Paz de Viena (1864)

Mapa de los cambios territoriales debidos a la Paz de Viena.

La Paz de Viena fue un tratado de paz firmado el 30 de octubre de 1864 en la ciudad austriaca de Viena entre el Reino de Dinamarca por un lado y el Reino de Prusia y el Imperio austriaco por otro, que puso fin a la Guerra de los Ducados o Segunda Guerra de Schleswig.

Antecedentes[editar]

La crisis de los Ducados fue parcialmente solucionada con el Tratado de Londres (1852) mediante un reconocimiento de la unión personal de los ducados a Dinamarca, pero nunca una anexión formal. Con la muerte de Federico VII, los ducados se negaron a aceptar al nuevo rey Cristián IX alegando que la ley sálica seguía vigente en los ducados, Cristián IX negó tal hecho afirmando que la ley que regia en el reino debía servir también para los ducados.[1]​ Los círculos nacionalistas alemanes alentaron el enfrentamiento ante lo que parecía un intento de Dinamarca de anexionarse Schleswig[2]​ y Prusia declaró roto el Protocolo de Londres por la actitud del rey danés. Bismarck consiguió el apoyo de Austria, que quería evitar perder peso frente a Prusia en la Confederación Alemana.[3]​ Las dos naciones conjuntamente vencieron a Dinamarca, que solicitó un armisticio a finales de julio, iniciando las conversaciones preliminares de paz en agosto plasmadas en la Paz de Viena.

Firmantes[editar]

Las naciones firmantes de la paz fueron:[4]

  • Imperio austríaco, representado por el Barón Adolphus Brenner y por el Conde Rechberg.
  • Reino de Prusia, representado por el Barón Charles von Werther y por Sir Armand de Balan.

Efectos[editar]

El tratado acordó la adquisición en condominio de los ducados de Schleswig-Holstein por los vencedores y la compensación económica por la adquisición de Lauenberg. Federico VIII de Schleswig-Holstein, que se había opuesto a Cristián IX con la intención de gobernar los ducados, no pudo evitar la adquisición por parte de Prusia de su territorio.[5]​ Pese a todo, este tratado sirvió solo para poner fin a la guerra por lo que hizo falta un nuevo acuerdo entre las potencias vencedoras para aclarar el reparto de los ducados, éste se cerró en la Convención de Gastein en 1865 y que significó una fuente de conflicto entre Prusia y Austria para el futuro.[6]

Notas[editar]

  1. Federico V de Dinamarca (1746-1766) se había casado dos veces. De su primera esposa, Luisa de Gran Bretaña, le sucedió Cristián VII (1766-1808) y el hijo de éste Federico VI (1808-1839). A su muerte le sucedió el hijo del príncipe heredero Federico (hijo de Federico V y su segunda esposa Juliana de Brunswick), Cristián VIII (1839-1848) y posteriormente su hijo Federico VII (1848-1863). Federico VII no tenía hijos por lo que reformó la ley sálica para que se aceptara la herencia por vía materna para la sucesión al trono, con lo que Cristián IX (1863-1906), nieto de una hija de Federico V y Luisa de Gran Bretaña, fue coronado rey. En los Ducados, donde la ley sálica seguía vigente, Federico VIII de Schleswig-Holstein (tataranieto de Federico V a través de una hija de Cristian VII) alegó la ley sálica para no reconocer a Cristián IX y así independizar a Schleswig-Holstein de la corona danesa.
  2. Michael Graham Fry,Erik Goldstein,Richard Langhorne (2002). Guide to International Relations and Diplomacy pp 125. ISBN 0-8264-5250-7 hb 0-8264-7301-6 pb
  3. Pierre Renouvin (1990) Historia de las Relaciones Internacionales, siglos XIX y XX pp 283-284 ISBN 84-7600-597-0
  4. Michael Graham Fry,Erik Goldstein,Richard Langhorne (2002). Guide to International Relations and Diplomacy pp 125-127. ISBN 0-8264-5250-7 hb 0-8264-7301-6 pb
  5. Juan Carlos Pereira (2009) Historia de las relaciones internacionales contemporáneas pp 141 ISBN 978-84-344-1835-6
  6. VV.AA (1994). Historia Universal Contemporánea pp 150 ISBN 84-88381-07-7

Véase también[editar]