, como una repetición de la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial («guerra de mentira») para la que habían tomado toda clase de precauciones (línea Maginot) que demostraron ser del todo inútiles. Las maniobras espectaculares de la blitzkrieg («guerra relámpago») proporcionaron en pocos meses a Alemania el control de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y la propia Francia, mientras que el ejército británico escapaba in extremis desde las playas de Dunkerque durante la batalla de Francia. La mayor parte del continente europeo estaba ocupado por el ejército alemán o por sus aliados, entre los que destacaba la Italia fascista, cuya aportación militar no fue muy significativa (batalla de los Alpes, guerra greco-italiana).

La batalla de Inglaterra, la primera completamente aérea de la historia, mantuvo durante el periodo siguiente la presión sobre el nuevo gobierno de Winston Churchill, decidido a la resistencia («sangre, sudor y lágrimas») y que finalmente venció, entre otras cosas gracias a una innovación tecnológica (el radar) y al decisivo apoyo estadounidense, que negoció en varias entrevistas con Franklin D. Roosevelt (Carta del Atlántico, 14 de agosto de 1941).

En 1941, la necesidad estratégica de ocupar los campos petrolíferos del Cáucaso impulsó a Alemania a invadir la Unión Soviética (operación Barbarroja), inicialmente exitosa, pero que se estancó en la batalla de Moscú y los sitios de Leningrado y Stalingrado. Al mismo tiempo, Japón, en su campaña de expansión por Asia y en venganza por el embargo económico que el gobierno estadounidense les había impuesto, atacó Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941; la agresión precipitó la entrada de Estados Unidos en la guerra. Pocos meses después, la batalla de Midway (en julio de 1942) marcaría un punto de inflexión en la guerra del Pacífico ante el debilitamiento de la capacidad de combate japonesa frente a los estadounidenses. En el norte de África, los británicos frenaron el avance de los Afrika Korps alemanes desde Libia hacia Egipto en la batalla de El Alamein (1942), después de la invasión italiana al canal de Suez (1940).

El periodo final de la guerra se caracterizó por las complejas operaciones necesarias para los desembarcos aliados en Europa (Sicilia, en julio de 1943; Anzio, en enero de 1944; Normandía, en junio de 1944) y por el hundimiento del frente oriental, en el que se libraron las operaciones con tanques más encarnizadas de la historia (batalla de Kursk, especialmente en Prójorovka, julio de 1943), mientras en el frente occidental los alemanes experimentaban armas tecnológicamente muy desarrolladas (misiles V-1 y V-2) y soportaban bombardeos destructivos sobre sus ciudades a una escala nunca antes vista (bombardeo de Dresde, en febrero de 1945) y la destrucción total de su capital (batalla de Berlín, entre abril y mayo de 1945).

En el frente del Pacífico, los estadounidenses tuvieron que desalojar isla a isla a los japoneses, tanto en el sur del Pacífico (Guadalcanal, en agosto de 1942) como en Filipinas (Manila, en febrero de 1945); tras librar las mayores batallas navales de la historia (batalla del Mar del Coral, en mayo de 1942; batalla de Midway, en junio de 1942; batalla del Golfo de Leyte, en octubre de 1944), alcanzaron tierras niponas (Iwo Jima, en febrero de 1945 y Okinawa, en abril de 1945). En agosto de 1945, el presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman ordenó bombardear con las recién inventadas armas nucleares las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. La devastación causada por el ataque, que a la larga se cobraría la vida de 250 000 personas, precipitó la capitulación de Japón.

A diferencia de la Primera Guerra Mundial, la rendición (tanto la japonesa como la alemana) se produjo por derrota incondicional, sin pasar por ningún tipo de negociación. Las conversaciones decisivas fueron las que plantearon la división de Europa en zonas de influencia entre los aliados, y que se negociaron en sucesivas cumbres (conferencia de Teherán, el 1 de diciembre de 1943; conferencia de Yalta, en febrero de 1945; y conferencia de Potsdam, en julio de 1945).

La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. Tras la conflagración, se fundó la Organización de las Naciones Unidas con el fin de fomentar la cooperación internacional y de prevenir potenciales conflictos. La Unión Soviética y Estados Unidos se erigieron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó durante los siguientes cuarenta y seis años. Al mismo tiempo, la influencia de las grandes potencias europeas entró en decadencia, materializada en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido perjudicadas abordaron la recuperación económica con la ayuda financiera del país americano (plan Marshall), mientras que la integración política emergía como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.

Cronología

En general se considera que la guerra comenzó en Europa el 1 de septiembre de 1939[3][4]​ con la invasión alemana de Polonia, que provocó la declaración de guerra de Reino Unido y Francia a Alemania dos días después, seguida por la invasión soviética de Polonia el 17 de septiembre de 1939. Las fechas de inicio de las hostilidades en la zona del océano Pacífico son varias y anteriores en el tiempo: La segunda guerra chino-japonesa que comenzó el 7 de julio de 1937[5][6]​ o incluso la invasión japonesa de Manchuria a partir del 19 de septiembre de 1931.[7][8]

Otros coinciden con el historiador británico A. J. P. Taylor, que sostenía que la guerra chino-japonesa y la guerra en Europa y sus colonias ocurrieron simultáneamente y ambas se desataron en 1941. Otra fecha de inicio a veces usada para la Segunda Guerra Mundial es la invasión italiana de Etiopía desde el 3 de octubre de 1935.[9]​ El también historiador Antony Beevor opina que la conflagración comenzó con la batalla de Jaljin Gol entre Japón y las fuerzas de Mongolia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), de mayo a septiembre de 1939.[10]​ En este artículo se seguirá la datación convencional.

La fecha exacta del fin de la guerra tampoco tiene un consenso universal. Generalmente se ha aceptado que el conflicto terminó con el armisticio japonés del 14 de agosto de 1945, en lugar de la rendición formal de Japón, que se produjo el 2 de septiembre y que puso final definitivo a las hostilidades en Asia. En 1951 se firmó un tratado de paz con Japón.[11]​ Décadas después, en 1990, un tratado sobre el futuro de Alemania permitió la reunificación del país y resolvió muchos de los problemas de la posguerra en Europa.[12]​ Japón y la URSS no firmaron nunca un tratado de paz formal.[13]

Antecedentes

La Liga de la asamblea de las Naciones, celebrada en Ginebra, Suiza, 1930.

Las causas bélicas del estallido de la Segunda Guerra Mundial son, en Occidente, la invasión de Polonia por las tropas alemanas; y en Oriente, la invasión japonesa de China, las colonias británicas y neerlandesas y posteriormente el ataque a Pearl Harbor.

La Segunda Guerra Mundial estalló después de que estas acciones agresivas recibieran como respuesta una declaración de guerra, la resistencia armada o ambas, por parte de los países agredidos y aquellos con los que mantenían tratados. En un primer momento, los países aliados estaban formados tan solo por Polonia, Reino Unido y Francia, mientras que las fuerzas del Eje las constituían únicamente Alemania e Italia en una alianza llamada el Pacto de Acero. A medida que la guerra progresó, los países que iban entrando en ella (por ser atacados o tener tratados con los países agredidos) se alinearon en uno de los dos bandos, dependiendo de cada situación. Ese fue el caso de los Estados Unidos y la URSS, atacados respectivamente por Japón y Alemania. Algunos países, como Hungría o Italia, cambiaron sus alianzas en las fases finales de la guerra.

En Europa

La Segunda Guerra Mundial en Europa puede entenderse como la prolongación de los conflictos no resueltos tras la Primera Guerra Mundial. [14][15]​ Aunque la Gran Guerra terminó en 1918, las tensiones y rivalidades entre las naciones europeas quedaron lejos de solucionarse. Alemania, a pesar de su rendición, no había sido invadida militarmente y su monarquía, precedida por Guillermo II de Alemania había sido derrocada en medio de una revolución interna, lo que llevó a muchos alemanes a creer que podían negociar condiciones de paz más justas basadas en los Catorce Puntos propuestos por el presidente estadounidense Woodrow Wilson.[16]​ Sin embargo, esta expectativa se desvaneció rápidamente. [16]

El orden establecido al final de la guerra, lejos de consolidar una paz duradera, provocó un profundo resentimiento en Alemania. La pérdida de territorios y colonias, sumada a una fuerte crisis económica y política, creó un ambiente de frustración que muchos alemanes dirigieron hacia los grupos que habían impulsado la revolución de Noviembre y la caída del antiguo régimen.

El Imperio Austrohúngaro se fragmentó en múltiples naciones; Austria y Hungría se convirtieron en estados independientes y nuevas entidades como Checoslovaquia y Yugoslavia surgieron a partir de sus antiguos territorios. Por su parte, Rusia, en plena revolución bolchevique, perdió el control sobre vastas regiones, incluidos los países bálticos, mientras luchaba por imponerse en una devastadora guerra civil. [15]

En este nuevo mapa europeo, surgieron once estados que pretendían actuar como barreras tanto contra una posible expansión alemana como contra la amenaza del comunismo soviético. Sin embargo, las tensiones nacionales, las rivalidades territoriales y las fragilidades políticas de estos nuevos países mantuvieron a Europa en un estado de inestabilidad permanente, abonando el terreno para futuros conflictos. [14]

Mapa político de Europa en 1923, tras el final de la Primera Guerra Mundial y la firma de los tratados de paz.
Expansión de Alemania de 1935 a 1939

Tratado de Versalles (1919)

El Tratado de Versalles, establecía la compensación que Alemania debía pagar a los vencedores de la Primera Guerra Mundial. El Reino Unido obtuvo la mayor parte de las colonias alemanas en África y Oceanía (aunque algunas fueron a parar a manos de Japón y Australia). Francia, en cuyo suelo se libraron la mayor parte de los combates del frente occidental, recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación de Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania por Otto von Bismarck tras la Guerra Franco-prusiana en 1870.

En el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y reemplazada por un gobierno provisional que a su vez fue derrocado por los bolcheviques de Lenin y Trotski. Después de firmar el Tratado de Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra civil, que vencieron, creando la URSS en 1922. Sin embargo, ésta había perdido mucho territorio por haberse retirado prematuramente de la guerra. Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron como naciones a partir de una mezcla de territorios soviéticos y alemanes tras el Tratado de Versalles.

En Europa Central, aparecieron nuevos estados tras el desmembramiento del Imperio Austrohúngaro: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. Además, el extinto Imperio tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y a Italia.

En Alemania, el Tratado de Versalles tuvo amplio rechazo popular: Bajo su cobertura legal se había desmembrado el país, la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los Aliados considerados abusivos, y el Estado carecía de fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a expandir su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de indefensión y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a combatir en territorio alemán, hizo surgir la teoría de la Dolchstoßlegende (puñalada por la espalda), la idea de que en realidad la guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo que hacía aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos.

La desmovilización forzosa del ejército hasta la fuerza máxima de cien mil hombres permitida por el tratado (un tamaño casi testimonial respecto al anterior) dejó en la calle a una cantidad enorme de militares de carrera que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de subsistencia en un país vencido, con una economía en pleno declive, y tensión social. Todo eso favoreció la creación y organización de los Freikorps, así como otros grupos paramilitares. La lucha de los Freikorps y sus aliados contra los movimientos revolucionarios alemanes como la Liga Espartaquista (a veces con la complicidad o incluso el apoyo de las autoridades) hizo que tanto ellos como los segmentos de población que les apoyaban se fueran inclinando cada vez más hacia un ideario reaccionario y autoritario, del que surgiría el nazismo como gran aglutinador a finales de los años 20 e inicios de los 30. Hasta entonces, había sido un partido en auge, pero siempre minoritario; un intento prematuro de hacerse con el poder por la fuerza (el Putsch de Múnich) acabó con varios muertos, el partido ilegalizado y Hitler en la cárcel. Durante ese periodo de encarcelamiento Hitler escribió el Mein Kampf (Mi lucha), el libro en el que sintetizó su ideario político para Alemania.

Discurso político de Benito Mussolini en la tribuna de la plaza de Milán en mayo de 1930

El fracaso de la democracia y la Gran Depresión

El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado con la Gran Depresión de inicios de los 30, hizo que la débil República de Weimar no fuera capaz de mantener el orden interno; los continuos disturbios y conflictos en las calles incrementaron la exigencia de orden y seguridad por parte de sectores de la población cada vez más amplios. Sobre esa ola de descontento y rencor, el Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler se presentó como el elemento necesario para devolver la paz, la fuerza y el progreso a la nación. Los ideólogos del partido establecieron las controvertidas teorías que encauzarían el descontento y justificarán su ideario: La remilitarización era imprescindible para librarse del yugo opresor de las antiguas potencias aliadas; la inestabilidad del país era ocasionada por movimientos sociales de obediencia extranjera (comunistas) o grupos de presión no alemanes (judíos), culpables además de haber apuñalado por la espalda a la Gran Alemania en 1918; además, Alemania tiene derecho a recuperar los territorios que fueron suyos, así como asegurarse el necesario espacio vital (Lebensraum) para asegurar su crecimiento y prosperidad. Todas estas ideas quedaron plasmadas en el Mein Kampf.

Partiendo de la sensación de afrenta originada por el Pacto de Versalles, los nazis potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de reparación en la sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las necesidades de su propio programa político, presentando el militarismo y la adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías capaces de reconducir la situación. Así se justificó la represión brutal de cualquiera que no pensara del mismo modo o fuera percibido como un enemigo del Estado. Y el clima existente a causa del Pacto hizo que aparte de la sociedad no le preocupase lo más mínimo el incumplimiento de cualquier tipo de tratado internacional. Hasta 1932, el NSDAP fue incrementando su cuota electoral en las elecciones federales, manteniendo un estilo político igual de bronco y agresivo que el que practicaba en la calle.

Sturmabteilung (SA) en Berlín, 1932.

En noviembre de 1932 tienen lugar las octavas elecciones federales alemanas, en las que el NSDAP logra un 33.1 % de votos (aunque bajó algo más de un 4 %). Al ser la lista más votada y ante la imposibilidad de lograr una opción de consenso entre las demás fuerzas políticas, el presidente Hindenburg nombra canciller a Hitler y le ordena formar gobierno.

El 27 de febrero de 1933, un incendio arrasa el Reichstag, la sede del parlamento alemán. A raíz de este suceso, Hitler declara el estado de excepción. Pronto surge desde el partido nazi la acusación de que los comunistas son los instigadores de la quema, y Hitler logra que un Hindenburg ya muy mermado de salud firme el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo tanto al partido comunista como a cualquier organización afín a ese partido.

Con sus principales enemigos políticos ilegalizados, Hitler procedió a convocar las novenas elecciones federales alemanas el 5 de marzo de 1933. Esta vez logra un 43.9 % de votos y pasa a gobernar, en coalición con el DNVP, en mayoría absoluta. Una vez conseguido el poder político, para lograr el apoyo de la cúpula del ejército (Reichswehr), ordenó asesinar a los dirigentes de las SA, en la llamada noche de los cuchillos largos, la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1934.

Ocupaciones y acuerdos europeos

Hitler restauró en Alemania el servicio militar generalizado que había sido prohibido por el Tratado de Versalles, remilitarizó la Renania en 1936 y puso en práctica una política extranjera agresiva, el pangermanismo, inspirada en la búsqueda del Lebensraum, destinada a reagrupar en el seno de un mismo estado a la población germana de Europa central, comenzando por Austria (Anschluss) en marzo de 1938.

El principal objetivo declarado de la política exterior alemana de la época inmediatamente anterior a la guerra era, por una parte, la recuperación de esos territorios, así como del Corredor polaco y la Ciudad libre de Dánzig, en los antiguos territorios de Prusia perdidos por Alemania después de 1918. Esas reclamaciones territoriales constantes constituían elementos importantes de inestabilidad internacional, pues Berlín reivindicaba abiertamente su restitución, de forma cada vez más agresiva, con la intención de reconstruir la Gran Alemania Großdeutschland.

De izq. a der.: Chamberlain, Daladier, Hitler, Mussolini, y Ciano fotografiados antes de firmar los Acuerdos de Múnich.

El oeste de Checoslovaquia (la región conocida como los Sudetes) era el hogar de una gran cantidad de población de ascendencia germana, cuyos derechos, según el gobierno alemán, estaban siendo infringidos. La anexión de los Sudetes fue aceptada en los Acuerdos de Múnich en septiembre de 1938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde el francés Édouard Daladier y el primer ministro británico Neville Chamberlain, siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron en que sería la última reivindicación de la Alemania nazi. Hitler había transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras entregarle un conjunto de informes con supuestas atrocidades cometidas contra habitantes alemanes en los Sudetes. La postura inglesa y francesa se debía en gran parte a la reticencia de sus poblaciones a verse envueltos de nuevo en una guerra a escala mundial, así como al convencimiento (sobre todo por parte de ciertos sectores de la sociedad inglesa) de que realmente el Tratado de Versalles había sido excesivo.

Sin embargo, en marzo de 1939 los ejércitos de Alemania entraron en Praga tomando el control de los territorios checos restantes. Al día siguiente, Hitler, desde el Castillo de Praga, proclamó el establecimiento del Protectorado de Bohemia y Moravia, a la vez que propició la aparición del Estado títere de Eslovaquia. También se apoderó del territorio de Memel, perteneciente a Lituania.

Adolf Hitler en Bonn, 1938.

El fracaso del apaciguamiento demostró a las potencias occidentales que no era posible confiar en los tratados que pudieran firmarse con Hitler, así como que sus aspiraciones expansionistas no podían seguir siendo toleradas. Polonia rechaza ceder Dánzig a Alemania y firma con Francia un acuerdo de mutua defensa el 19 de mayo de 1939 y en agosto también lo suscribió con Gran Bretaña.

Por su parte, Alemania y la URSS firmaron el 23 de agosto del mismo año el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que incluía un protocolo secreto por el que ambas potencias se dividían Europa central en esferas de influencia, incluyendo la ocupación militar. El tratado establecía el comercio e intercambio de petróleo y comida de la URSS a Alemania, reduciendo así el efecto de un futuro bloqueo por parte de Gran Bretaña como el que casi había ahogado a Alemania en la Primera Guerra Mundial. Hitler pasó entonces a centrarse en la preparación del futuro conflicto con los Aliados cuando, como pretendía, invadiera Polonia con el fin de incorporarla a Alemania. La ratificación del tratado de defensa entre Polonia y el Reino Unido no alteró sus planes.

Benito Mussolini (izquierda) y Adolf Hitler (derecha), líderes de la Italia fascista y de la Alemania nazi respectivamente (1937)

Benito Mussolini se había convertido en líder indiscutido de Italia durante ese mismo período de entreguerras. Expulsado del Partido Socialista Italiano por apoyar la participación de Italia en la Primera Guerra Mundial, en 1919 fundó los Fasci italiani di combattimento, grupo militar integrado por excombatientes, que reprimían a los movimientos denominados obreros y al partido socialista; era por tanto análogo a los Freikorps alemanes tanto en ideario como en actuación. El fascismo creado por Mussolini defendía un régimen militarista, autoritario, nacionalista, que centralizara el poder en una persona y un movimiento (Partido Nacional Fascista en el caso italiano) y contrario a las instituciones democráticas. Los fascistas tomaron como emblema el fascio, antiguo símbolo de poder entre los romanos, consistente en un haz de varas con un hacha en el centro.

En estos años los movimientos obrero y campesino se manifestaron de manera más radical al tomar las fábricas y las tierras bajo su control, en un intento por imitar la Revolución Rusa. Los industriales y terratenientes, asustados por esta amenaza a sus intereses, apoyaron económicamente a los Fasci di combattimento. En septiembre de 1922 los camisas negras, como también eran conocidos los fascistas, organizaron una marcha sobre Roma, para presionar al gobierno por la incapacidad de resolver la situación económica. En respuesta, Víctor Manuel III nombró a Mussolini primer ministro. Este empezó a autodenominarse Duce ('Caudillo'), y estableció un gobierno totalitario. Creó el Gran Consejo Fascista que controló el Parlamento. Persiguió a los sindicatos, al Partido Socialista, a la prensa contraria a su gobierno, y a la Iglesia. Suprimió las libertades individuales y el derecho de huelga. Controló los medios de comunicación y solo permitió propaganda que exaltara el nacionalismo y el fascismo. También introdujo el militarismo en el sistema educativo italiano.

Del mismo modo que Hitler en Alemania, Mussolini defendía el derecho de Italia a la expansión territorial, de grado o por fuerza. Mussolini comenzó una gran campaña expansionista conocida como el colonialismo italiano. Estableció colonias en Somalia, Eritrea y Libia, y conquistó por la fuerza Abisinia y Albania, ignorando las protestas de la Sociedad de Naciones.

Guerra Civil Española (1936-1939)

Ruinas de la localidad de Guernica tras el bombardeo de 1937 por parte de la aviación de la Alemania nazi durante la guerra civil española

Cuando estalló la guerra civil en España, Hitler y Mussolini brindaron ayuda militar a los sublevados nacionalistas, comandados por el general Francisco Franco. Italia ofreció un respaldo más amplio que el de los nazis: Mussolini mandó a España más de 70.000 soldados terrestres, 6.000 miembros de la aviación y 720 aeronaves. [17]

El apoyo al levantamiento militar del general Francisco Franco en España por parte de Italia y Alemania con tropas y armamento desafió abiertamente al acuerdo de no-intervención en el conflicto civil (guerra civil española) de las naciones extranjeras. Hitler había firmado ya el Pacto de Acero con Mussolini, el único de los dirigentes europeos con un ideario similar. El apoyo a las fuerzas franquistas fue un intento de establecer un Estado fascista controlando el acceso al Mediterráneo con vistas a una futura guerra europea, algo que solo funcionó a medias

La Unión Soviética respaldó al gobierno legítimo de la República Española. Además, más de 30.000 voluntarios de otros países, llamados las Brigadas Internacionales, combatieron contra los nacionalistas. Alemania y la Unión Soviética aprovecharon este conflicto indirecto como ocasión para poner a prueba en batalla sus armas y tácticas más modernas, como en el caso del bombardeo de Guernica.

Los nacionalistas lograron la victoria en abril de 1939; Franco, convertido en dictador, se mantuvo formalmente neutral durante la Segunda Guerra Mundial, aunque mostró una inclinación hacia el Eje. [18]​ La mayor colaboración de la España nacionalista con Alemania fue el envío de voluntarios para luchar en el Frente Oriental. [19]

En Asia

El colapso de los viejos imperios, el auge del nacionalismo y las rivalidades coloniales crearon un clima de inestabilidad creciente en gran parte del continente asiatico. La expansión militarista de Japón, la fragilidad de la China republicana y la competencia de las potencias europeas en la región transformaron Asia en un escenario de confrontaciones latentes. Estos procesos, combinados con el debilitamiento de las estructuras coloniales tradicionales y la presión por recursos estratégicos, prepararon el terreno para que el continente se convirtiera en uno de los principales frentes de la guerra global.

Guerras Sino-Japonesas (1894-1937)

Primeros choques entre la China de Qing y el Imperio del Japón durante la primera guerra sino-japonesa

A pesar de ser nominalmente una democracia parlamentaria, el Ejército y la Marina de Japón eran dirigidos por los ministros de Guerra y Marina (que debían ser obligatoriamente generales o almirantes retirados o activos), los cuales no estaban sujetos a la autoridad del primer ministro, sino directamente a la del Emperador. De las 29 personas que recibieron el cargo de primer ministro durante el periodo 1885-1945, 15 eran almirantes o generales retirados o activos (durante el período 1932-45 fueron 8 de 11).

Esta anómala situación, combinada con el paso de un ejército permanente a otro reclutado (lo que obligaba a dar instrucción militar a todos los jóvenes del país), favoreció la progresiva militarización de la sociedad japonesa; el ejército y la marina, escasamente controlados por el poder civil, definían sus propios objetivos y se peleaban por los recursos presupuestarios disponibles, pero ambos coincidían en su desprecio a la clase política. Se formaron grupos de opinión enfrentados dentro de las fuerzas armadas que llevaban una «política paralela» a la del gobierno. Japón, un conjunto de islas con gran cantidad de población pero falto de recursos naturales, entró en el siglo XX con el firme propósito de imitar el sistema económico de las potencias occidentales, incluyendo el colonialismo, como forma de mantener su propio desarrollo, y volvió sus ojos hacia el continente asiático.

En 1894 Japón, que ya hacía tiempo que se disputaba la península de Corea con el Imperio Chino, inició la Primera Guerra Sino-japonesa con un ataque sin previo aviso. Para sorpresa de todos, el pequeño Imperio de Japón aplastó a las fuerzas del mastodóntico Imperio Chino, forzando un tratado de paz que le supuso la concesión de Taiwán, de las Islas Pescadores y de Liao-dong. La Rusia Imperial intentó limitar el dominio local de la emergente potencia: Subvencionó el pago de las deudas de guerra chinas con Japón y, apoyada por Alemania y Francia, humilló a Tokio e impuso la restitución de Liao-dong a China.

El partido Kuomintang en China lanzó una campaña de unificación contra los caudillos regionales y unificó nominalmente China a mediados de la década de 1920, pero pronto se vio envuelto en una guerra civil, la Guerra de las Planicies Centrales, contra sus antiguos aliados del Partido Comunista Chino (PCCh) [20]​ y algunos nuevos caudillos regionales.

En 1931, un Imperio Japonés cada vez más militarista, que durante mucho tiempo había buscado influencia en China [21]​ como primer movimiento hacia lo que su gobierno veía como el derecho del país a dominar Asia, organizaron el incidente de Mukden como excusa para invadir Manchuria y crear el estado títere de Manchukuo. [21]

China recurrió a la Sociedad de las Naciones para intentar frenar la invasión japonesa de Manchuria. Tras ser criticado por su agresión, Japón abandonó la Sociedad de las Naciones. Ambos países se enfrentaron en varios combates en Shanghái, Rehe y Hebei, hasta que en 1933 se firmó la Tregua de Tanggu. A pesar de ello, fuerzas voluntarias chinas continuaron oponiéndose a la ocupación japonesa en las provincias de Manchuria, Chahar y Suiyuan. Tras el Incidente de Xi'an de 1936 , el Kuomintang y las fuerzas del PCCh acordaron un alto el fuego para presentar un frente unido contra Japón. [22]

Asia-Pacífico en 1939

Conflictos fronterizos soviético-japoneses (1932-1939)

Rusia y Japón se vieron desde ese momento implicadas en la lucha por la influencia en la parte noroeste de China. Rusia obtuvo la concesión para la construcción del ferrocarril Transmanchuriano, y aumentó su presencia militar en el sector con la creación de una base naval en Port Arthur, en la parte sur de la península de Liao-dong. La política rusa se encaminaba a desarrollar su influencia sobre toda Manchuria y Corea. Japón se inquietó e intentó en un principio negociar una repartición de áreas de influencia en Manchuria, aunque sin éxito. De modo que en 1904 la Marina Imperial Japonesa atacó y destruyó (de nuevo sin previa declaración de guerra) la flota rusa estacionada en Port Arthur. Japón estaba bien preparado, dominaba los mares de la zona en conflicto y sus bases estaban cerca de la zona. Por el contrario, Rusia estaba minada por tensiones internas, dirigida en el este por un mando incompetente e incapaz de asegurar un enlace eficaz con el oeste, ya que el Transiberiano era su única vía terrestre, por lo que no pudo plantar cara. La guerra ruso-japonesa terminó en 1905 con un armisticio que humilló a Rusia y dejó Liao-dong en manos de Japón, junto con la mitad meridional de la isla Sajalín y la preeminencia absoluta sobre Corea. En 1914, Japón declaró la guerra a Alemania, consiguiendo al final de la Primera Guerra Mundial las posesiones alemanas del océano Pacífico septentrional.

Mapa de Manchukuo y las fronteras que fueron motivo de numerosos conflictos.

En la década de los 30 la posición política de los militares en Japón era cada vez más dominante. El poder político estaba controlado por los grupos de presión dentro del Ejército y la Armada, hasta el punto de que ocurrieron varios golpes de estado y atentados por parte de cadetes y oficiales jóvenes del Ejército y la Marina contra ministros y altos cargos que estorbaban los intereses de las camarillas militares. Estas acciones llegaron a costar la vida incluso de un primer ministro en 1932, lo que supuso el final a todos los efectos de cualquier intento de controlar al ejército desde el gobierno: La clase política era consciente de que simplemente emitir en público una opinión desfavorable hacia las fuerzas armadas significaba arriesgarse a morir a manos de un ultranacionalista en un arranque de patriotismo.

En 1931, usando como casus belli unos supuestos incidentes transfronterizos, Japón invadió Manchuria, que convirtió en 1932 en Manchukuo, estado independiente bajo protectorado japonés, junto con Jehol. Las críticas internacionales por esta acción llevaron a Japón a retirarse de la Sociedad de Naciones al año siguiente. En 1937, necesitado de recursos naturales y aprovechando la debilidad china provocada por la guerra civil entre comunistas y republicanos, Japón inició la Segunda Guerra Sino-japonesa, y ocupó la parte noreste de ese país. Los Estados Unidos de América y Gran Bretaña reaccionaron en apoyo del Kuomintang concediéndole créditos, ayuda militar encubierta, pilotos y aeroplanos, y también levantando embargos cada vez mayores contra Japón de materias primas y petróleo (su comercio exterior llegó a caer en un 75 %, mientras que las importaciones de petróleo lo hicieron en un 89 %).

En Africa

La Guerra del Rif (1921-1927), librada en el norte de Marruecos contra el líder bereber Abd el-Krim, fue uno de los primeros conflictos belicos en los que las potencias europeas emplearon armas químicas contra fuerzas coloniales africanas, siendo España la que utilizó gas mostaza desde aviones en 1924. Además, en 1925, se llevó a cabo el desembarco anfibio en Alhucemas, una maniobra que sirvió de inspiración para las futuras operaciones de desembarco durante la Segunda Guerra Mundial. [23]

Durante estos años, Italia también consolidó su presencia en Libia. En 1934, Mussolini unificó las regiones de Cirenaica, Tripolitania y Fezzan, creando la colonia de Libia italiana. A través de ambiciosos proyectos de infraestructura, como la construcción de carreteras y ferrocarriles, Italia fortaleció su control sobre la región, mientras preparaba el terreno para posibles confrontaciones con otras potencias coloniales. Mientras tanto, en el norte de África, el Reino Unido y Francia reforzaban sus posiciones, especialmente alrededor del Canal de Suez, consciente de las tensiones en la región.

Incidente de Wal-Wal (1934)

El Cuerno de África en 1934. El mapa muestra la ubicación de Walwal, donde le verificó el choque que sirvió de justificación de la invasión italiana de Abisinia/Etiopía.

El 5 de diciembre de 1934 se produjo un choque armado en el oasis de Wal-Wal, en la región etíope de Ogadén, dentro de un área fronteriza poco definida entre la Somalia Italiana y el Imperio Etíope, entre patrullas italianas y tropas del emperador Haile Selassie, que causó alrededor de 130 bajas etíopes y 30 italianas.[24]

La controversia se remonta al Tratado Italo-Etíope de 1928, que fijó la frontera en 21 leguas desde la costa de Banaadir (aprox. 118 km), aunque en 1930 las autoridades italianas construyeron en el lugar un fuerte guarnecido por unos 60 dubats somalíes bajo mando del capitán Roberto Cimmaruta, desplazándose así más allá del límite acordado. [25]​ Aunque se habían hecho intentos por resolver la disputa, el 5 de diciembre se desató un enfrentamiento tras un intercambio de amenazas y un despliegue de fuerzas. Los italianos, apoyados por aviones y un automóvil blindado, sufrieron alrededor de 30 muertos y más de 100 heridos, mientras que las bajas etíopes fueron de aproximadamente 130 muertos. [26]

Este incidente se convirtió en el casus belli que Mussolini empleó para desatar la Crisis de Abisinia, ante la ineficacia de las sanciones de la Sociedad de Naciones y la renuencia de las potencias europeas a contener la agresión fascista. [24][27]

Invasión italiana de Etiopía (1935)

La Segunda Guerra Ítalo-Etíope fue un conflicto colonial de corta duración que se desarrolló entre el 3 de octubre de 1935 y el 5 de mayo de 1936. El enfrentamiento se desató tras la invasión del Imperio Etíope (también llamado Abisinia) por parte de las fuerzas militares del Reino de Italia (Regno d'Italia), que atacaron desde las colonias italianas de Somalia y Eritrea. [28]

Guerreros abisinios que se dirigen al frente norte durante la Segunda Guerra Ítalo-Etíope

Italia desplegó su ejército con apoyo de carros de combate y aviones, mientras que el ejército etíope, a pesar de contar con un número superior de tropas, estaba mal equipado y superado por la tecnología militar italiana. [29][30]​ El uso de armas químicas, como el gas mostaza, por parte de las fuerzas italianas fue un factor clave en el avance militar italiano. [31]

El conflicto terminó con la ocupación militar de Etiopía y su incorporación a la nueva colonia llamada África Oriental Italiana (Africa Orientale Italiana); asimismo, dejó en evidencia la fragilidad de la Sociedad de las Naciones como organismo para mantener la paz. Aunque tanto Italia como Etiopía formaban parte de la Liga, esta apenas actuó cuando Italia quebrantó de manera flagrante el Artículo X del Pacto de la Liga. [32]​ El Reino Unido y Francia apoyaron la imposición de sanciones a Italia por la invasión, pero las sanciones no se aplicaron por completo y no lograron poner fin a la invasión italiana. [33]​ Posteriormente, Italia retiró sus objeciones al objetivo de Alemania de absorber Austria. [34]

En Medio Oriente

El Acuerdo secreto de Sykes-Picot (1916) pactado entre Reino Unido y Francia estableció áreas de influencia que se traducirían en los mandatos de Siria, Líbano, Palestina e Irak bajo supervisión de la Sociedad de las Naciones. [35]​ A la par, el Tratado de Lausana (1923) ratificó la nueva frontera turca y cerró oficialmente el capítulo otomano, instaurando la República de Turquía y definiendo el orden territorial en el Medio Oriente. [36]

Movimientos Nacionalistas en el Medio Oriente (1916-1939)

La Rebelión Árabe (1916-1918), buscaba la independencia de los árabes del Imperio Otomano, fue impulsada por el liderazgo de Husayn ibn Ali que contó con el respaldo británico a cambio de promesas de autonomía para las regiones árabes. Sin embargo, tras la guerra, los acuerdos secretos como el Acuerdo Sykes-Picot (1916) y la Declaración Balfour (1917), [37]​ que favorecían a potencias europeas y al establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina, generaron una sensación de traición entre los árabes, lo que exacerbó las tensiones en la región. [38]

Soldados del ejército nacional árabe durante la revuelta antiturca.

Este malestar derivó en una serie de revueltas y movimientos nacionalistas que marcaron el periodo de entreguerras. En Irak, la Gran Revuelta de 1920 contra el mandato británico unió a diversas facciones, incluyendo chiíes, sunitas y kurdos, lo que forzó a Gran Bretaña a ajustar su política colonial. En Siria, la Gran Revuelta Siria (1925–1927) se dio en un contexto similar, enfrentando a las autoridades francesas en el mandato del país. Mientras tanto, en Palestina, las tensiones aumentaron debido a la inmigración judía y las políticas británicas, lo que culminó en la Revuelta Árabe de Palestina (1936–1939), que combinó huelgas y confrontaciones armadas contra el mandato británico.

En América

Los países del continente américano llegaron a la Segunda Guerra Mundial en un contexto de profundos cambios internos y regionales. Tras la Primera Guerra Mundial, el continente experimentó un proceso de redefinición política, económica y diplomática, caracterizado por el fortalecimiento de los Estados nacionales, el impulso de nuevas políticas exteriores y la consolidación de vínculos hemisféricos. [39]​ La crisis económica de 1929, las transformaciones sociales, el ascenso de nuevos liderazgos y el interés por la defensa colectiva del continente moldearon las posiciones que, al estallar la guerra en 1939, definirían la respuesta americana ante el conflicto mundial.

Leyes de Neutralidad (1935-1939)

En los Estados Unidos, la experiencia de la Primera Guerra Mundial y el aislacionismo condujeron a la aprobación de una serie de leyes conocidas como Actos de Neutralidad (1935, 1936, 1937 y 1939) que prohibían la venta de armas y el comercio con países beligerantes, y buscaban evitar que el país se viera arrastrado a nuevos conflictos, [40][39]​ El primer Acto de Neutralidad, firmado el 31 de agosto de 1935, vetó la exportación de “armas, municiones e implementos de guerra” sin licencia y advirtió a los ciudadanos de EE. UU. contra viajar a zonas de combate [39]

Postal enviada a un congresista que se oponía a la Ley de Neutralidad de 1939

En 1933, mediante la renuncia al intervencionismo unilateral en la Convención de Montevideo y la abrogación de la Enmienda Platt, la administración del presidente Franklin D. Roosevelt instauró la Política de Buena Vecindad, destinada a mejorar las relaciones con América Latina mediante el respeto a la soberanía y el fomento de intercambios comerciales. [40][41]​ Esta estrategia incluyó acuerdos culturales y económicos que, años después, facilitarían la consolidación de un frente hemisférico aliado. [42]

Mientras mantenía formalmente su neutralidad, EE. UU. y el Reino Unido suscribieron el Acuerdo de Destructores por Bases (2 de septiembre de 1940), por el cual Washington cedió 50 destructores a cambio de derechos de base en Terranova, Bermudas y varias islas del Caribe. [43]​ Más adelante, la aprobación de la Ley de Préstamo y Arriendo en marzo de 1941 permitiría suministrar armas y material a los Aliados sin pago inmediato, consolidando el apoyo estadounidense sin entrar aún en guerra. [44]

Conferencias panamericanas

Al estallar la guerra en Europa, la mayoría de las naciones latinoamericanas proclamaron la neutralidad, motivadas por su dependencia del comercio con Europa y por la doctrina Monroe. [45]​ La Segunda Reunión de Consulta entre Cancilleres en La Habana (21–30 de julio de 1940) definió medidas de seguridad hemisférica sin romper relaciones con el Eje. [45]

En la Conferencia de Río de Janeiro (15–28 de enero de 1942) se estableció el cese de relaciones diplomáticas con las Potencias del Eje y se creó la Junta Interamericana de Defensa para coordinar la seguridad continental. [45]​ Tras la Conferencia de Río de Janeiro, países como Brasil, México y Chile declararon la guerra al Eje, enviaron misiones de observadores militares y autorizaron el uso de sus puertos para navíos aliados. [45]

Transcurso de la guerra

Inicio de la guerra en Asia (julio de 1937 a septiembre de 1939)

La Segunda Guerra Sino-Japonesa comenzó en julio de 1937 tras el incidente del puente de Marco Polo y dio lugar a un conflicto sostenido entre la República de China y el Imperio de Japón que se prolongó hasta 1945. Este enfrentamiento es considerado por varios expertos como el inicio de la guerra a gran escala en el continente asiático, al desencadenar operaciones militares continuas que precedieron a la conflagración global. Durante estos años, las operaciones en China involucraron combates terrestres, bloqueos navales y bombardeos aéreos, sentando las bases tácticas y estratégicas que Japón emplearía en campañas posteriores.

... y es altamente lamentable que la guerra chino-japonesa se extendiera tanto.[46]
Tropas chinas atrincheradas en algún sitio de avanzada japonesa, los combates se fueron expandiendo más allá del puente.

Incidente del Puente de Marco Polo (7 de julio de 1937)

La Segunda Guerra Sino-japonesa comenzó en 1937, tras el Incidente del Puente de Marco Polo también conocido como Incidente de Lugouqiao o “Suceso del 7 de Julio”, fue un enfrentamiento ocurrido la noche del 7 de julio de 1937 entre tropas japonesas y chinas en las inmediaciones de Beijing cuando Japón atacó en profundidad a China desde Manchukuo.[47]​ El conflicto escaló rápidamente y dio inicio a la Segunda Guerra Sino-Japonesa, uno de los principales frentes de la Segunda Guerra Mundial en Asia.[48]

La confrontación comenzó cuando una patrulla japonesa, alegando la desaparición de un soldado, exigió ingresar a la ciudad amurallada de Wanping para realizar una inspección; al negarse las fuerzas chinas, se produjo un intercambio de disparos que derivó en el despliegue masivo de refuerzos por ambos bandos. [48]​ El general Qin Dechun aceptó las condiciones japonesas para acabar con el suceso (disculpa china por el incidente, castigo de los oficiales involucrados, relevo de las tropas de la zona y control de la actividad comunista en la misma). [49][50]

En la práctica, el incidente había quedado resuelto a finales de julio, pero la extensión de los choques de Pekín a Shanghái produjo el estallido de la contienda a mediados de agosto, principalmente por la petición de la Armada japonesa de enviar refuerzos a esta ciudad. [51]

Batalla de Beiping-Tianjin (25–31 de julio de 1937)

Los alrededores de Pekín son atacados el 25 de julio, siendo finalmente tomada el día 8 de agosto junto a la ciudad de Tianjin. Tras el choque inicial en el Puente de Marco Polo, las fuerzas japonesas, mejor pertrechadas y con refuerzos continuos, lanzaron una ofensiva contundente que quebrantó las líneas de defensa chinas y obligó a ambos núcleos urbanos a capitular en pocos días. [52]

El General chino Song Zheyuan ordenó a sus tropas mantener la posición, y trató de evitar el conflicto armado por medio de la diplomacia en primera instancia. Cuando las tropas japonesas iniciaron el ataque sobre Pekín, el General musulmán Ma Bufang, de la Camarilla Ma, notificó al gobierno central que estaba preparado para enfrentarse a los japoneses. [53]

Mientras el gobierno civil japonés del Primer Ministro Fumimaro Konoe intentaba resolver el conflicto con China mediante la diplomacia, el Ejército Imperial Japonés presionaba para escalar la confrontación, enviando tropas a pesar de algunos intentos de negociación. Aunque se alcanzó un acuerdo inicial el 18 de julio, los militares japoneses lo consideraron insincero y continuaron movilizándose, a pesar de la oposición del General Kanji Ishihara, quien temía provocar a la Unión Soviética. Tras el fracaso de una vía diplomática secreta debido a la intervención de militares japoneses, el 29 de julio se reiniciaron los despliegues, y poco después el Ejército del Área Norte decidió recurrir a la fuerza, movilizando aún más divisiones para enfrentarse al 29.º Ejército chino. [52]

Tropas japonesas entrando en Beijing tras capturar la ciudad en julio de 1937

Aunque existía una tregua formal, los enfrentamientos entre chinos y japoneses continuaron, intensificándose tras la llegada de la 20.ª División japonesa y los bombardeos a Langfang y Wanping. Tras el rechazo chino a un ultimátum japonés que exigía la retirada de tropas, los combates se intensificaron, culminando el 28 de julio con una ofensiva japonesa sobre Pekín que diezmó a las fuerzas chinas, pese a algunos contraataques exitosos. Ante la gravedad de la situación, el General Song ordenó la retirada al sur del río Yongding, dejando a algunos oficiales para mantener el orden en Hebei y Chahar. Finalmente, el 29 de julio, un motín de tropas chinas colaboracionistas en Tungchow resultó en la masacre de asesores y civiles japoneses en la zona, hecho conocido como Motín de Tungchow [52]

A finales de julio, las fuerzas japonesas lanzaron ataques sobre Tianjin y el puerto de Tanggu, obligando a los defensores chinos a retirarse debido a la creciente superioridad enemiga. Simultáneamente, Chiang Kai-shek ordenó la retirada de Pekín, lo que llevó a intensos combates en Tianjin y al repliegue chino hacia el sur. El 8 de agosto, Pekín cayó sin resistencia, siendo ocupada formalmente por los japoneses el 18 de agosto bajo el mando del General Masakazu Kawabe, aunque el alcalde Zhang Zizhong, inicialmente mantenido en su cargo, huyó poco después.

La caída de Pekín y Tianjin abrió la vasta llanura del norte de China a la ocupación japoneses, marcando el fin de la resistencia organizada en esa región.

Batalla de Shanghái (13 de agosto al 26 de noviembre de 1937)

Los japoneses terminaron de ocupar el norte rápidamente, pero fueron detenidos finalmente después de combatir alrededor de la ciudad de Shanghái durante más de tres meses. La Batalla de Shanghái se inició el 13 de agosto de 1937 con enfrentamientos a gran escala en los alrededores de la ciudad, donde inicialmente las fuerzas chinas mantuvieron la supremacía aérea y llegaron a abrir una brecha en el sector japonés el día 18; [54]​ sin embargo, la llegada de refuerzos nipones el 23 de agosto, el decisivo apoyo de tanques, artillería naval y bombardeos aéreos permitió a Japón recuperar la iniciativa. [54]​ Para entonces el frente se extendía desde el área de Liuho y Lotien hasta Kiangwan, cruzando Chapei y la orilla norte del arroyo Soochow, e incluso Chuanshan y Nanhui al sur. [54]

Nido de ametralladora del Ejército Nacional Revolucionario chino en la batalla de Shanghái (agosto-noviembre de 1937)

Durante el llamado “Sábado Sangriento” el 14 de agosto, los bombardeos japoneses causaron miles de víctimas civiles y hubo denuncias de uso de gas venenoso al menos en trece ocasiones por parte del ejército japonés.[55]

Tras la caída del cinturón defensivo norte el 26 de octubre, el presidente Chiang Kai-shek ordenó la retirada general de Shanghái, dejando tan solo un batallón en el almacén Sihang, cuyos combates fueron observados por diplomáticos europeos. Aunque Chiang quería reagruparse en Suzhou, los generales Li Zongren, Bai Chongxi y Chang Fa-kuei lo convencieron de replegarse hacia las líneas Wufu–Xicheng que protegían Nankín. Sin embargo, el 5 y el 13 de noviembre desembarcaron al sur de Shanghái tres divisiones —y media de la 10.ª División— y la XVI División japonesa, rodeando la ciudad y desbordando las defensas chinas. Agotadas las municiones y los suministros, el 11 de noviembre Chiang ordenó la retirada hacia Nankín; en los días siguientes cedieron la línea Wufu (19 de noviembre, con la caída de Suzhou y Jiaxing) y la línea Xicheng (26 de noviembre), y el 1 de diciembre el alto mando japonés autorizó el ataque a la capital, precedido por la brutal masacre de Nankín, matando unos 300 000 civiles en un mes. [55]

Después de combatir alrededor de la ciudad durante más de tres meses, Shanghái finalmente cayó ante los japoneses. La victoria japonesa resultó en la captura y devastación de Shanghái. [54]​ Como resultado, el Gobierno nacionalista chino trasladó su sede a Chongqing durante el resto de la guerra.Ni Japón ni China declararon oficialmente la guerra por razones similares: Japón deseaba evitar la intervención de potencias extranjeras, sobre todo el Reino Unido y los Estados Unidos, que era su primer proveedor de acero y hubiera debido imponer un embargo en virtud de las Leyes de Neutralidad vigentes en dicho país; mientras que China temía que la declaración le granjeara la enemistad de las potencias occidentales en la zona.

Firma del Pacto de No Agresión Sino-soviético (21 de agosto de 1937)

La República de China y la Unión Soviética firmaron en Nankín un tratado de no agresión para fortalecer sus relaciones frente a la amenaza japonesa. Gracias al pacto, la URSS envió ayuda militar (como aviones en la Operación Zet) y económica a China, aunque limitada para no provocar a otras potencias occidentales.

Mientras se firmaba el pacto, la URSS violó su espíritu al intervenir militarmente en Xinjiang en 1937, ayudando al gobernador local Sheng Shicai contra fuerzas del Kuomintang lideradas por Ma Hushan. Aunque Ma resistió, fue derrotado por bombardeos soviéticos con gas mostaza y huyó a la India. El gobierno chino ocultó estos hechos para no perder el apoyo soviético en la guerra contra Japón.

Batalla de Taiyuan (1 de septiembre al 9 de noviembre 1937)

En septiembre de 1937, el general Hideki Tōjō ordenó al ejército japonés estacionado en Chahar avanzar hacia Shanxi con el objetivo de explotar sus recursos naturales. Las fuerzas japonesas capturaron la ciudad de Datong, obligando al Ejército Nacional Revolucionario (ENR) a adoptar una postura defensiva. Los chinos concentraron sus tropas a lo largo de la Gran Muralla, librando combates en puntos estratégicos como Pingxingguan y, más al este, en Niangziguan.

Yan Xishan, líder militar de Shanxi, envió refuerzos hacia Shijiazhuang en un intento de frenar el avance japonés. Sin embargo, esta maniobra debilitó la defensa del norte de China, permitiendo que el ejército japonés rompiera las líneas chinas y forzara un repliegue hacia una nueva posición defensiva en Xinkou. Allí, los enfrentamientos continuaron durante octubre, en el marco de la Batalla de Xinkou. A finales de ese mes, las fuerzas japonesas lograron flanquear las defensas chinas en Niangziguan, comprometiendo la resistencia en el sector y provocando finalmente la caída de Taiyuan.

Tropas chinas marchando para defender los pasos de montaña de Xinkou.

Batalla de Xinkou (13 de septiembre al 11 de noviembre 1937)

El 1 de octubre, los japoneses lanzaron un gran asalto a Xinkou, una posición clave para la defensa de Taiyuan. Bajo el mando de Seishirō Itagaki, la 5.ª División japonesa y la Fuerza Expedicionaria de Chahar fueron encargadas de tomarla. Las fuerzas chinas, lideradas por Yan Xishan y el 14.º Grupo de Ejércitos de Wei Lihuang, organizaron una defensa fuerte, apoyados por tropas de diversas divisiones.

El 2 de octubre, tras algunos avances japoneses en Gouxian y Yuanping, la defensa china comenzó a reorganizarse, estableciendo líneas de resistencia en montañas y áreas clave como Xinkou y Wutai.

El 13 de octubre, el ataque japonés comenzó en serio, con un asalto coordinado sobre las posiciones chinas. Las tropas japonesas, con el apoyo de aviones, artillería y tanques, avanzaron contra las posiciones chinas en Nanhuaihua y Dabaishui. A pesar de la superioridad japonesa en armamento, las fuerzas chinas, bien posicionadas en el terreno, resistieron fuertemente.

Durante los días de combate, el 9.º Ejército chino sufrió la pérdida de su comandante Hao Mengling, el primer general chino en morir en esta guerra. Sin embargo, la resistencia continuó bajo los mandos de Chen Zhangjie y Wang Jingguo. En el 19 de octubre, el ejército comunista chino, liderado por el 8.º Ejército de Ruta, llevó a cabo exitosos ataques guerrilleros en la retaguardia japonesa, debilitando aún más las fuerzas invasoras.

Soldados chinos disparando una MG 08 en una emboscada contra las tropas japonesas en la batalla del paso de Pingxing.

Batalla de Pingxingguan (24-25 de septiembre de 1937)

El paso de Pingxingguan era un desfiladero estrecho ideal para emboscadas. El 25 de septiembre, una columna de tropas japonesas de transporte, con 70 carros llenos de suministros, fue enviada hacia Pingxingguan por la 21.ª Brigada de la 5.ª División japonesa. A la vez, una columna motorizada japonesa de 80 camiones se dirigía desde Guangou. [56]

Ambas formaciones, mayoritariamente logísticas y no de combate, fueron emboscadas a las 10:00 a.m. por la 115.ª División china bajo mando de Lin Biao. La emboscada fue un éxito total: las columnas japonesas fueron prácticamente aniquiladas. Un intento de rescate japonés también fracasó, sufriendo cerca de 100 bajas. [56]

Aunque los chinos se retiraron antes de que los japoneses recuperaran la zona el 28 de septiembre, habían infligido entre 400 y 500 bajas al enemigo, destruyeron unos 70 camiones, capturaron armas, municiones, ropa y alimentos. La Fuerza Aérea Nacionalista apoyó a las tropas chinas durante el combate. [56][57]

Batalla de Xuzhou (9 de febero al 21 de mayo de 1938)

Tras la victoria japonesa en Nankín, las fuerzas niponas intentaron consolidar su control sobre el corredor Pekín-Nankín, ignorando órdenes de no expansión del Cuartel General Imperial. [58]

Concentradas en Xuzhou, las fuerzas chinas, bajo el mando del general Li Zongren, lograron una victoria táctica significativa en Tai'erzhuang, derrotando a las tropas japonesas en una batalla asimétrica. [58]​ Sin embargo, los japoneses respondieron intentando cercar Xuzhou, desplegando importante numero de unidades desde el norte y el sur, apoyadas por tanques y fuerzas motorizadas. Los chinos ofrecieron resistencia, incluyendo un contraataque en Lanfeng, pero finalmente Chiang Kai-shek ordenó la retirada estratégica de sus ejércitos. Para frenar el avance japonés, los diques del río Amarillo fueron destruidos, provocando inundaciones que retrasaron a las tropas niponas pero también devastaron grandes áreas.

Aunque los japoneses capturaron Xuzhou, su ejército no pudo mantener un cerco completo debido a la dispersión y el número de soldados chinos.

Batalla de Tai'erzhuang (24 de marzo al 7 de abril de 1938)

Para 1938, tras las duras derrotas chinas en Shanghái y Nankín, la situación militar era crítica. Tai'erzhuang, un importante distrito amurallado en el sur de Shandong, se convirtió en un punto estratégico, en tiempos de paz era un centro económico gracias a su cercanía al Gran Canal y se conectaba con varias líneas de ferrocarril. Sabedores de su importancia, los chinos fortificaron Tai'erzhuang mientras evacuaban a su población civil. [59]

Un atacante suicida chino se pone un chaleco explosivo hecho con Stielhandgranate para usar en un ataque contra tanques japoneses.

El 25 de marzo, los japoneses lanzaron un ataque masivo, logrando irrumpir inicialmente en la puerta noreste de la ciudad, aunque fueron repelidos violentamente, incluso con incendios provocados en el templo de Chenghuang donde se refugiaban algunos de ellos. Los días siguientes, a pesar de lograr avances casa por casa bajo un intenso fuego aéreo y de artillería, los japoneses encontraron una resistencia feroz. La defensa liderada por Chi Fengcheng, reforzada por artillería y cañones antitanque traídos por Bai Chongxi, permitió derribar tanques enemigos y mantener la defensa en ruinas pero firme. [59]

Mientras tanto, la Fuerza Aérea China apoyaba con bombardeos y combates aéreos constantes, a pesar de enfrentar cazas japoneses superiores. El 29 de marzo, los japoneses intentaron infiltrar Tai'erzhuang mediante túneles, pero fueron descubiertos y eliminados. Ese mismo día, un equipo de asalto chino, en una operación simbólica conmemorando a los mártires del Segundo Alzamiento de Guangzhou, logró recuperar la esquina noroeste del distrito. [60]

Con el desgaste creciente, el general chino Sun Lianzhong reunió refuerzos, aunque los primeros contraataques fallaron. La situación parecía desesperada. La 31.ª División china estaba al borde del colapso tras días de lucha continua. Sin embargo, el comandante Chi Fengcheng, determinado a resistir, demolió el único puente de retirada y se preparó para luchar hasta el final. [59]

Mientras tanto, el general Li Zongren diseñó un plan audaz: usar al 20.º Grupo de Ejércitos de Tang Enbo para maniobrar alrededor de los japoneses, cortar sus líneas de suministro y formar un contracerco. El 1 de abril, en una acción decisiva, Tang Enbo atrajo al destacamento japonés Sakamoto a una emboscada, mientras las tropas chinas cortaban las rutas de comunicación y destruían vías férreas, debilitando aún más a los japoneses. [60]

El 3 de abril comenzó la gran contraofensiva: los cuerpos 52.º, 85.º y 75.º atacaron en coordinación para envolver y destruir a las fuerzas japonesas. Simultáneamente, el 2.º Grupo de Ejércitos chino lanzaba ataques desde el norte. Para el 6 de abril, tras intensos combates, la línea japonesa se quebró y las divisiones 5.ª y 10.ª tuvieron que retirarse. Aunque los japoneses lograron escapar gracias a su movilidad, la batalla de Tai'erzhuang fue una clara victoria china. [60]

Inundación del río Amarillo (5-7 de junio de 1938)

Tras la caída de Xuzhou y la victoria china en la Batalla de Tai'erzhuang, los japoneses siguieron avanzando hacia el centro de China. A mediados de junio, ya controlaban casi toda la China del Norte: capturaron Kaifeng el 6 de junio y amenazaban con tomar Zhengzhou, un punto vital donde se cruzaban dos ferrocarriles estratégicos. Su caída habría abierto el camino para atacar ciudades cruciales como Wuhan y Xi'an.

Rescate de la población china por el ejército japonés durante las inundaciones del rio Amarillo.

En un intento desesperado por frenar el avance japonés, Chiang Kai-shek, siguiendo una sugerencia de Chen Guofu, ordenó romper los diques del río Amarillo cerca de Zhengzhou. Aunque el plan inicial era destruirlos en Zhaokou, finalmente el 5 y 7 de junio se rompieron en Huayuankou, al sur del río. La inundación masiva que siguió cubrió enormes áreas de Henan, Anhui y Jiangsu, arrasó miles de aldeas y desplazó a millones de campesinos. Se calcula que hasta 800,000 personas pudieron haber muerto ahogadas. [61]

El impacto estratégico de la inundación ha sido objeto de debate. Si bien la ofensiva hacia Zhengzhou fue contenida, en el campo sus tropas se encontraban dispersas tanto al norte y al este como hacia el sur, fuera del área directamente afectada por las inundaciones. Los japoneses lograron capturar Wuhan en octubre, atacando desde otra dirección. Muchas localidades y rutas de transporte que quedaron bajo el agua ya estaban bajo control japonés antes de la inundación; tras ella, el ejército japonés encontró dificultades para afianzar su dominio en la región, que se transformó en un foco activo de resistencia guerrillera. [62]

El número de víctimas mortales provocadas por la catástrofe sigue siendo motivo de controversia, y a lo largo de las décadas el gobierno chino y diversos investigadores han revisado sus estimaciones sobre la magnitud de la tragedia. [62]

Tanques japoneses con tropas marchando hacia Wuhan, cerca de Na-hsi.

Batalla de Wuhan (13 de junio al 27 de octubre de 1938)

El 13 de junio, los japoneses capturaron Anqing, iniciando la Batalla de Wuhan. Las tropas chinas intentaron defender el sur del río Yangtsé, pero los japoneses avanzaron rápidamente: capturaron Jiujiang el 26 de julio y Ruichang el 24 de agosto, avanzando luego hacia el este. Aunque hubo resistencia china en la carretera Ruichang-Wuning, los japoneses siguieron ganando terreno. [63]

Mientras tanto, la ofensiva japonesa hacia el sur del ferrocarril Nanxun fue retrasada en Wanjialing por una fuerte resistencia china. Tras duros combates, las tropas japonesas quedaron aisladas y fueron aniquiladas el 10 de octubre en la llamada Victoria de Wanjialing. [63]

Al norte del Yangtsé, los japoneses avanzaron desde Anhui, capturaron Taihu, Susong, Guangji y Wuxue, continuando hacia Hankou tras fuertes enfrentamientos. [63]

En las montañas Dabie, los japoneses atacaron en dos frentes: en el sur capturaron Huoshan y Shang; en el norte tomaron Liuan, Gushi y Xinyang, completando el cerco sobre Wuhan. Ante la presión, los chinos evacuaron la ciudad, y los japoneses capturaron Wuchang, Hankou y Hanyang a finales de octubre, concluyendo así la conquista de Wuhan. [63]

Resistencia comunista

Tras su victoria en Wuhan, Japón trasladó 50.000 tropas hacia la región fronteriza de Shanxi-Chahar-Hebei, avanzando profundamente en territorio controlado por los comunistas. Sin embargo, los elementos del Octavo Ejército de Ruta reaccionaron rápidamente: emboscaron a las fuerzas japonesas en avance, causando entre 3.000 y 5.000 bajas y obligándolas a retirarse. [64]​ Paralelamente, el Octavo Ejército intensificó sus operaciones de guerrilla y estableció bases tanto militares como políticas en la región. [65]

Soldados del Ejército Nacional Revolucionario durante la inundación del río Amarillo en 1938.

Al percatarse de que los comunistas evitaban el combate convencional, el ejército japonés modificó su estrategia. [64]​ Construyeron nuevas carreteras para agilizar el desplazamiento entre puntos fortificados y ciudades, bloquearon ríos y caminos para interrumpir el suministro enemigo, y expandieron las fuerzas de las milicias de sus regímenes títeres para reducir la necesidad de tropas japonesas en la ocupación. Además, implementaron una política sistemática de violencia contra los civiles locales para devastar la economía de la Región Fronteriza. Bajo la excusa de confiscar bienes del Octavo Ejército de Ruta, los japoneses saquearon propiedades civiles e incluso saquearon tumbas. [64]

Ante el incremento de las bajas y el elevado coste de mantener la ocupación, el Cuartel General Imperial japonés decidió intensificar sus esfuerzos para quebrar la resistencia china. Ordenó al Servicio Aéreo de la Armada Imperial Japonesa y al Servicio Aéreo del Ejército Imperial Japonés lanzar los primeros bombardeos aéreos masivos contra objetivos civiles en la guerra. Las ciudades no ocupadas, incluida Chongqing, la capital provisional del Kuomintang, fueron blanco de intensos ataques aéreos, que dejaron miles de muertos, heridos y desplazados.

Proclamación del "Nuevo Orden en Asia Oriental" por Japón (22 de diciembre de 1938)

El 22 de diciembre de 1938, el primer ministro japonés Fumimaro Konoe presentó en un discurso radiado el concepto del “Nuevo Orden en Asia Oriental”, limitado inicialmente al noreste de Asia y concebido como un bloque geográfico que agruparía a Japón, Manchukuo y la parte de China bajo ocupación nipona para “excluir la influencia occidental” y facilitar la explotación conjunta de recursos. [66][67]

Aunque revestido de un lenguaje idealista de liberación anticolonial, el proyecto sirvió sobre todo para legitimar la expansión militar y asegurar materias primas para el esfuerzo bélico japonés. [66][68]

Infantería soviética atacando durante la batalla del lago Jasán.

Batalla del lago Jasán (15 de julio al 11 de agosto de 1938)

El 15 de julio de 1938, cuando Japón exigió a la Unión Soviética retirar sus tropas de las colinas Bezymyánnaya y Zaoziórnaya, ubicadas cerca del lago Jasán, en la frontera entre la Corea japonesa y la URSS. Ante la negativa soviética, el 29 de julio las fuerzas japonesas lanzaron un primer ataque, que fue repelido. Sin embargo, el 31 de julio, el Ejército Rojo se vio obligado a replegarse. [69]

La 19.ª División del Ejército Imperial Japonés, destacada en la frontera, atacó y sometió a dos divisiones soviéticas. El coronel Kotoku Sato, al mando del 75.º Regimiento de Infantería, lideró un asalto nocturno sobre posiciones soviéticas fortificadas. Durante los combates, los japoneses emplearon tanques ligeros y medianos en ataques frontales, mientras los soviéticos respondieron con contraataques de artillería y blindados. [69]

Japón también utilizó el tren blindado «Rinji Soko Ressha», diseñado en 1933, para transporte y evacuación de tropas, mostrando avances en movilidad militar adaptados a la guerra moderna. [69]

El mariscal Vasili Blücher, comandante del Frente del Lejano Oriente, desplegó refuerzos soviéticos. Entre el 2 y el 9 de agosto, las tropas soviéticas lanzaron un contraataque masivo, logrando expulsar a los japoneses del territorio en disputa. Finalmente, el 10 de agosto, Japón solicitó un alto el fuego, que se hizo efectivo el 11 de agosto de 1938. [69]

Defensores chinos alrededor del Río Yangtze durante la Batalla de Wuhan.

Batalla de Wanjialing (10 de agosto al 10 de octubre de 1938)

Bajo el mando de Yasuji Okamura, la 106.ª División japonesa intentó avanzar desde Jiujiang hacia De'an usando la línea férrea. Sin embargo, su plan fue descubierto por el general chino Xue Yue, quien organizó un cerco con 16 divisiones chinas en Lushan.

La 106.ª División fue primero detenida en Shahe, al sur de Jiujiang. Paralelamente, el Destacamento Sato de la 101.ª División capturó Xingzi, pero fue frenado por la resistencia feroz de los cuerpos 25.º y 66.º del ejército chino. Aunque los japoneses usaron gas venenoso, no lograron avanzar.

En septiembre, Okamura envió refuerzos de las divisiones 9 y 27, pero también fueron bloqueadas. El 24 de septiembre, los japoneses abrieron brecha en el oeste, pero nuevamente quedaron atrapados por el 4.º Cuerpo de Ou Zhen y el 74.º Cuerpo de élite de Yu Jishi. Para intentar liberar a sus tropas, los japoneses bombardearon intensamente con aviones y bombas incendiarias.

El 7 de octubre, los chinos lanzaron una serie de contraataques coordinados que obligaron a los japoneses a retirarse. Los combates terminaron el 10 de octubre, coincidiendo con el Día Nacional de China. Finalmente, el 13 de octubre, las tropas chinas se retiraron del campo de batalla.

Las fuerzas de desembarco navales japonesas explotan un navio chino y marchan con la bandera naval japonesa.

Operación Cantón (12-29 de octubre de 1938)

En octubre de 1938, las fuerzas japonesas lanzaron la ofensiva conocida como Operación Cantón. La Armada Imperial Japonesa estableció un bloqueo naval desde Haimenchen hasta Shantou, y realizó ataques aéreos contra infraestructuras clave, como el ferrocarril Kowloon-Cantón. Las tropas japonesas desembarcaron en las costas de la provincia de Guangdong, avanzando rápidamente hacia el interior. La defensa china estaba liderada por el general Yu Hanmou, que contaba con milicianos con entrenamiento y equipamiento limitados

A pesar de la resistencia china, las fuerzas japonesas avanzaron rápidamente. El 21 de octubre de 1938, Guangzhou cayó en manos japonesas. La proximidad de las fuerzas japonesas a Hong Kong generó tensiones con el Reino Unido, aunque no se produjeron enfrentamientos directos en ese momento.

Batalla de Nanchang (20 de marzo al 9 de mayo de 1939)

En julio de 1938, durante el asalto japonés a Wuhan, las fuerzas japonesas intentaron avanzar hacia Nanchang, pero fueron detenidas por posiciones chinas fuertemente atrincheradas en la orilla del río Xiushui, lo que provocó un prolongado estancamiento que se mantuvo hasta la primavera de 1939.

El 20 de marzo de 1939, bajo el mando de Yasuji Okamura, el Ejército Imperial Japonés abrió la ofensiva con intensos bombardeos de artillería pesada contra las fortificaciones chinas en la margen opuesta del río [70]​ Resguardados por el fuego artillado, zapadores japoneses tendieron puentes sobre el Xiushui que permitieron el despliegue de tanques, diezmando las defensas chinas al cruzar el curso de agua. El 23 de marzo, la ubicación estratégica de Wucheng, en la desembocadura del Xiushui en el lago Poyang, cayó tras un bombardeo naval y aéreo ejecutado por las Fuerzas Navales Especiales Japonesas. [70]​ Además del apoyo convencional, el ataque incluyó el uso de gas tóxico producido por el Escuadrón 731, empleado para compensar la inferioridad numérica en el combate cuerpo a cuerpo

El 26 de marzo, los tanques y regimientos de infantería japoneses avanzaron desde la cabeza de puente hasta la puerta oeste de Nanchang, rodeando la ciudad en coordinación con unidades que atacaban desde el norte; Nanchang se rindió al día siguiente, y las tropas niponas consolidaron su control despejando el área rural durante marzo y abril. Aun así, el 21 de abril las fuerzas chinas de la 3.ª y la 9.ª Región Militar lanzaron un contraataque sorpresa desde el norte, oeste y sur, avanzando en cinco días hasta las afueras de la ciudad

A partir del 27 de abril, el Ejército Imperial Japonés respondió con una contraofensiva apoyada por artillería pesada y bombardeos aéreos, recuperando varias posiciones y obligando a las divisiones chinas a retroceder. Finalmente, el 2 de mayo Chiang Kai-shek ordenó un último intento para retomar Nanchang antes del 5 de mayo, pero la línea defensiva japonesa se mantuvo estable. [70]

Ubicación del Gobierno Reformado de la República de China en color naranja en China central.

Formación del Gobierno Reformado de la República de China (28 de marzo de 1938)

Entre la huida desmoralizada del Kuomintang de Nankín y la urgente necesidad de Japón de dotar de una fachada “legítima” a su ocupación, el Alto Mando Imperial autorizó en febrero de 1938 la creación de un gobierno colaboracionista en la cuenca media del Yangtsé. Inicialmente, los japoneses tantearon a Tang Shaoyi, antiguo miembro del Kuomintang, pero sus exigencias de unificar bajo su mando también al Provisional de Pekín resultaron inaceptables y, tras su asesinato en marzo, el dictamen castrense se decidió por Liang Hongzhi, veterano de la era Beiyang con estrechos vínculos en Tokio. n una reunión celebrada el 19 de febrero en la capital japonesa, se acordó revivir la antigua bandera republicana y el himno de la “Canción de la Nube Afortunada” para reforzar la apariencia de continuidad estatal. [71]

El 28 de marzo de 1938, en el New Asia Hotel de Shanghái, Liang Hongzhi asumió el cargo de presidente del Ejecutivo Yuan ante la mirada de altos cargos como Wen Zongyao, y fue inmortalizado en el famoso retrato de grupo que celebraba el nacimiento del llamado Gobierno Reformado de la República de China. [72]

Teóricamente dotado de un Legislativo Yuan y un Ejecutivo Yuan con facultades propias, el régimen apenas ejercía autoridad: consejeros militares japoneses de la China Expeditionary Army supervisaban cada decreto y controlaban los ministerios claves. [73]​ Sus territorios de dominio incluían las provincias de Jiangsu, Zhejiang y Anhui, junto a las municipalidades de Nankín y Shanghái, aunque en la práctica los japoneses retenían el monopolio de impuestos, aduanas y comunicaciones.

Para respaldar esta estructura, el Gobierno Reformado levantó un ejército nominal bajo el ministro de Pacificación Ren Yuandao, que empezó con 10.000 hombres y llegó a 30.000 en 1939, si bien su efectividad fue muy limitada debido a la falta de entrenamiento y equipo. . En sus manifiestos oficiales, el gobierno agradecía explícitamente a los “aliados japoneses” por “rescatar” a China, un mensaje propagandístico que buscaba ganar simpatizantes entre la población sometida. [71]

Los tanques BT-7 soviéticos en agosto de 1939 durante la Batalla de Jaljin Gol

Batalla de Jaljin Gol (11 de mayo al 16 de septiembre de 1939)

El incidente de Nomonhan comenzó el 11 de mayo de 1939 cuando unidades de caballería mongola, en busca de forraje, ingresaron a un territorio en disputa cerca de la frontera entre la Unión Soviética y Manchukuo, lo que provocó un enfrentamiento con las fuerzas de caballería de Manchukuo. Aunque las tropas de Manchukuo lograron expulsar a los mongoles, estos regresaron dos días después y no pudieron ser desalojados. Según informes del ministro sovietico Molotov, fueron las tropas japonesas y de Manchukuo las que atacaron a los mongoles, utilizando incluso aviación, lo que desencadenó el conflicto. [74]

Tropas de Mongolia rechazando un ataque de los japoneses sobre sus líneas defensivas.

A mediados de mayo, las tropas japonesas del Ejército de Kwantung, lideradas por el teniente coronel Yaozo Azuma, intentaron recuperar el territorio, pero sufrieron fuertes derrotas, especialmente el 28 de mayo, cuando fueron rodeadas y destruidas por las fuerzas soviético-mongolas. Esto detuvo momentáneamente los enfrentamientos, pero la tensión creció nuevamente en junio con continuos ataques de aviación japonesa a las posiciones soviético-mongolas. [74]

A finales de junio, el Ejército de Kwantung lanzó una ofensiva masiva con 38,000 hombres, 135 tanques y 225 aviones, pero sus intentos de cruzar el río Jalja fueron repelidos, y los soviéticos, bajo el mando del general Gueorgui Zhúkov, iniciaron un contraataque exitoso el 3 de julio. A pesar de los esfuerzos del gobierno japonés para evitar una guerra total con la URSS, el Ejército de Kwantung continuó presionando.[74]

El conflicto se intensificó en agosto de 1939 cuando Zhúkov, con un ejército con tanques y aviones, comenzó una ofensiva decidida, adelantándose al ataque japonés programado para el 24 de agosto. En el mismo mes, el Pacto Ribbentrop-Mólotov entre Alemania y la Unión Soviética se firmó, lo que desestabilizó aún más la situación en Japón, ya que la Alemania nazi no respaldaría a Japón en este conflicto.[74]

Prisioneros japoneses hechos por el Ejército Rojo durante la batalla.

El 20 de agosto, las fuerzas soviéticas cruzaron el río Jaljin Gol, avanzando con artillería y aviación en un asalto devastador contra las posiciones japonesas. A partir del 23 de agosto, la situación cambió a favor de los soviéticos, quienes, con su superioridad en tanques y artillería, destruyeron el 6.º Ejército japonés y aniquilaron completamente a la 23.ª División nipona, en lo que se consideró un golpe decisivo. [74]

El 27 de agosto, después de varios intentos japoneses por romper el cerco, las fuerzas soviéticas y mongolas destruyeron por completo las tropas niponas. A finales de mes, el ejército japonés sufrió una derrota aplastante, perdiendo más de 70 aviones en la lucha por recuperar el control aéreo. Este enfrentamiento, conocido como la Batalla de Khalkhin Gol o Batalla de Nomonhan, fue decisivo en la contienda entre la URSS y Japón, y contribuyó a que Japón reconsiderara sus ambiciones en Asia, especialmente en su enfrentamiento con la Unión Soviética.[74]

Primera Batalla de Changsha (14 de septiembre al 10 de octubre de 1939)

La noche del 14 de septiembre de 1939, la 106.ª División japonesa, bajo el mando del teniente general Ryotaro Nakai, avanzó hacia el oeste desde Fengxin, provincia de Jiangxi, contra la 184.ª División del 60.º Cuerpo chino de Wan Baobang. Tras intensos combates, las fuerzas defensoras se vieron obligadas a abandonar Gao'an. A continuación, las tropas japonesas se dirigieron al noroeste para asaltar Shangfu, Ganfang y Xiushui, mientras que la 33.ª División, comandada por el teniente general Jutaro Amakasu, atacaba desde el sur al 15.º Grupo de Ejércitos chino de Guan Linzheng.

Soldados japoneses durante la batalla de Changsha.

Tras asegurar posiciones estratégicas en Jiangxi, el 17 de septiembre las fuerzas japonesas lanzaron una ofensiva a gran escala contra la ciudad de Changsha. La 101.ª y 106.ª Divisiones avanzaron desde el este, mientras que las divisiones 3.ª, 6.ª, 13.ª y 33.ª invadieron el norte de Hunan para presionar la ciudad desde varios frentes. Sin embargo, al extenderse demasiado, las fuerzas japonesas fueron contraatacadas desde el norte y el sur, viéndose obligadas a retroceder.

El 19 de septiembre, en un intento por romper las defensas chinas a lo largo del río Sinkiang, las fuerzas japonesas emplearon gas venenoso a gran escala. Ese mismo día, el 74.º y 32.º Cuerpo chinos lograron recuperar Cunqianjie, y el 22 de septiembre retomaron Gao'an en un contraataque exitoso. El 23 de septiembre, las divisiones 6.ª y 13.ª japonesas cruzaron el río Sinkiang bajo intensa cobertura de artillería y avanzaron hacia el sur siguiendo el curso del río Miluo. Al mismo tiempo, tropas navales japonesas desembarcaron al este de Changsha, logrando cercar la ciudad por tres flancos.

A pesar de los combates encarnizados, las fuerzas chinas recurrieron a una retirada táctica que permitió organizar maniobras de cerco contra los invasores. Para el 29 de septiembre, las tropas de vanguardia japonesas habían alcanzado las afueras de Changsha. Sin embargo, tras sufrir más de 40.000 bajas —una proporción considerable de ellas mortales— y con sus líneas de suministro gravemente amenazadas, las fuerzas japonesas se vieron obligadas a retirarse cruzando el río Laodao.

El 3 de octubre, bajo las órdenes del general Xue Yue, el ejército chino lanzó un contraataque general, persiguiendo a los japoneses hacia el norte. El 5 de octubre, tras el derribo de un avión japonés y los ataques chinos contra puertos controlados por la Armada Imperial Japonesa, el general Yasuji Okamura ordenó cancelar la ofensiva sobre Changsha. Dos días después, los restos de las tropas japonesas cruzaron el río Miluo en retirada, mientras que las fuerzas chinas del 52.º Cuerpo los persiguieron hasta el río Sinkiang.

Finalmente, para el 10 de octubre, las tropas chinas habían recuperado por completo los territorios perdidos en las provincias de Hunan, Hubei y Jiangxi.

Inicio de la guerra en Europa (septiembre de 1939 a mayo de 1940)

El inicio de la guerra en Europa, que abarca desde la invasión de Polonia en septiembre de 1939 hasta el final del perio de la Guerra de broma en mayo de 1940. Tras la invasión alemana de Polonia, que fue el detonante de la Segunda Guerra Mundial en el frente europeo, las principales potencias europeas, como el Reino Unido y Francia, declararon la guerra a la Alemania nazi. Sin embargo, durante los primeros meses del conflicto, las hostilidades en el frente occidental fueron limitadas, caracterizada por una falta de enfrentamientos directos entre las grandes potencias en la región, mientras que los combates se concentraron principalmente en el este, en la campaña polaca. Este período de relativa calma en el frente occidental terminó con el comienzo de la invasión alemana de Francia y los países bajos en mayo de 1940.

La existencia de Polonia es intolerable e incompatible con las condiciones esenciales de la vida alemana. Polonia debe irse y se irá.[75]
Firma del Pacto de No Agresión entre Alemania y la Unión Soviética (Pacto Mólotov-Ribbentrop). 23 de agosto de 1939

Firma del Pacto Ribbentrop-Mólotov (23 de agosto de 1939)

En la primavera y verano de 1939, ante el riesgo de una guerra en dos frentes, Hitler buscó asegurar su retaguardia oriental, mientras que Stalin, desconfiado de la eficacia de los aliados occidentales, deseaba ganar tiempo para fortalecer el Ejército Rojo. [76]​ Tras semanas de discusiones diplomáticas, el 23 de agosto ambas potencias anunciaron al público un tratado de “no agresión” que entró en vigor de inmediato.

Inmediatamente después de la firma pública se acordó en secreto un protocolo que trazaba líneas divisorias: Polonia se dividiría al este del curso de los ríos Narew, Vístula y San a favor de la URSS; Lituania, Letonia y Estonia quedaron en el área soviética; mientras que Alemania obtenía libertad de acción sobre la región occidental polaca y aspiraciones sobre Rumania. [77]​ Un protocolo suplementario, firmado el 28 de septiembre, afinó detalles fronterizos lituanos, y un tercero, el 10 de enero de 1941, ajustó reclamaciones alemanas sobre parte de Lituania a cambio de compensaciones

Pocos días después, el 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia por el oeste, y el 17 de septiembre la URSS atacó desde el este, terminando de hecho con la Segunda República polaca

Incidente de Gliwice (31 de agosto de 1939)

El Incidente de Gliwice, que sirvió como pretexto para la invasión alemana de Polonia en 1939, fue una operación de falsa bandera organizada por órdenes de Reinhard Heydrich y Heinrich Müller, jefe de la Gestapo. Según el testimonio del SS-Sturmbannführer Alfred Naujocks en los Juicios de Núremberg, la noche del 31 de agosto de 1939, un pequeño comando alemán, disfrazado con uniformes polacos y liderado por el propio Naujocks, asaltó la estación de radio de Gliwice. Allí transmitieron un breve mensaje en polaco con contenido antialemán, aunque los registros varían sobre las palabras exactas. [78][79]

La operación, conocida con el nombre en clave "Grossmutter Gestorben" ("Abuela Murió"), fue planificada desde el Palacio de Sławięcice y tenía como objetivo presentar el ataque como un acto de sabotaje polaco. Para darle verosimilitud, la Gestapo asesinó a Franciszek Honiok, un campesino católico de Alta Silesia simpatizante de los polacos. Honiok fue detenido, drogado, ejecutado de un disparo y dejado en el lugar como falsa evidencia. [79]

Además, varios prisioneros del campo de concentración de Dachau fueron igualmente drogados, asesinados y sus rostros desfigurados, para luego ser dispuestos en la escena como supuestos atacantes. Los alemanes se referían a estos cuerpos con el código "Konserve" ("conservas"). Aunque a veces se cita erróneamente como la "Operación Carne Enlatada", el término verdadero se usó solo internamente. [79]

El testimonio de Erwin von Lahousen reveló que la Abwehr, el servicio de inteligencia militar alemán, también participó proporcionando uniformes, armamento y documentos falsos. Incluso Oskar Schindler, más tarde famoso por salvar a 1.200 judíos, tuvo un papel menor en esta operación al suministrar equipos y armas como agente de la Abwehr. [79]

Soldados alemanes atravesando la frontera de Polonia para dar inicio a la invasión del país el 1 de septiembre de 1939

Invasión alemana de Polonia (1 de septiembre de al 6 de octubre de 1939)

En vísperas de la invasión de Polonia, el Estado Mayor alemán diseñó un plan que dividía a la Wehrmacht en dos grandes grupos: el Grupo de Ejércitos Norte, comandado por el Generaloberst Fedor von Bock, partiendo de Prusia Oriental y Pomerania; y el Grupo de Ejércitos Sur, al mando del Generaloberst Gerd von Rundstedt, avanzando desde Silesia y Eslovaquia. Toda la operación era coordinada por el general Franz Halder. [79]

El objetivo del Grupo Norte era avanzar hacia el corredor polaco, unir sus fuerzas tras el avance del III y IV Ejército, y luego girar hacia Varsovia. Mientras tanto, el Grupo Sur, con su fuerte X Ejército, debía dirigirse directamente a Varsovia, protegido en los flancos por el VIII y XIV Ejército. La idea era cerrar la tenaza sobre los polacos y destruir a las fuerzas atrapadas.

Aunque Alemania ya contemplaba el uso de la blitzkrieg, en Polonia no se aplicó plenamente: la Wehrmacht todavía dependía de caballería para el reconocimiento y empleó tácticas tradicionales de cerco y asedio, como en la fortaleza de Modlin. Los tanques panzer, aún vistos como apoyo a la infantería, no actuaban como fuerzas independientes. El poderío aéreo alemán, liderado por la Luftwaffe, jugó un papel crucial. Con más de 1500 aviones distribuidos en dos flotas aéreas, bajo mandos como Albert Kesselring y Wolfram von Richthofen, los cazas Messerschmitt Bf 109 y bombarderos Stuka demostraron su efectividad, superando con facilidad a la fuerza aérea polaca. [79]

La guerra comenzó oficialmente a las 4:26 horas de la madrugada del 1 de septiembre de 1939, tras la provocación del Incidente de Gliwice. Esa madrugada, bombarderos alemanes atacaron las infraestructuras clave como los puentes de Dirschau y la ciudad de Wieluń, mientras el acorazado Schleswig-Holstein abrió fuego contra la Westerplatte. A la par, submarinos polacos ejecutaron el plan Worek, hostigando a la flota alemana. El Reino Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para retirarse de Polonia.

La ciudad Wieluń es conocida por ser víctima de un bombardeo de la Luftwaffe a las 04:40 el 1 de septiembre de 1939.
Batalla de Mława (1-3 de septiembre de 1939)

Al mediodía del 1 de septiembre de 1939, la línea de defensa polaca, ocupada por la 20.ª División de Infantería, fue atacada por el 1.er Cuerpo de Ejército al mando del general Walter Petzel. Georg von Küchler, comandante del Tercer Ejército alemán, ordenó a sus unidades lanzar ataques de sondeo en el frente polaco. Las tropas de la 11.ª División de Infantería fueron repelidas por el 78.º Regimiento de Infantería polaco, mientras que las tropas de las Waffen-SS del SS-Standarte Deutschland, parte de la División Panzer Kempf, fueron detenidas por las defensas polacas en la localidad de Uniszki Zawadzkie. El 7.º Regimiento Panzer llegó a las 15:00 y lanzó un asalto. Aunque las fuerzas atacantes estaban equipadas con tanques y apoyadas por aviones de guerra, el asalto inicial fue repelido por cañones Armata ppanc. wz. de 37 mm, de fabricación polaca. 36 cañones antitanque, tras el avance de los tanques alemanes, fueron bloqueados por una zanja antitanque de 6 metros de ancho. Siete tanques del Regimiento Panzer 7 fueron destruidos en la acción, y para las 19:00, las unidades alemanas se replegaron a sus posiciones originales. Solo en el flanco derecho de la línea polaca los alemanes tuvieron éxito, ya que la 12.ª División de Infantería y la 1.ª Brigada de Caballería lograron desalojar a la Brigada de Caballería Mazowiecka de sus posiciones cerca de la ciudad de Chorzele. Al final del día, la caballería de ambos bandos se enfrentó en una escaramuza cerca de la aldea de Krznowłoga Mała. [79]

La tarde siguiente, las unidades alemanas iniciaron un intenso bombardeo de artillería sobre las posiciones polacas, en coordinación con un ataque aéreo de Ju 87 Stukas del Sturzkampfgeschwader 1. Tras dos horas de fuego de artillería, las divisiones de infantería 11.ª y 61.ª lanzaron un ataque, pero fueron repelidas por los regimientos de infantería 80.º y 78.º respectivamente. Sin embargo, en Rzęgnowo, en el flanco derecho polaco, la 1.ª división de infantería flanqueó con éxito al 79.º regimiento de infantería polaco, y las tropas polacas se retiraron hacia Mława alrededor de las 16:00. Al percibir la debilidad en el flanco derecho polaco, von Küchler ordenó a la división Panzer Kempf que se dirigiera hacia Rzęgnowo para prepararse para un asalto al día siguiente. Mientras tanto, Krukowicz-Przedrzymirski ordenó a la 20.ª División que se extendiera más hacia el este y preparara la defensa de su flanco derecho entre las aldeas de Dębsk y Nosarzewo. Al mismo tiempo, la 8.ª División de Infantería , hasta entonces mantenida en reserva cerca de Ciechanów, recibió la orden de preparar un contraataque. [79]

La 8.ª División llegó a la zona en la madrugada del 3 de septiembre. Como la Brigada de Caballería Mazowiecka, que operaba más al este, también estaba en peligro por las tropas blindadas alemanas, el comandante del ejército ordenó a la división dividir sus fuerzas y atacar en dos direcciones: hacia Grudusk, al este de Mława, y hacia Przasnysz. Sin embargo, órdenes contradictorias y saboteadores alemanes que operaban en la retaguardia interrumpieron ambos ataques y provocaron el caos en las filas polacas. La comunicación se interrumpió y se produjeron incidentes de fuego amigo entre los Regimientos de Infantería 13.º y 32.º durante la noche, lo que provocó la retirada de este último. A las 22:00, la división estaba prácticamente destruida y solo el Regimiento de Infantería 21.º del Coronel (posteriormente General) Stanisław Sosabowski logró retirarse de los combates hacia la Fortaleza de Modlin.  A pesar de ello, los ataques alemanes hacia ambos flancos de la 20.ª División de Infantería no tuvieron éxito. [79]

El 3 de septiembre, los ingenieros alemanes finalmente lograron atravesar las barreras antitanque polacas. Los alemanes utilizaron a los civiles locales como escudos humanos,  lo que les permitió capturar varios búnkeres en el flanco izquierdo de las fuerzas polacas, pero no pudieron avanzar. En el flanco derecho, en la sección de Rzegnów del frente, al este de los pantanos, los ataques fueron más exitosos y, al anochecer, elementos del Cuerpo Alemán de Wodrig finalmente rompieron las líneas del 79.º Regimiento de Infantería a la retaguardia de los polacos. Esto amplió la brecha del frente en la zona de Grudusk. [79]

A las 09:00 horas del 4 de septiembre, el general Emil Krukowicz-Przedrzymirski, ante el riesgo de que sus fuerzas fueran flanqueadas y rodeadas, ordenó a la 20ª división y a los restos de la 8ª retirarse hacia Varsovia y Modlin , abandonando finalmente las posiciones fortificadas. [79]

Batalla de Westerplatte (1-7 de septiembre de 1939)

El 26 de agosto, el capitán Kleikamp maniobró el acorazado Schleswig-Holstein hasta las cercanías de Westerplatte. En respuesta, el mayor Henryk Sucharski, al mando de la guarnición polaca, ordenó establecer el máximo estado de alerta. Sin embargo, poco antes del previsto desembarco alemán, las órdenes se anularon, Hitler había decidido posponer la ofensiva tras la firma del Tratado de Asistencia Mutua entre Reino Unido y Polonia, firmado el día anterior.[79][80]

El SMS Schleswig-Holstein disparando sobre la guarnición polaca en Westerplatte.

La verdadera tormenta se desató el 1 de septiembre, a las 04:48 horas, cuando los cañones del Schleswig-Holstein lanzaron ocho proyectiles sobre la zona sudeste de Westerplatte. Así comenzaba la Segunda Guerra Mundial. El mayor Sucharski transmitió un urgente mensaje: "S.O.S: Estoy bajo fuego enemigo". Las explosiones abrieron tres brechas en el muro perimetral y los almacenes de aceite ardían violentamente. Entre las primeras víctimas figuró el sargento Wojciech Najsarek, alcanzado mortalmente por una ráfaga de ametralladora, convirtiéndose en el primer caído de la batalla. [79][80]

Los infantes de Marina del comandante Henningsen avanzaron divididos en tres pelotones. Los zapadores lograron destruir la puerta ferroviaria que bloqueaba el acceso por el istmo, todo según lo planeado. Pero, tras atravesar el muro, los alemanes se toparon con la cruda realidad: una guerra muy distinta a los ejercicios de adiestramiento en tiempos de paz. El fuego cruzado polaco, guiado por un conocimiento perfecto del terreno, los envolvió. La resistencia de los supuestos 88 defensores resultó feroz; los alemanes sospechaban incluso la presencia de francotiradores ocultos. Las alambradas obstaculizaban cualquier avance y los morteros polacos, estratégicamente emplazados, detenían a los intrusos una y otra vez. La meticulosa defensa preparada por Sucharski logró detener el primer asalto. [79][80]

A las 06:22 el primer ataque alemán había fracasado. Los infantes de marina, maltrechos, informaron al acorazado de su retirada debido a las numerosas bajas. Simultáneamente, la policía de Danzig había intentado tomar el control del puerto desde el otro lado de Westerplatte, también sin éxito. Con apenas ocho bajas, la mayoría heridos, los polacos habían infligido cerca de cincuenta bajas a sus atacantes. [80]

Soldados polacos hechos prisioneros tras la capitulación. Danzig, 7 de septiembre de 1939.

Kleikamp ordenó una intensificación del fuego artillero. El Schleswig-Holstein disparó 90 proyectiles de 280 mm, 407 de 170 mm y 366 de 88 mm sobre Westerplatte, en uno de los bombardeos más concentrados de toda la guerra. A las 08:55, reforzados con 60 hombres de las SS de Heimwehr, los marinos alemanes lanzaron un segundo ataque. [79][80]

El 2 de septiembre, 60 bombarderos en picado Stuka y piezas de artillería de 210 mm se unieron a la ofensiva. Westerplatte, sin defensas antiaéreas, sufrió un devastador bombardeo. Búnkeres enteros fueron destruidos, el puesto de mando de Sucharski quedó inoperativo y fue el capitán Franciszek Dąbrowski quien asumió temporalmente el liderazgo. El único cañón polaco de 75 mm fue destruido y los morteros de 81 mm apenas pudieron realizar un centenar de disparos antes de ser silenciados. El 3 y 4 de septiembre, los bombardeos se intensificaron. El 4, además, la torpedera T-196 y el dragaminas Von der Groeben atacaron Westerplatte desde el mar. [80]

El 5 de septiembre, tras otro intenso bombardeo, el mayor Sucharski consideró seriamente la rendición. Westerplatte, diseñada para resistir doce horas, llevaba ya cinco días de heroica resistencia. Sin embargo, Dąbrowski se opuso rotundamente a la rendición. El 6 de septiembre, la situación se deterioró aún más. La policía SS bombardeó Westerplatte con morteros. La ayuda externa era ya imposible. Pese al uso de lanzallamas, los polacos fueron capaces una vez más de rechazar el ataque. A las 09:45 se mostró la bandera blanca y a las 11:00 Sucharski rindió Westerplatte, que había soportado una semana de asedio e intenso fuego de artillería sin doblegarse. Los soldados alemanes se cuadraron ante la guarnición polaca en señal de respeto por su hazaña. [80]

Ruinas de uno de los búnkeres, ahora un sitio conmemorativo.
Batalla de Wizna (7-10 de septiembre de 1939)

El 7 de septiembre de 1939 el III Ejército alemán debía avanzar desde Prusia Oriental hacia Varsovia. En su camino encontraron resistencia en la localidad de Wizna, defendida por 700 polacos bajo el mando de Władysław Raginis. Una unidad de reconocimiento del 10.º Ejército al mando del general Nikolaus von Falkenhorst tomaron con no pocas bajas Wizna; sus defensores retrocedieron al margen oriental del río Narew. Los alemanes intentaron tomar el puente en dirección a Gielczyn, pero fue volado por los ingenieros polacos cuando pasaban los tanques panzer, uno de ellos cayó al río. Entonces los alemanes intentaron vadear el río sufriendo bastantes bajas en el intento, siendo al final repelidos. [81]

Luego intervinieron fuerzas mayores bajo el general Heinz Guderian, apoyadas por 42.000 hombres, 350 tanques y la Luftwaffe. A pesar de la abrumadora superioridad, los polacos, atrincherados en búnkeres inacabados a lo largo de 9 km, resistieron encarnizadamente, causando cerca de 900 bajas alemanas y destruyendo 15 tanques. Finalmente, tras durísimos combates, los búnkeres cayeron uno por uno. De los defensores, unos 660 murieron, y el capitán Raginis se suicidó antes de rendirse. Solo 40 soldados fueron capturados y otros 40 lograron escapar hacia Białystok. [81]

Asedio de Varsovia (8-30 de septiembre de 1939)

Varsovia contaba con un sistema de fortificaciones, principalmente al oeste. Las fuerzas del general Czuma se reforzaron gracias a voluntarios y tropas en retirada. El 8 de septiembre, suburbios como Grójec y Piaseczno cayeron ante el avance alemán. Ese mismo día, la 4.ª División Panzer atacó el barrio de Ochota pero fue rechazada con fuertes pérdidas, incluida la destrucción de tanques mediante trampas incendiarias con trementina. Un segundo asalto también fracasó.

Víctima civil de los bombardeos de Varsovia, 13 de septiembre de 1939.

El 8 de septiembre, se creó el "Ejército de Varsovia" bajo el mando del general Juliusz Rómmel, mientras Czuma seguía liderando la defensa de la ciudad, dividida en sectores oeste y este de la ciudad de Praga. Mientras tanto, los Ejércitos de Poznań y Pomorze lanzaron el contraataque de la Batalla de Bzura, obligando a los alemanes a retirar unidades de Varsovia, lo que dio tiempo para reforzar la ciudad.

A partir del 11 de septiembre, Varsovia debía resistir a toda costa. Aun así, fuerzas alemanas del III Ejército cruzaron el Narew y aislaron la ciudad. Solo una franja junto al Vístula mantenía comunicación con la fortaleza de Modlin. Las últimas unidades polacas alcanzaron Varsovia el 14 de septiembre.Los intentos alemanes de tomar Praga fueron rechazados, como el fracaso del 23.º Regimiento Alemán ante el 21.º Regimiento "Niños de Varsovia". Tras la caída de la Batalla de Bzura, 120.000 defensores polacos resistían frente a 175.000 alemanes. La ciudad fue sometida a constantes bombardeos de artillería pesada y ataques aéreos masivos que afectaban tanto a objetivos militares como civiles.

El 25 de septiembre comenzó el asalto final. Nueve divisiones atacaron Varsovia apoyadas por decenas de baterías y flotas aéreas, pero el ataque fue repelido. Esa noche, los polacos lograron incluso contraatacar. Un segundo asalto alemán el 27 de septiembre también fue detenido, aunque ambos bandos sufrieron grandes pérdidas.

Aunque la defensa militar aún era viable, la situación civil era catastrófica: escasez de comida, agua, medicinas y continuos incendios provocados por los bombardeos. Con la entrada de la URSS en la guerra, como aliada de Alemania, y sin ayuda occidental, la resistencia se volvió inútil. El 26 de septiembre comenzaron negociaciones de rendición. El 27 se acordó un alto el fuego al mediodía y Varsovia capituló oficialmente. Parte del armamento polaco fue escondido o destruido para evitar su captura, y posteriormente sería usado en el Alzamiento de Varsovia. El 30 de septiembre, las tropas alemanas entraron en la ciudad, concluyendo el asedio.

División de la infantería polaca durante la batalla de Bzura.
Batalla de Bzura (9-22 de septiembre de 1939)

El 9 de septiembre, los ejércitos de Poznań y Pomorze lanzaron un contraataque sorpresivo contra el 8.º Ejército alemán, logrando hacerlo retroceder hasta 20 km. Sin embargo, al avanzar, las fuerzas polacas quedaron atrapadas en una bolsa junto al río Bzura, mientras los alemanes concentraban refuerzos y aviones para cercarlos. [79]

A pesar de la heroica resistencia, donde destacó la caballería de ulanos polacos, los intentos de romper el cerco fracasaron, agravados por la superioridad aérea alemana. El 17 de septiembre, con la invasión soviética por el este, la situación se volvió desesperada. Sin municiones ni alimentos, comenzaron las rendiciones masivas que culminaron el 22 de septiembre. [79]

Batalla de Leópolis (12-22 de septiembre de 1939)

Inicialmente, Leópolis no debía ser defendida, por estar lejos del frente polaco y ser considerada demasiado importante culturalmente para arriesgarla en combate. Sin embargo, la rápida invasión alemana y el colapso de las fuerzas polacas obligaron a organizar una defensa. El 7 de septiembre, el general Władysław Langner comenzó a preparar la ciudad. Se estableció una línea defensiva a lo largo del río San, con núcleos de resistencia en ciudades cercanas.

Defensa antiaérea polaca en Leópolis

El 12 de septiembre, las primeras unidades alemanas motorizadas al mando del coronel Ferdinand Schörner llegaron a las afueras de Leópolis y lanzaron un asalto, que fue rechazado a pesar de la inferioridad numérica polaca. El mando de la defensa pasó entonces al general Franciszek Sikorski. Al día siguiente, fuerzas alemanas rompieron hasta el centro de la ciudad pero fueron repelidas en duros combates gracias a milicias locales y voluntarios. Schörner optó por sitiar la ciudad, capturando el suburbio estratégico de Zboiska y bombardeando Leópolis desde las colinas. La 10.ª Brigada Motorizada polaca, bajo el coronel Stanisław Maczek, logró recuperar el suburbio, aunque los alemanes mantuvieron las alturas. La ciudad sufrió continuos bombardeos de artillería y ataques aéreos de la Luftwaffe, que destruyeron infraestructura crítica.

El 17 de septiembre, la Unión Soviética invadió Polonia desde el este, declarando que el estado polaco había dejado de existir. Tropas del 6.º Ejército Rojo cruzaron la frontera y avanzaron hacia Leópolis. Ante esta nueva amenaza, los polacos reforzaron las defensas urbanas, retirándose de posiciones externas.

El 19 de septiembre, las primeras fuerzas blindadas soviéticas alcanzaron las afueras de la ciudad, pero fueron inicialmente rechazadas. Sin embargo, completaron el cerco de Lviv junto con los alemanes. La ciudad, defendida por fortificaciones improvisadas y barricadas construidas por civiles, resistió nuevos ataques. El mismo día, enviados alemanes y soviéticos exigieron la rendición. Mientras los alemanes planeaban un asalto para el 21 de septiembre, Hitler ordenó que Leópolis fuera entregada a los soviéticos, cancelando el ataque. Ante la desesperada situación, Sikorski decidió negociar la rendición.

El 22 de septiembre, se firmó el acta de rendición en el suburbio de Winniki. Según los términos acordados, los soldados polacos rasos y suboficiales podrían regresar a casa, y los oficiales tendrían derecho a exiliarse. Sin embargo, los soviéticos traicionaron el acuerdo: arrestaron a los oficiales polacos y los enviaron a gulags, donde muchos, incluido el general Sikorski, serían asesinados en la Masacre de Katin en 1940.

Ruinas de la Fortaleza de Modlin.
Asedio de la Fortaleza de Modlin (13-29 de septiembre de 1939)

La Fortaleza de Modlin fue inicialmente el cuartel general del Ejército de Modlin hasta su retirada hacia el este. Del 13 al 29 de septiembre de 1939, sirvió como ciudadela defensiva para las fuerzas polacas bajo el mando del general Wiktor Thommée contra las unidades alemanas atacantes .La lucha estuvo estrechamente vinculada a la situación estratégica del Asedio de Varsovia.

Las fuerzas polacas que defendían la fortaleza incluían el tren blindado Śmierć ("muerte") y la batería antiaérea Modlin, a la que se le atribuía el derribo de más aviones de la Luftwaffe que a cualquier otra en toda la campaña de septiembre. La fortaleza Modlin capituló el 29 de septiembre, una de las últimas en deponer las armas en la campaña. Varios días antes, Rochus Misch había intentado negociar la rendición de la fortaleza a pesar de estar herido, acto por el cual fue condecorado con la Cruz de Hierro.

Los soldados de la División Panzer Kempf cometieron la masacre en Zakroczym el 28 de septiembre de 1939.

Batalla de Brest Litovsk (14-17 de septiembre de 1939)

El 14 de septiembre de 1939, los tanques alemanes del 2.º batallón del 8.º regimiento Panzer intentaron capturar la fortaleza de Brześć. Fueron repelidos por infantería polaca y la improvisada 113.ª compañía de tanques ligeros, que usaba 12 anticuados FT-17 de la Primera Guerra Mundial. Todos los tanques polacos fueron destruidos, pero los alemanes tuvieron que retirarse. Ese mismo día, el tren blindado polaco AT53, en misión de reconocimiento, fue atacado por patrullas alemanas. Hubo escaramuzas menores y un bombardeo de artillería alemana sobre la ciudad y la fortaleza, iniciándose duros combates callejeros. Al amanecer, la ciudad quedó dividida entre ambos bandos. [82]

Tanque soviético T-26 circulando junto a un enlace motorizado alemán, como parte del Desfile conjunto germano-soviético.

La infantería polaca se retiró de la ciudad, pero las altas bajas evitaron un avance alemán sobre la fortaleza. Los bombardeos aéreos y de artillería continuaron, aunque la defensa polaca resistía con escasos medios antitanque y antiaéreos. El general polaco Plisowski, ante la amenaza de la 3.ª División Panzer cerca de Żabinka, envió el tren blindado AT55. Este realizó varios ataques contra blindados alemanes cerca del río Muchawiec, con éxito limitado pero logrando detener momentáneamente a los alemanes. A pesar de rechazar los ataques iniciales, los polacos, con poca artillería y sin armas antitanque adecuadas, empezaron a ceder. La 20.ª División acorazada y la 10.ª División motorizada alemanas tomaron sectores clave. Llegaron refuerzos alemanes, la 3.ª y 2.ª Divisiones Panzer, empeorando la situación polaca, con casi un 40% de bajas. [82]

Ante el cerco inminente, Plisowski ordenó la retirada de sus fuerzas principales hacia el sur durante la madrugada. Solo quedó el 82.º Regimiento de Infantería bajo el capitán Radziszewski, quien decidió luchar hasta el final. A la mañana, los alemanes ocuparon la fortaleza casi sin resistencia. [82]

El mismo 17 de septiembre, el Ejército Rojo soviético cruzó la frontera polaca. La 29.ª Brigada de Tanques soviética, liderada por el general Krivoshéin, llegó a Brest-Litovsk, tomó el control de la fortaleza, y organizó un desfile conjunto alemán-soviético. Luego, las tropas alemanas cruzaron el río Bug para seguir persiguiendo a los restos del ejército polaco. [82]

Batalla de Tomaszów Lubelski (17-26 de septiembre de 1939)

A mediados de septiembre de 1939, los restos del Ejército de Lublin y del Ejército de Cracovia, bajo el mando del general Piskor, se agruparon cerca de Frampol. Su objetivo era abrirse paso hacia el sur, hacia la zona del Puente Rumano, donde esperaban reorganizarse. Sin embargo, su camino fue bloqueado por fuerzas alemanas muy superiores. Sin aviación propia y sin conocer la magnitud real del enemigo, el general Szylling, comandante del Ejército de Cracovia, apostó todo a un ataque desesperado. Ordenó a la Brigada Blindada Motorizada de Varsovia que golpeara Tomaszów Lubelski como maniobra de distracción, mientras las cinco divisiones de infantería trataban de abrir una brecha. [79][83]

Reconstrucción de la batalla de Tomaszów Lubelski.

El 18 de septiembre, en una mañana cargada de niebla, los polacos lograron tomar media ciudad. Pero el contraataque alemán, con fuerzas frescas de la 4ª División Ligera, los golpeó en la retaguardia. Durante la noche, los intentos polacos por recuperar Tomaszów fueron feroces, pero el caos y el agotamiento hicieron inútil cualquier esfuerzo. Finalmente, cercado, desmoralizado y casi sin municiones, el general Piskor ordenó la rendición. Más de 11.000 soldados fueron hechos prisioneros, mientras pequeños grupos lograron ocultarse en los bosques. Paralelamente, un grupo separado, el Grupo Operativo "Boruta", intentó escapar hacia Narol, pero uno a uno, sus batallones fueron aniquilados.[79]

Desde el Frente Norte, bajo el mando del general Dąb-Biernacki, reunía a casi 40.000 soldados entre la población. Sin embargo, el general ignoraba lo que ocurría en Tomaszów. Su plan inicial era abrirse camino hacia Zamość y de allí a Hungría o Rumanía. Pero el 19 de septiembre, al conocer la gravedad de la situación, viró sus fuerzas hacia Tomaszów para intentar socorrer a los sitiados. [79]

Las columnas polacas fueron atacadas en Cześniki por divisiones alemanas bien posicionadas. Aunque la caballería de Anders logró capturar Krasnystaw brevemente, el avance fue detenido. Dąb-Biernacki, viendo la derrota inminente, abandonó a sus tropas y escapó del país. El general Krukowicz-Przedrzymirski resistió un poco más, lanzando un último ataque en Krasnobród, pero también fue detenido. Para el 26 de septiembre, todo había terminado. [79][83]

Batalla de Kock (2-5 de octubre de 1939)

A fines de septiembre, el X Ejército alemán, bajo el mando de Walther von Reichenau, recibió la orden de eliminar las fuerzas polacas que aún resistían entre los ríos Bug y Vístula. Para ello, encomendó la tarea al XIV Cuerpo Motorizado, compuesto por las poderosas 29ª y 13ª divisiones de Infantería Motorizada, equipadas con miles de soldados, vehículos y artillería ligera. [84]

Soldados polacos luchando en Kock.

El 2 de octubre, los alemanes, subestimando la moral y la capacidad de los polacos, enviaron un solo batallón para tomar Kock y Serokomla. Pero su optimismo fue rápidamente aplastado. En Kock, al amanecer, una columna alemana fue detenida a tiros por un pequeño pelotón polaco. A pesar del apoyo de la artillería, los alemanes fueron repelidos tras durísimos combates. Más tarde, un grupo de motociclistas alemanes intentó infiltrarse cerca de la iglesia de Kock, pero también se retiraron bajo intenso fuego. Mientras tanto, en Serokomla, otra fuerza alemana logró entrar al pueblo, solo para verse envuelta en una brutal lucha cuerpo a cuerpo con los ulanos polacos. La artillería polaca abrió fuego, forzando a los alemanes a retirarse al sur del pueblo. Ese día, los polacos capturaron a unos 185 soldados y oficiales alemanes, aunque también sufrieron graves pérdidas, con unos 200 muertos o heridos. [84]

El 3 de octubre, viendo la inesperada resistencia polaca, el general alemán Otto Paul ordenó un ataque masivo para partir en dos a las fuerzas polacas. Con varios regimientos lanzados en un frente amplio, los alemanes lograron avances limitados. En el ala polaca, el general Franciszek Kleeberg planeó un contraataque: parte de su caballería debía flanquear a los alemanes, mientras el grueso de su infantería resistía en Wola Gułowska. Tras intensos combates, aunque los alemanes capturaron Wola Gułowska brevemente, se vieron obligados a retirarse de su sector oriental al anochecer. [84]

El 4 de octubre, con la situación estancada, el XIV Cuerpo alemán trajo refuerzos de la 29ª División Motorizada para un asalto final. Atacaron simultáneamente Adamów, Krzywda y zonas al norte de Kock. Kleeberg, sospechando este movimiento, organizó una defensa férrea, la 60ª División polaca contraatacó a los agotados soldados de la 13ª División Motorizada, mientras la Brigada Podlaska enfrentó a la 29ª División. [84]

Finalmente, el 5 de octubre, los alemanes lanzaron un ataque coordinado con sus dos divisiones motorizadas para cercar y destruir a los polacos. Desde el amanecer, el fuego de artillería cayó sobre Adamów y Gułów. La 13ª División logró tomar Adamów tras dura lucha y atacó las posiciones polacas en la colina 170 y en Gułów. [84]

Propaganda en pro de la sovietización dirigida a la población de origen ucraniano en Polonia. En el cartel, escrito en ucraniano, se puede leer: «¡Electores de la clase trabajadora! ¡Votad a favor de la integración de la Ucrania polaca en la Ucrania Soviética! Por una Ucrania unida, libre y próspera. Destruyamos para siempre la frontera entre la Ucrania occidental y la Soviética. ¡Larga vida a la República Socialista Soviética de Ucrania!».
Anexión y reparto de Polonia

Tras la invasión de Polonia de 1939, Alemania y la Unión Soviética se repartieron el territorio polaco según los acuerdos del pacto Ribbentrop-Mólotov. En la zona ocupada por Alemania, se establecieron distritos militares en Gran Polonia y Pomerelia, bajo los generales Alfred von Vollard-Bockelberg y Walter Heitz respectivamente. La administración civil fue delegada a jefes civiles como Arthur Greiser en el distrito de Posen y Albert Forster en Prusia Occidental. Posteriormente, Hitler decretó el 8 de octubre de 1939 la anexión formal de estos territorios, creando los Reichsgaue de Posen (más tarde renombrado Warthegau) y de Dánzig-Prusia Occidental, integrándolos en las provincias prusianas existentes. [85]

Esta anexión extendió el Reich unos 150–200 km hacia el este, duplicando la extensión de los territorios conquistados en las antiguas particiones prusianas de Polonia. Desde ese momento, la política nazi impulsada por Heinrich Himmler y su oficina del RKFDV buscó germanizar estas zonas mediante expulsiones masivas de las poblaciones de judíos y los "enemigos del Reich" polacos fueron deportados al Gobierno General, mientras se planeaba asentar en su lugar a millones de colonos alemanes. El proyecto de transformación racial incluía la eliminación de la población judía y la "limpieza étnica" de los polacos, aunque durante la guerra estos planes sólo se ejecutaron parcialmente. [85]

Paralelamente, la Unión Soviética ocupó el este de Polonia, un territorio de 201.015 km², incluida el área cedida a Lituania, con una población de 13,3 millones de personas, mayoritariamente polacos (5,2 millones) y judíos (1,1 millones). [86]​ Unos 138.000 polacos y 198.000 judíos más huyeron de la zona ocupada por los alemanes y se refugiaron en la zona de ocupación soviética. [86]​ Los soviéticos reorganizaron las tierras anexionadas: los territorios del noreste, como Wilno, fueron transferidos a Lituania, que poco después sería absorbida como la República Socialista Soviética de Lituania. El resto de los territorios se repartió entre la República Socialista Soviética de Bielorrusia y la República Socialista Soviética de Ucrania, creando nuevos vóblast (provincias) como Lviv, Rivne y Ternópil. [85]

Guerra de Invierno (30 de noviembre de 1939 al 13 de marzo de 1940)

Desde abril de 1938, la Unión Soviética intentó presionar diplomáticamente a Finlandia para obtener concesiones territoriales que garantizaran la seguridad de Leningrado, temiendo un posible conflicto con Alemania. El agente soviético Borís Yártsev propuso que Finlandia cediera o arrendara islas en el Golfo de Finlandia, pero el gobierno finlandés reafirmó su neutralidad y rechazó las demandas. Las negociaciones continuaron durante 1938 sin éxito, ya que en Finlandia predominaba una visión negativa de la URSS debido a las purgas estalinistas. [87]

Tropas finlandesas luchando contra la invasión soviética en la denominada Guerra de Invierno (noviembre de 1939-marzo de 1940)

En agosto de 1939, el Pacto Ribbentrop-Mólotov colocó a Finlandia dentro de la esfera de influencia soviética. Poco después, en septiembre, Alemania y la Unión Soviética invadieron Polonia, y los estados bálticos aceptaron tratados de cooperación militar con la URSS. A diferencia de estos, Finlandia comenzó una movilización militar encubierta bajo el pretexto de "entrenamiento adicional". [87]

El 5 de octubre de 1939, la URSS convocó a una delegación finlandesa a Moscú. Los soviéticos exigieron mover la frontera en el istmo de Carelia, la cesión de islas estratégicas, el arrendamiento de la península de Hanko y la destrucción de las fortificaciones defensivas finlandesas. A cambio, ofrecieron territorios del este de Carelia. El gobierno finlandés, dividido internamente, rechazó finalmente las exigencias por presión del Parlamento y de la opinión pública. Finlandia presentó contraofertas más limitadas que no satisfacieron a Moscú, lo que aceleró la crisis que desembocaría en la Guerra de Invierno.

Tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial estalló la guerra cuando la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939. Aunque Finlandia logró resistir durante varios meses y causó grandes bajas al Ejército Rojo, el clima extremo y la reorganización soviética llevaron finalmente a la ruptura de las defensas finlandesas en febrero de 1940. La guerra terminó en marzo con el Tratado de Paz de Moscú, por el cual Finlandia cedió el 11 % de su territorio pero mantuvo su soberanía. Las altas pérdidas soviéticas deterioraron su reputación militar, y el conflicto influyó en la decisión de Hitler de atacar la URSS en 1941, lo que llevó a la posterior Guerra de Continuación.

29 de noviembre de 1939, prensa extranjera en Mainila, donde un incidente fronterizo entre Finlandia y la Unión Soviética se intensificó en la Guerra de Invierno.
Incidente de Mainila (26 de noviembre de 1939)

Aunque la Unión Soviética había firmado varios tratados de no agresión y acuerdos internacionales con Finlandia, como el Tratado de Tartu (1920), los pactos de no agresión de 1932 y 1934, y la adhesión a la Carta de la Sociedad de Naciones, necesitaba justificar legalmente cualquier acto de guerra. Inspirados en estrategias similares usadas por la Alemania nazi, como el Incidente de Gleiwitz para invadir Polonia, los soviéticos planearon fabricar un casus belli.

Durante juegos de guerra soviéticos realizados en 1938 y 1939, se había ensayado un escenario en el que incidentes fronterizos en el pueblo de Mainila provocaban la guerra. Finalmente, el 26 de noviembre de 1939, se dispararon siete tiros de artillería que impactaron dentro del territorio soviético. Puestos de observación finlandeses detectaron las detonaciones y calcularon que los proyectiles cayeron a unos 800 metros dentro de la URSS. [87]

Finlandia propuso realizar una investigación neutral, pero la Unión Soviética rechazó la propuesta, rompió relaciones diplomáticas el 29 de noviembre y, al día siguiente, declaró la guerra. Documentos posteriores confirmaron que el Incidente de Mainila fue orquestado deliberadamente para presentar a Finlandia como el agresor. Además, registros de guerra finlandeses probaron que ninguna de sus baterías podía haber alcanzado Mainila, pues estaban desplegadas lejos para evitar precisamente ese tipo de provocaciones. [87]​ John Gunther, un periodista y autor estadounidense, escribió en diciembre de 1939 que el incidente "fue tan torpe y obviamente inventado como todos los 'incidentes' desde Mukden en 1931". [88]

Planes de intervención franco-británica

Francia fue uno de los primeros países defensores de Finlandia, viendo la oportunidad de debilitar a la Unión Soviética, aliada de Alemania, y evitar combates en suelo francés. Francia planeó rearmar las tropas polacas exiliadas y enviarlas al puerto ártico de Petsamo, y también propuso un ataque aéreo a los campos petroleros del Cáucaso en cooperación con Turquía. [89]

Las concesiones territoriales de Finlandia a la Unión Soviética se muestran en rojo.

Gran Bretaña, por su parte, buscaba bloquear el suministro de mineral de hierro sueco a Alemania, vital para su industria de guerra. Desde septiembre de 1939, figuras como Winston Churchill impulsaron establecer presencia aliada en Escandinavia para apoyar a Finlandia sin entrar en guerra directa con la URSS. Sin embargo, Hitler advirtió a Suecia que permitir tropas aliadas provocaría una invasión alemana. [89]

En diciembre de 1939, el primer ministro francés Édouard Daladier presentó un plan que conectaba la defensa de Finlandia con el control del mineral sueco, alertando sobre el riesgo de que Alemania y la URSS se repartieran Escandinavia, como hicieron con Polonia. La prioridad de británicos y franceses era impedir el fortalecimiento militar alemán. [90]

El Comité de Coordinación Militar anglo-francés se reunió en diciembre, y el 27 enviaron notas a Noruega y Suecia pidiendo permiso para pasar tropas, pero ambos países rechazaron la solicitud el 5 de enero de 1940. Luego, intentaron justificar su intervención con una resolución de la Sociedad de Naciones, planeando desembarcar tropas en Narvik y avanzar en tren hacia Finlandia, pasando por los yacimientos de mineral de Suecia, pero Noruega y Suecia volvieron a rechazar la propuesta. [89]

Finalmente, a fines de enero, se elaboró un plan final que requería una solicitud formal de ayuda finlandesa, seguida de nuevas peticiones a Noruega y Suecia para trasladar voluntarios aliados. Se preveía movilizar 100 000 británicos y 35 000 franceses, con apoyo naval y aéreo, comenzando los convoyes el 12 de marzo y desembarcando el 20. Sin embargo, el fin de la Guerra de Invierno el 13 de marzo de 1940 frustró todos estos planes. [90]

Tratado de Paz de Moscú (12 de marzo de 1940)

El 5 de marzo de 1940, el Ejército Rojo rompió la línea Mannerheim y llegó a los suburbios de Víborg, estableciendo además una cabeza de playa en el Golfo de Víborg. Aunque Finlandia propuso un armisticio el 6 de marzo, la URSS lo rechazó para presionar aún más. La delegación finlandesa llegó a Moscú el 7 de marzo, en medio de un colapso militar inminente. Al ver que la ayuda franco-británica no llegaría, Finlandia aceptó negociar.

El Tratado de Paz de Moscú se firmó el 12 de marzo de 1940 y entró en vigor al día siguiente. Finlandia cedió a la URSS el 11 % de su territorio y el 30 % de su capacidad económica, incluyendo Víborg, el istmo de Carelia y varias islas en el golfo de Finlandia. Además, arrendó la península de Hanko como base militar soviética. Aunque Petsamo fue devuelto a Finlandia, las pérdidas territoriales superaron ampliamente las exigencias soviéticas iniciales antes de la guerra.

Guerra de Broma (3 de septiembre de 1939 al 10 de mayo de 1940)

El periodo conocido como Guerra de Broma abarca desde la declaración de guerra del Reino Unido y Francia a Alemania el 3 de septiembre de 1939 hasta el estallido de la ofensiva alemana en el oeste el 10 de mayo de 1940. La expresión drôle de guerre fue acuñada en Francia en septiembre de 1939 y cobró popularidad tras un reportaje de Roland Dorgelès en enero de 1940. En el Reino Unido se empleó principalmente Phoney War, probablemente en alusión irónica a la Guerra de los Bóeres, y en Alemania se habló de Sitzkrieg (“guerra sentada”). [91]

La Segunda Guerra Mundial en Europa (1939-1941)

La invasión de Polonia por la Wehrmacht el 1 de septiembre de 1939 llevó a Reino Unido y Francia a declarar la guerra a Alemania el día 3, pero ambos ejércitos se limitaron a vigilar la frontera occidental y reforzar defensas como la Línea Maginot. La expectativa de una guerra relámpago no se cumplió, y las tropas aliadas permanecieron mayormente inactivas en tierra. [92]

Desde otoño de 1939, la Royal Navy y la Marine française implementaron un bloqueo de la costa alemana para cortar suministros, interceptando buques mercantes y castigando a unidades navales del Tercer Reich. Hitler contraatacó con ataques de submarinos y bombardeos navales, hundiendo destructores y portaaviones aliados en el Atlántico Norte. [92]

El 7 de septiembre de 1939, tropas francesas ocuparon brevemente la región de la Sarre en una incursión limitada destinada a aliviar la presión sobre Polonia. La operación fracasó y las fuerzas aliadas se retiraron en pocos días. El 30 de noviembre de 1939 la Unión Soviética invadió Finlandia, desencadenando la Guerra de Invierno. Aunque el conflicto suscitó gran simpatía en Francia y Reino Unido, cualquier expedición de socorro aliado se pospuso hasta después de la conclusión de la guerra en marzo de 1940. [92]

Tras la Ocupación de Polonia, Alemania se tomó una pausa para reagruparse durante el invierno de 1939-1940. Durante estos ocho meses apenas hubo combates terrestres en el frente occidental, pese a que ambas potencias habían prometido asistencia militar a Polonia. Sin embargo, se desarrollaron acciones navales, bloqueos económicos y operaciones en otros frentes que marcaron la política bélica y las alianzas en la fase inicial de la Segunda Guerra Mundial. [92]

Destructores alemanes en Narvik después de su captura del puerto estratégico

Campaña Noruega (8 de abril al 10 de junio de 19140)

Aunque Noruega era neutral en la Segunda Guerra Mundial, tenía un enorme valor estratégico tanto para los Aliados como para Alemania. Su importancia radicaba principalmente en el puerto de Narvik, vital para la exportación de mineral de hierro sueco, sobre todo en invierno, cuando el mar Báltico se congelaba. [93][94]

El almirante alemán Erich Raeder advirtió repetidamente a Hitler sobre el peligro que supondría para Alemania si los británicos se adelantaban y ocupaban Noruega, ya que controlarían puntos clave como Bergen, Trondheim y Narvik, cerrando el acceso alemán al mar del Norte y poniendo en riesgo a la Kriegsmarine incluso en el mar Báltico. En principio, Alemania veía la neutralidad noruega como conveniente, pero Raeder presionó para una invasión, considerándola esencial para la supervivencia alemana. [93][94]

German_soldiers_in_Oslo_9_April_1940.jpg

En diciembre de 1939, Hitler conoció a Vidkun Quisling, exministro de Defensa noruego, quien propuso una alianza pangermánica. Este encuentro fue clave para que Hitler decidiera iniciar planes de invasión. Así nació el Studie Nord, primer esbozo de ocupación, seguido del plan más desarrollado llamado Operación Weserübung. Mientras tanto, los Aliados también planeaban intervenir. Winston Churchill, impulsor de una estrategia agresiva en Escandinavia, propuso minar las aguas noruegas para forzar a los buques alemanes a navegar por zonas donde pudieran ser atacados, en la Operación Wilfred. En caso de respuesta alemana, se ejecutaría el Plan R 4, ocupando ciudades clave noruegas como Narvik, Trondheim, Bergen y Stavanger. Los Aliados esperaban que Noruega no resistiera su intervención. Sin embargo, hubo demoras debido a desacuerdos franco-británicos sobre otras operaciones, como el minado del Rin. [93][94]

Operación Wilfred (8 de abril de 1940)

En abril de 1940, el Reino Unido llevó a cabo una operación naval para minar las rutas costeras de Noruega, la Operación Wilfred, con el objetivo de interrumpir el transporte de mineral de hierro sueco hacia Alemania. La estrategia incluía un plan paralelo para ocupar puertos clave como Narvik, Bergen, Stavanger y Trondheim, anticipando una reacción militar alemana.[95][96]

El interés británico en Escandinavia había aumentado durante la Guerra de Invierno, cuando se consideró la posibilidad de intervenir bajo el pretexto de apoyar a Finlandia. En realidad, el objetivo era impedir que Alemania accediera al mineral de hierro de Gällivare, vital para su industria bélica. Durante el invierno, cuando el Golfo de Botnia se congelaba, el mineral era transportado al puerto noruego de Narvik para su envío. [95][96]

Winston Churchill impulsó la iniciativa a pesar de la reticencia del Gabinete de Guerra, preocupado por las consecuencias económicas y diplomáticas de intervenir en aguas neutrales. Aunque la operación se inició el 8 de abril, quedó rápidamente superada por el inicio de la invasión alemana de Noruega y Dinamarca al día siguiente. [95]

Paralelamente, el Reino Unido había preparado un plan, conocido como Plan R4, que contemplaba el despliegue militar en Noruega en caso de una respuesta alemana. Este plan incluía tres operaciones específicas: la Operación Stratford, que preveía la ocupación del área de Narvik hasta la frontera sueca por parte de fuerzas británicas; la Operación Avonmouth, una operación combinada británica y francesa destinada a destruir el aeródromo de Sola y ocupar los puertos de Bergen y Trondheim; y la Operación Plymouth, que contemplaba el desembarco del Batallón Hallamshire en Trondheim para avanzar hacia el este. Según los historiadores Earl F. Ziemke y Adam Claasen, se esperaba que la colocación de las minas provocara una reacción alemana inmediata, que justificaría el inicio del despliegue. Las tropas británicas tenían órdenes de zarpar pocas horas después de completar el minado, bajo el supuesto de que los noruegos no ofrecerían resistencia significativa. [97][98]

Operación Weserübung, nombre en clave del asalto de la Alemania nazi a Dinamarca y Noruega durante la Segunda Guerra Mundial. Todas las imágenes son de las batallas en Noruega.
Operación Weserübung (9 de abril de 1940)

A finales de 1939, Hitler sospechaba que Gran Bretaña planeaba ocupar Noruega para cortar el suministro de mineral de hierro sueco a Alemania. El 14 de diciembre, se inició la planificación de una invasión alemana bajo el nombre Studie Nord, inicialmente limitada a una división. Sin embargo, entre el 14 y el 19 de enero de 1940, la Kriegsmarine propuso ampliar la operación para lograr una rápida y sorpresiva ocupación de Noruega, capturando simultáneamente varios puntos estratégicos: Oslo, Bergen, Finnmark, Narvik, Tromsø, Trondheim y Stavanger, además de apresar a las casas reales de Noruega y Dinamarca para forzar una rápida rendición. [99]

El 27 de enero se redactó el plan definitivo, llamado Operación Weserübung, a ejecutar por el XXI Grupo de Ejército, compuesto por la 3.ª División de Montaña y las divisiones de infantería 163, 181, 196 y 69. Tres divisiones participarían en la primera ola y el resto en la segunda, apoyadas por compañías de paracaidistas que tomarían aeródromos clave. Posteriormente se sumó también la 2.ª División de Montaña. [99]

El Incidente del Altmark en febrero de 1940, cuando un buque británico abordó un transporte alemán en aguas neutrales noruegas— convenció definitivamente a Hitler de que debía ocupar Noruega para evitar futuras intervenciones británicas. El 21 de febrero, el general Nikolaus von Falkenhorst, veterano de la Primera Guerra Mundial en Finlandia, fue designado comandante de las fuerzas terrestres, aunque Hitler no logró unificar el mando como deseaba. [99]

En marzo, Hitler amplió los objetivos: ordenó también la ocupación de Dinamarca, inicialmente pensada para lograrse por medios diplomáticos. Ante la negativa danesa de permitir el uso de sus aeródromos, se organizó el XXXI Cuerpo de Ejército para la invasión, junto con el X Cuerpo Aéreo, que aportaría unos mil aviones. El 3 de abril, los primeros barcos alemanes zarparon hacia Noruega, mientras que el 8 de abril los británicos comenzaron a minar sus aguas para obstaculizar el avance alemán. [99]

Una patrulla de motocicletas danesas en Aabenraa

Cuando el Almirantazgo británico se enteró de la presencia de la flota alemana, creyó que querían romper el bloqueo al Atlántico, y enviaron navíos a resguardar el trabajo de los barcos ingleses que estaban sembrando minas frente a Noruega. Cuando el submarino polaco Orzeł hundió al buque mercante alemán "Río de Janeiro" y descubrió que en su interior transportaba a soldados de infantería alemanes, se alarmó y lo comunicó a Inglaterra, que no tomó la información muy en cuenta. [99]

El 9 de abril de 1940, Alemania lanzó la Operación Weserübung, invadiendo simultáneamente Dinamarca y Noruega. [99]

En Dinamarca, la resistencia fue mínima debido a su falta de armamento pesado. Tras unos pocos tiroteos, el rey Cristián X de Dinamarca y su gobierno, amenazados con el bombardeo aéreo de Copenhague, aceptaron rendirse a cambio de conservar su autonomía interna, su parlamento y la figura monárquica. Esta situación permitió que la comunidad judía danesa se salvara casi en su totalidad del Holocausto, ya que luego pudieron ser evacuados a Suecia. [99]

En Noruega, la invasión fue más compleja. Alemania desplegó varios grupos militares, el Grupo 1 tomó Narvik, el Grupo 2 capturó Trondheim, el Grupo 3 enfrentó resistencia pero se apoderó de su objetivo con ayuda de la Luftwaffe, el Grupo 4 sufrió daños en su flota, incluyendo el crucero Karlsruhe, pero tomó Kristiansand, Grupo 5 enfrentó la resistencia más dura: el crucero Blücher fue hundido cerca de Oslo, lo que retrasó la captura de la ciudad, aunque finalmente fue tomada por paracaidistas alemanes que aseguraron el aeródromo de Fornebu, Grupo 6 tomó fácilmente Stavanger. Alemania estableció rápidamente defensas costeras, como los llamados "dientes de Hitler", para prevenir invasiones aliadas desde el Reino Unido.

Los británicos, al enterarse de la caída de las principales ciudades noruegas, reorganizaron sus fuerzas. Decidieron centrarse en el norte y enviar submarinos y aviones a operar en el sur de Noruega.

Primera Batalla Naval de Narvik (10 de abril de 1940)

El Almirantazgo británico, al enterarse de la ocupación de Narvik, envió una pequeña fuerza al mando del Capitán Bernard Warburton-Lee, compuesta por cinco destructores de la 2.ª Flotilla de Destructores, con la orden de atacar lo que inicialmente creían que era un solo destructor enemigo.

Soldados aliados durante la batalla de Narvik.

Al llegar, se percataron de que el número de destructores alemanes era mayor, pero decidieron atacar. Aprovechando una espesa niebla, tres de los destructores británicos ingresaron sigilosamente a la bahía y lanzaron un sorpresivo ataque contra los alemanes. Lograron hundir rápidamente a dos destructores alemanes, el Anton Schmidt y el Wilhelm Heidkamp, este último, con el comandante alemán, el Comodoro Friedrich Bonte, a bordo, quien murió en el ataque. También dañaron gravemente al Diether von Roeder. [100]

No obstante, al intentar retirarse, los británicos fueron emboscados. Se enfrentaron a destructores alemanes que llegaron desde los fiordos cercanos: el Herjangsfjord y el Ballangenfjord. En este nuevo combate, los británicos sufrieron pérdidas significativas: los destructores HMS Hardy y HMS Hunter fueron hundidos, resultando en la muerte del Capitán Warburton-Lee. Otro destructor, el HMS Hotspur, fue dañado seriamente, pero logró escapar gracias al apoyo de los destructores HMS Hostile y HMS Havock, que habían quedado resguardando la entrada de la bahía. [100][101]

Por su parte, el destructor alemán Georg Thiele resultó también seriamente dañado. Sin suficiente combustible para una persecución, los británicos atacaron y destruyeron siete barcos de transporte alemanes, incluido el crucial barco de suministros Rauenfels. Durante la retirada, los destructores británicos fueron atacados por submarinos alemanes, pero debido a fallos técnicos en los torpedos (que estallaban prematuramente), los ataques no tuvieron éxito.

Para evitar que los alemanes escaparan, los británicos desplegaron más barcos en las afueras de Narvik. Un día después, el 11 de abril, el destructor alemán Erich Koellner sufrió graves daños al chocar con rocas no cartografiadas en la zona. [100]

El destructor Hermann Künne en llamas.
Segunda batalla naval de Narvik (13 de abril de 1940)

Tras la indecisa Primera Batalla de Narvik, la Marina Real británica consideró vital derrotar a los alemanes en Narvik tanto por razones estratégicas como morales. Para lograrlo, enviaron al vicealmirante William Whitworth con el acorazado HMS Warspite y una flotilla de nueve destructores, apoyados también por aviones del portaaviones HMS Furious. Cuando llegaron al Ofotfjord el 13 de abril de 1940, encontraron que los ocho destructores alemanes restantes, bajo el mando del Fregattenkapitän Erich Bey, estaban casi inmovilizados por la falta de combustible y municiones. [101]

Antes de la batalla, el Warspite lanzó un hidroavión Fairey Swordfish, el cual localizó y hundió al submarino U-64, anclado en un fiordo cercano. Este hecho fue notable por ser el primer submarino hundido en combate por un avión durante la guerra. [101]

La batalla naval que siguió fue un desastre para los alemanes: tres destructores fueron hundidos por los cañones del Warspite y sus escoltas, y otros cinco fueron hundidos por sus propias tripulaciones para evitar su captura cuando agotaron municiones y combustible. El Erich Koellner intentó emboscar a las fuerzas británicas, pero fue detectado y destruido. Otros destructores como el Wolfgang Zenker, el Bernd von Arnim, el Hans Lüdemann y el Hermann Künne lucharon desesperadamente. Sin embargo, sus esfuerzos solo lograron dañar ligeramente al HMS Bedouin y al HMS Eskimo, este último perdió su proa en combate.[101]

HMS Eskimo después de perder su proa.

A pesar del apoyo aéreo británico con aviones Swordfish, estos no lograron impactos decisivos sobre los destructores alemanes y perdieron dos aparatos en el proceso. Mientras tanto, las fuerzas británicas también destruyeron baterías costeras alemanas. Cuando se quedaron sin posibilidades de continuar, los últimos destructores alemanes se retiraron al Rombaksfjord y fueron hundidos poco después. Solo el submarino U-51 logró sobrevivir dentro de la zona portuaria.[101]

La derrota fue devastadora para la Kriegsmarine, se perdieron más de 1000 hombres, un submarino y ocho destructores, lo que representó aproximadamente el 50% de la flota de destructores alemana en ese momento. Los aproximadamente 2600 marineros alemanes sobrevivientes formaron una fuerza improvisada llamada Gebirgsmarine, que luchó junto al ejército alemán en la posterior campaña terrestre en Narvik. Usaron armas capturadas de los noruegos y piezas de artillería rescatadas de los buques hundidos para montar la defensa en el accidentado terreno montañoso.[101]

Frente occidental (mayo-septiembre de 1940)

Los alemanes acabaron la Guerra de broma el 10 de mayo de 1940, cuando invadieron Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia.

El ejército alemán puso en práctica la Blitzkrieg, una táctica de guerra basada en ataques veloces y coordinados entre la infantería, los blindados y la aviación. A diferencia de la Primera Guerra Mundial, donde los frentes se estancaban durante años, los alemanes apostaron por movimientos dinámicos que rompieran las líneas enemigas en cuestión de días. Francia, confiada en la fortaleza de la Línea Maginot y atrapada en concepciones militares pasadas, no pudo contener los embates. Bélgica y los Países Bajos, pese a su neutralidad inicial, fueron arrasados en cuestión de semanas. Las fuerzas británicas enviadas al continente, la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF), junto a sus aliados franceses y belgas, quedaron rápidamente cercadas en una bolsa que se estrechaba hacia el puerto de Dunkerque.

Esta guerra no ha acabado con la batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial.[102]
Escenas muestran equipo abandonado en Francia, tropas alemanas avanzando por París y las Ardenas, soldados británicos con un arma capturada, un vehículo blindado francés destruido y soldados franceses siendo llevados como prisioneros de guerra.

Batalla de Francia (10 de mayo al 25 de junio de 1940)

En mayo de 1940, las fuerzas alemanas invadieron Bélgica, Luxemburgo, los Países Bajos y partes de Francia. En el Fall Gelb o Plan Amarillo, las unidades alemanas avanzaron a través de las Ardenas, cruzaron el río Mosa y llegaron al valle del Somme, rodeando a las fuerzas aliadas. Después de la evacuación de Dunkerque, Alemania comenzó el Fall Rot o Plan Rojo el 5 de junio, derrotando a las fuerzas aliadas en el Somme y el Aisne. Italia entró en guerra el 10 de junio y comenzó su invasión de Francia. Las tropas alemanas atravesaron la Línea Maginot y ocuparon París el 14 de junio. Tras la caída del gobierno francés, se firmó el armisticio en Compiègne el 22 de junio de 1940, y comenzó la ocupación alemana del norte y oeste de Francia.

La entrada de municiones a Ouvrage Schoenenbourg a lo largo de la Línea Maginot en Alsacia.
Linea Maginot

Durante la década de 1930, Francia construyó la Línea Maginot, un sistema de fortificaciones a lo largo de su frontera con Alemania. Su objetivo era ahorrar tropas y disuadir una invasión directa, forzando a Alemania a atacar a través de Bélgica, donde las mejores divisiones francesas estarían listas para defender. Se esperaba así evitar la devastación sufrida en la Primera Guerra Mundial. [103]​ El tramo principal de la línea se extendía desde Suiza hasta Longwy, mientras que al norte se confiaba en que las Ardenas, una región montañosa y boscosa, sirviera de barrera natural. Altos mandos franceses como Philippe Pétain y Maurice Gamelin consideraban que las Ardenas eran difíciles de atravesar y que cualquier fuerza enemiga podría ser contenida. Ejercicios militares realizados en 1938 reforzaron esta percepción, al estimar que el terreno, junto con el obstáculo del río Mosa, ofrecería tiempo suficiente para organizar una defensa efectiva ante un posible ataque. [104]

La línea podría haber cumplido con eficacia alguno de sus objetivos, especialmente reducir el número de tropas para guarecer la frontera, de haber prolongado su construcción hasta la zona boscosa de las Ardenas, desde donde conectarse con el sistema de fortificaciones belga, en particular el Fuerte Eben-Emael que en cualquier caso fue rápidamente conquistado por fuerzas aerotransportadas alemanas. [105]

Mapa que muestra las instalaciones de la línea Schuster.
Invasión alemana de Luxemburgo (10 de mayo de 1940)

Cuando Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, ese mismo día, para reforzar su neutralidad, Radio Luxemburgo suspendió sus transmisiones normales, limitándose a breves anuncios oficiales. Sin embargo, emisoras alemanas comenzaron a hacerse pasar por Radio Luxemburgo, transmitiendo propaganda. A finales de septiembre, el gobierno luxemburgués decidió cesar por completo las transmisiones. [106]

Conforme avanzaba la invasión de Polonia, la tensión aumentó en Luxemburgo. En septiembre, se reforzó el cuerpo militar con una unidad auxiliar, y en la primavera de 1940, se construyeron fortificaciones llamadas la Línea Schuster en las fronteras con Alemania y Francia. Esta defensa improvisada consistía en barricadas de hormigón y hierro, diseñadas con ayuda técnica francesa, ya que Luxemburgo carecía de unidades especializadas en fortificación. Además, se instalaron puestos de vigilancia y radio a lo largo de la frontera alemana para monitorear cualquier movimiento hostil. [106]

El gobierno, liderado por la Gran Duquesa Carlota de Luxemburgo, preparó un plan de evacuación en caso de invasión, aprendiendo de la mala imagen que había dejado la pasividad de su hermana, la Gran Duquesa María Adelaida de Luxemburgo, durante la ocupación alemana en la Primera Guerra Mundial. Como precaución, trasladaron las reservas de oro a Bélgica y aseguraron fondos en las legaciones diplomáticas en Bruselas y París. Incluso se dejó preparada una solicitud formal de ayuda militar a Francia. [106]

Las tropas motorizadas alemanas cruzan la frontera de Luxemburgo el 10 de mayo de 1940 a través de la línea Schuster

El 8 de mayo de 1940, el gobierno del Gran Ducado de Luxemburgo ordenó cerrar las puertas de la Línea Schuster a las 11:00 p.m., manteniéndolas cerradas hasta las 6:00 a.m. del día siguiente, como medida de seguridad ante la creciente tensión en Europa. Durante esa jornada, aunque se redujo la actividad militar alemana cerca de la frontera, no se observaron movimientos de tanques ni ametralladoras.

El 9 de mayo por la tarde, un oficial de inteligencia francés en Clervaux, el capitán Fernand Archen, avistó tropas alemanas preparando puentes de pontones sobre el río Sûre, lo que evidenciaba un inminente ataque. Sin lograr contactar a su superior, el capitán Archen, informó directamente a sus mandos en Longwy. Ese mismo día, un jardinero alemán en Luxemburgo, miembro de la quinta columna alemana, advirtió a su empleador sobre la inminente invasión, información que fue transmitida a las autoridades luxemburgueses. [106]

Ante la amenaza, Luxemburgo puso en alerta a su Gendarmería, movilizó patrullas, intentó arrestar quintacolumnistas y reforzó la defensa de edificios públicos. Sin embargo, los esfuerzos de comunicación fracasaron, los simpatizantes alemanes habian cortado los cables telefónicos y saboteado las estaciones de radio.

Hacia las 03:15 a.m. del 10 de mayo, tras confirmarse el movimiento de tropas alemanas, el gobierno ordenó cerrar todas las puertas de acero en la frontera. A las 03:30 a.m., se liberaron a pilotos franceses internados y desertores alemanes, mientras la familia real se trasladaba a la ciudad de Luxemburgo para planear su evacuación. Poco después, aviones alemanes comenzaron a sobrevolar el territorio en dirección a Bélgica. [106]

La invasión formal inició a las 04:00 a.m. del 10 de mayo de 1940, cuando las divisiones panzer alemanas, bajo el mando del general Heinz Guderian, cruzaron la frontera en varios puntos. Utilizando rampas improvisadas, lograron superar las defensas luxemburguesas de la Línea Schuster con muy poca resistencia, ya que el ejército luxemburgués era pequeño y en gran parte se mantuvo en los cuarteles. Solo gendarmes y soldados voluntarios defendían los puentes y pasos fronterizos, pero fueron rápidamente superados. El capitán Archen intentó advertir repetidamente a sus superiores franceses, aunque sus informes no lograron alertar oportunamente al 3.º Ejército francés en Metz. La 3.ª División de Caballería Ligera francesa fue enviada tarde, cuando la invasión ya estaba en curso. [106]

Ante el avance alemán, el primer ministro Pierre Dupong, el canciller Joseph Bech y otros miembros del gobierno evacuaron la capital hacia Esch, aunque encontraron bloqueos alemanes en el camino. También fueron detenidos los embajadores de Francia y Bélgica, y otros funcionarios de alto rango. [106]

La gran duquesa Carlota, junto con su familia, también evacuó en la mañana, cruzando hacia Francia alrededor de las 07:45 a.m. Su hijo, el heredero Juan, y otros miembros de la familia real, esperaban noticias para confirmar que la invasión se había materializado. Finalmente, tanto el gobierno como la familia ducal lograron reunirse en Longwy, Francia, mientras la ciudad de Luxemburgo quedaba totalmente rodeada por las fuerzas alemanas. [106]

Soldados neerlandeses en guardia, noviembre de 1939.
Invasión alemana de Países Bajos (10-17 de mayo de 1940)

Los Países Bajos sabían que no podrían ganar una guerra contra Alemania, por lo que prefirieron mantenerse neutrales en lugar de fortalecer seriamente su defensa, a pesar de contar con una población joven y cierta capacidad industrial. Cuando estalló la guerra, el ejército neerlandés era muy débil: apenas tenían tanques, su armamento era de antes de la Primera Guerra Mundial, y apenas lograron formar ocho divisiones frente a las veintidós de Bélgica. Intentaron rearmarse en 1939, pero Reino Unido y Francia se negaron a venderles armas como represalia por su neutralidad, y Alemania obviamente tampoco lo hizo; además, no recurrieron a la Unión Soviética porque no reconocían su gobierno. [107]

Las defensas neerlandesas estaban basadas en estructuras anticuadas como la Línea de Agua, un sistema de inundación creado en el siglo XVII, y la improvisada Línea Grebbe, pero ambas eran insuficientes ante el poderío militar contemporaneo. Aunque los neerlandeses reforzaron La Haya y Róterdam ante posibles ataques de paracaidistas tras la caída de Noruega y Dinamarca, estas medidas resultaron ineficaces. [107]

Alemania inicialmente quería usar solo parte de los Países Bajos para invadir Bélgica y Francia, pero por presión de Hermann Goering decidió conquistarlo todo para usar sus bases aéreas. Asignaron tropas inexpertas apoyadas por fuerzas SS y paracaidistas, cuyo objetivo era capturar a la reina Guillermina de los Países Bajos y al gobierno neerlandés. [107]

Tropas alemanas saltando sobre los Países Bajos el 10 de mayo de 1940.

La madrugada del 10 de mayo de 1940, los Países Bajos fueron sorprendidos por un ataque alemán sin previa declaración de guerra, como parte del Plan Amarillo ("Fall Gelb"), que también implicaba la invasión de Bélgica, Francia y Luxemburgo. La Luftwaffe primero cruzó el espacio aéreo neerlandés fingiendo dirigirse al Reino Unido, pero luego giró para atacar por sorpresa aeródromos neerlandeses, destruyendo gran parte de su aviación en tierra. A continuación, tropas paracaidistas alemanas desembarcaron en puntos estratégicos, pero enfrentaron resistencia. Aunque lograron ocupar temporalmente aeródromos como Ypenburg y Valkenburg, fueron repelidos rápidamente por tropas neerlandesas apoyadas por artillería. El intento de capturar La Haya fracasó.

En Róterdam, sin embargo, los alemanes tuvieron más éxito: tomaron el aeródromo de Waalhaven y el importante puente de Willems sobre el río Nuevo Mosa. Desde allí, avanzaron para enlazar con otras unidades que capturaban puentes estratégicos, aunque en lugares como Dordrecht y Moerdijk la resistencia neerlandesa fue mayor. Durante estos combates se registraron crímenes de guerra, como la ejecución de oficiales neerlandeses. En paralelo, comandos alemanes disfrazados de policías militares intentaron tomar intactos los puentes sobre los ríos Ijssel y Mosa, aunque la mayoría de estos intentos fueron frustrados mediante la voladura de los puentes. Uno de los pocos éxitos fue el cruce en Gennep, que permitió infiltrar un batallón de infantería tras las líneas defensivas neerlandesas. [108]

La ciudad neerlandesa de Róterdam destruida tras el bombardeo alemán (1940)

El ejército neerlandés movilizó su única reserva móvil, la División Ligera, para intentar contraatacar en la isla de IJsselmonde, pero no lograron avanzar debido a la falta de preparación y a la rápida consolidación alemana. Al anochecer del 10 de mayo, tropas francesas de la 1.ª División Mecanizada Ligera comenzaron a llegar para intentar reforzar la situación neerlandesa. [108]

Para el día 11, las fuerzas alemanas ya habían alcanzado la "Línea Grebbe". Tras un bombardeo de artillería, la SS "Der Führer" lanzó un ataque que, pese a la resistencia neerlandesa, logró capturar las posiciones hacia la noche. Un contraataque neerlandés fracasó por falta de coordinación y fuego amigo. En Brabante Septentrional, los neerlandeses se retiraron al canal Zuid-Willemsvaart, pero la nueva posición era desventajosa y vulnerable. Al final del 11 de mayo, las tropas alemanas ya habían cruzado el canal, debilitando aún más la defensa neerlandesa. El proyectado contraataque neerlandés usando la División Ligera también fracasó, los paracaidistas alemanes habían fortificado el puente del río Noord y resistieron los intentos de cruce. [108]

Durante los primeros días de la invasión alemana en mayo de 1940, el optimismo neerlandés prevaleció debido a la falta de información y a la esperanza de recibir ayuda británica y francesa, que nunca llegó. Aunque hubo algunos éxitos defensivos, como la resistencia en Kornwerderzand, los alemanes avanzaron rápidamente. [109]

El 14 de mayo, tras un ultimátum, la ciudad de Róterdam fue bombardeada, causando cerca de 900 muertos y grandes daños. Ante nuevas amenazas de bombardeos en otras ciudades, el general Winkelman decidió rendirse para evitar más muertes civiles, salvo en Zelanda, donde la lucha continuó brevemente para facilitar la retirada de tropas aliadas. Finalmente, tras fuertes bombardeos, Zelanda cayó el 17 de mayo. [109]

Mitin pacifista en Heysel, cerca de Bruselas, en 1936.
Invasión alemana de Bélgica (10–28 de mayo de 1940)

Bélgica desconfiaba de Francia y prefería una alianza con el Reino Unido, pero ante la falta de compromiso británico y la escasa oposición a la remilitarización alemana en Renania, decidió retirarse de la Alianza Occidental. En 1936, el rey Leopoldo III de Bélgica proclamó la neutralidad del país, lo que complicó la cooperación con Francia y debilitó la preparación defensiva aliada en la frontera oriental.

Pese a su neutralidad oficial, Bélgica compartió de manera encubierta información militar con Francia y permitió que los aliados desarrollaran el Plan Dyle, el cual proponía avanzar hasta el río Dyle en caso de un ataque alemán. Esta estrategia, aunque buscaba proteger Bélgica y reforzar a los belgas, dejaba gran parte del este del país vulnerable y generaba riesgos de maniobras de flanqueo. Francia y el Reino Unido, limitados en su capacidad militar, aceptaron el plan como la mejor opción ante el avance alemán. Militarmente, Bélgica fortificó sus fronteras orientales, construyendo nuevas defensas como el fuerte Eben-Emael y reforzando unidades como los Chasseurs Ardennais.

Leopoldo III pasando revista a las tropas belgas a inicios de 1940.

El 10 de mayo de 1940, las fuerzas alemanas lanzaron su ofensiva contra Bélgica. Aunque contaban con abrumadora superioridad numérica (casi 1000 aviones utilizables contra apenas 179 belgas), los resultados fueron mixtos. Simultáneamente, las tropas aerotransportadas alemanas llevaron a cabo una operación audaz para capturar el estratégico fuerte Eben-Emael, clave para abrir el camino hacia el interior de Bélgica. Usando planeadores, explosivos especiales y lanzallamas, los Fallschirmjäger lograron neutralizar el fuerte en apenas 24 horas. Esto permitió que las divisiones alemanas cruzaran el canal Alberto antes de la llegada de refuerzos británicos. En otros puntos, como en Luxemburgo, pequeñas fuerzas alemanas capturaron rutas estratégicas usando aviones ligeros, asegurando así las comunicaciones esenciales para el avance alemán.

En el sur de Bélgica, se ejecutó la Operación Niwi, en la que tropas alemanas aterrizaron en pequeños aviones Fieseler Fi 156 para despejar el camino de las divisiones Panzer que avanzaban por las Ardenas. Aunque esta operación terminó entorpeciendo parte del avance alemán por bloquear caminos claves, cumplió su objetivo de cortar comunicaciones belgas, desorganizando aún más la defensa. La confusión resultante contribuyó a que los alemanes pudieran penetrar profundamente en territorio belga, a pesar de la resistencia de unidades belgas. Para los belgas, la jornada del 10 de mayo cerró con una clara desventaja militar, que se agravaría en los días siguientes.

Batalla de Hannut (12–14 de mayo de 1940)

El 12 de mayo, la 4.ª División Panzer, bajo el mando del general Hoepner, avanzó hacia el objetivo de Hannut en Bélgica. A pesar de la falta de combustible y el apoyo insuficiente de artillería, lograron destruir siete tanques franceses sin pérdidas. Sin embargo, las unidades aéreas aliadas, como la RAF y el Ejército del Aire, lanzaron ataques que dificultaron la misión. Mientras tanto, las fuerzas francesas, lideradas por el general Georges, se concentraron en defender la zona de Sedán, lo que limitó su capacidad para enfrentar a los alemanes. La 4.ª División Panzer encontró resistencia en Hannut, enfrentándose a tanques franceses que se reagruparon y contraatacaron. [110]

En paralelo, las fuerzas alemanas avanzaron hacia otras posiciones, como Thisnes y Perwez, enfrentándose a la resistencia de la artillería y los tanques franceses. A medida que los franceses se replegaban, los alemanes continuaron con su ofensiva, aunque con dificultades debido a la falta de coordinación en algunos puntos y los contraataques franceses. [110]

El 13 de mayo, la lucha continuó con ataques alemanes hacia el río Mosa y la zona de Gembloux. La Luftwaffe realizó bombardeos para debilitar las defensas francesas, pero las fuerzas alemanas encontraron más resistencia en la línea Merdorp-Crehen. A pesar de los esfuerzos alemanes, los franceses, aunque desorganizados, lograron mantener algunas posiciones clave, mientras que los alemanes, después de una serie de enfrentamientos, comenzaron a concentrarse en un asalto más fuerte al oeste de Hannut. La falta de concentración de las fuerzas francesas y la continua presión alemana llevó a los franceses a ceder terreno. [110]

Batalla de Sedán (12 de mayo de 1940)

El general alemán Heinz Guderian enfrentaba un problema crítico en su plan para atravesar Sedán en 1940, carecía de suficiente apoyo de artillería pesada, ya que muchas baterías estaban atascadas en el tráfico de las Ardenas. Solo podía contar con la artillería ligera de sus divisiones Panzer y, sobre todo, con el apoyo aéreo de la Luftwaffe. El plan inicial de la Luftflotte 3, bajo Hugo Sperrle, era realizar un bombardeo corto y concentrado de 20 minutos antes del cruce del Mosa. Sin embargo, el II. Fliegerkorps, en colaboración con Guderian, desarrolló una estrategia diferente, un bombardeo continuo en pequeñas oleadas para eliminar la artillería francesa, minar la moral enemiga y atacar con mayor precisión. [111]

Guderian (en el centro) junto al mayor general soviético Semión Krivoshéin (a su izquierda) en el desfile militar conjunto en Brest (Bielorrusia) el 22 de septiembre de 1939.

El 12 de mayo, las fuerzas de Guderian ocuparon Sedán sin encontrar resistencia significativa. El siguiente objetivo era cruzar el Mosa y abrirse paso hacia el Canal de la Mancha, en lugar de consolidar posiciones defensivas o dirigirse a París. Para el cruce, Guderian desplegó sus tres divisiones Panzer en diferentes puntos del río, enfocando el esfuerzo principal en Gaulier. Dado que su artillería era insuficiente (141 piezas contra 174 francesas, sin contar refuerzos enemigos), el éxito dependía por completo del bombardeo aéreo de la Luftwaffe, que debía actuar como una "artillería volante". [111]

El 13 de mayo, la Luftwaffe llevó a cabo uno de los bombardeos aéreos más intensos hasta ese momento en la historia, con más de 3.900 salidas de bombarderos y Stukas, que atacaron las fortificaciones francesas en las alturas de Marfee. Aunque los búnkeres no fueron físicamente destruidos y las bajas francesas directas fueron bajas (solo 56 muertos), el efecto psicológico fue devastador. Las telecomunicaciones fueron cortadas y los soldados franceses quedaron desmoralizados. Esto provocó el llamado "pánico de Bulson", un éxodo desordenado de tropas francesas que abandonaron sus posiciones tras falsos informes de avance de tanques alemanes. [112]

Aunque la artillería alemana estuvo casi ausente, la presión aérea permitió que el ataque terrestre comenzara. La 1.ª División Panzer, apoyada por el Regimiento Großdeutschland y los ingenieros de asalto, intentó cruzar en Gaulier, pero encontró que los búnkeres enemigos aún estaban operativos. Fue necesario traer un cañón antiaéreo FlaK 88 para destruir uno de los búnkeres críticos, pero a pesar del éxito parcial, los primeros intentos de cruce fueron rechazados debido al fuego enemigo. [111]

El general Huntziger, al mando del Segundo Ejército francés, confiaba en que las reservas estabilizarían el frente tras la caída de Sedán, aunque los alemanes habían cruzado el Mosa. Los franceses disponían de una fuerza blindada superior en armamento y blindaje, pero sufrían desventajas como baja autonomía y lentitud. [111]

A pesar de la vulnerabilidad alemana entre el 13 y 14 de mayo, los franceses desperdiciaron la oportunidad de contraatacar debido a la confusión, pánico, inteligencia errónea y retrasos en la toma de decisiones. [112]

Carrera hacía la cresta de Bulson (12 de mayo de 1940)

El 13 de mayo de 1940, comenzó la carrera hacía la cresta de Bulson cuando los franceses intentaron recuperar el terreno elevado dejado libre el día anterior, con el objetivo de destruir las cabezas de puente alemanas. Sin embargo, el ataque se vio afectado por las fuerzas del flanco derecho que no llegaron a tiempo y la unidad de vanguardia francesa que tardó 17 horas en alcanzar la cresta, solo para descubrir que los alemanes, gracias a su rmejor comunicación, se les habían adelantado por minutos. [111]

El comandante francés Lafontaine perdió tiempo al esperar órdenes superiores y al dedicar horas a tareas de reconocimiento e intentos de reorganizar tropas en retirada, en contraste con el enfoque más flexible y eficiente de mando alemán. Aunque Lafontaine tenía desde la noche anterior un plan para derrotar a los alemanes, su inacción permitió que los alemanes consolidaran sus posiciones. [111]

Mapa de las batallas de tanques en Bulson el 14 de mayo
Batalla de Bulson (13-14 de mayo de 1940)

Durante los primeros combates en Bulson, en paralelo a la batalla de Hannut, los tanques franceses demostraron ser superiores en blindaje frente a los Panzer alemanes, resistiendo los proyectiles de 37 mm de los PaK 36 y Panzer III. A pesar de las pérdidas sufridas, la movilidad, velocidad y superior comunicación radial de los tanques alemanes les permitieron maniobrar mejor y atacar los puntos débiles de los blindados franceses, principalmente por la retaguardia. [111]

La artillería francesa, oculta en el terreno boscoso, causó grandes daños, llegando a aniquilar por completo a una compañía panzer que cruzó el río Mosa. Sin embargo, el rápido apoyo de otras unidades alemanas, como la 2.ª Compañía Panzer y el Regimiento de Infantería Großdeutschland, permitió estabilizar la situación. [111]

Mientras tanto, en el ala izquierda, los franceses intentaron flanquear a los alemanes, pero fueron repelidos tras la llegada de refuerzos panzer e ingenieros de asalto. A las 10:45, los franceses, superados en fuerza y organización, se retiraron. La artillería pesada alemana, junto a los Panzer III y IV, terminó de devastar las posiciones enemigas, dejando solo 10 tanques franceses operativos. Al mediodía, la 1.ª División Panzer celebró un improvisado desfile en Chemery, aunque fue brevemente interrumpido por un bombardeo accidental de su propia Luftwaffe. [111]

Batalla de Stonne (13-17 de mayo de 1940)

Después de la victoria alemana en Sedán y Bulson, el Alto Mando alemán quiso detener el avance hasta que las divisiones de infantería alcanzaran a las divisiones Panzer. Guderian consideró que esto era un grave error que permitiría a los franceses reorganizarse, así que, desobedeciendo órdenes superiores, decidió avanzar hacia el Canal de la Mancha. Dejó la 10.ª División Panzer y el Regimiento Großdeutschland defendiendo Sedán, mientras la 1.ª y la 2.ª Divisiones Panzer atacaban velozmente la retaguardia francesa.

Char B1 bis francés destruido.

Aunque las cabezas de puente de Sedán aún eran vulnerables y los franceses agrupaban fuerzas al sur, Guderian optó por una defensa ofensiva. Así, derrotaron a fuerzas francesas cerca de Chémery-sur-Bar.

Como parte de una maniobra de distracción, Guderian simuló simular un ataque hacia el sur contra la Línea Maginot, atacando en Stonne con el Großdeutschland y la 10.ª Panzer. Allí estalló una brutal batalla del 15 al 17 de mayo. Los alemanes se enfrentaron al tanque francés Char B1-Bis, casi invulnerable a su armamento, y sufrieron fuertes pérdidas. La ciudad de Stonne, crucial por su posición elevada sobre Sedán, cambió de manos 17 veces en dos días.

El 13 de mayo, unidades francesas intentaron recuperar Stonne, pero la lentitud de su infantería y el aislamiento de sus tanques los debilitó. A pesar de la defensa alemana estaba apoyada solo por unos cuantos cañones antitanque, lograron resistir y finalmente repeler los ataques gracias a refuerzos como el 69.º Regimiento de Infantería. El VI Cuerpo alemán llegó justo a tiempo para relevar a las agotadas tropas de Großdeutschland.

Tras intensos combates, y con grandes bajas en ambos bandos, los alemanes tomaron Stonne definitivamente el 17 de mayo a las 17:45, asegurando así su control sobre las cabezas de puente de Sedán y consolidando el avance hacia el Canal.

Batalla de Dunkerque (26 de mayo al 4 de junio de 1940)

El 24 de mayo de 1940, Adolf Hitler visitó el cuartel general de von Rundstedt en Charleville durante la campaña en Francia. Considerando que el terreno alrededor de Dunkerque no era ideal para el avance de los tanques, von Rundstedt recomendó que la infantería alemana atacara a las fuerzas británicas en Arrás, mientras las divisiones blindadas de Kleist contuvieran a los aliados en retirada alrededor de Dunkerque. Hitler, recordando las dificultades de las ciénagas de Flandes en la Primera Guerra Mundial, aceptó este planteamiento. En ese contexto, Hermann Göring, jefe de la Luftwaffe, pidió permiso para destruir a las fuerzas aliadas en Dunkerque mediante ataques aéreos. Esta decisión sería considerada por von Rundstedt como uno de los puntos de ruptura más importantes de toda la guerra.