La Espero

Portada de una edición de la partitura,
publicada en Varsovia después de 1911.
La Espero

La Espero (en esperanto: la esperanza) es un poema escrito por L. L. Zamenhof (1859-1917), el iniciador del idioma Esperanto. Es el himno oficial del movimiento esperantista y el "himno nacional" de Esperantujo.

Existen alrededor de veinte melodías distintas, pero la más conocida es la marcha compuesta por Félicien Menu de Ménil, pese a su aire militar que no concuerda con el texto del himno.

Hay otras melodías que no suenan tan parecidas a una marcha militar, como la compuesta en 1891 por el sueco Cl. Adesköld. En el primer Congreso Universal de 1905 se propuso elegir entre la melodía de Mènil y la de Adesköld, pero al final se prorrogó la elección "... hasta el siguiente congreso".

Ludwik Lejzer Zamenhof.
Félicien Menu de Ménil.

Letra[editar]

La Espero[editar]

En la mondon venis nova sento,
   tra la mondo iras forta voko;
per flugiloj de facila vento
   nun de loko flugu ĝi al loko.

Ne al glavo sangon soifanta
   ĝi la homan tiras familion:
al la mond' eterne militanta
   ĝi promesas sanktan harmonion.

Sub la sankta signo de l' espero
   kolektiĝas pacaj batalantoj,
kaj rapide kreskas la afero
   per laboro de la esperantoj.

Forte staras muroj de miljaroj
   inter la popoloj dividitaj;
sed dissaltos la obstinaj baroj,
   per la sankta amo disbatitaj.

Sur neŭtrala lingva fundamento,
   komprenante unu la alian,
la popoloj faros en konsento
   unu grandan rondon familian.

Nia diligenta kolegaro
   en laboro paca ne laciĝos,
ĝis la bela sonĝo de l' homaro
   por eterna ben' efektiviĝos.

La Esperanza[editar]

Al mundo ha llegado un nuevo sentimiento,
Recorre el mundo una fuerte llamada;
En alas de un viento ligero
Ahora déjenla volar de un lugar a otro.

No a la espada sedienta de sangre
Este llama a la familia humana:
Al mundo que eternamente lucha
Le promete una santa armonía.

Bajo el sagrado signo de la esperanza
Se reúnen los combatientes de la paz
Y pronto avanza la obra
Por el trabajo de los esperanzados.

Fuertes se levantan los muros milenarios
Entre los pueblos divididos
Pero saltarán en pedazos las obstinadas barreras
Que con sagrado amor serán derrumbadas

Sobre un fundamento lingüístico neutral
Comprendiéndose los unos a los otros
Los pueblos harán de común acuerdo
Una sola gran familia

Nuestros diligentes colegas
En la tarea de la paz no desfallecerán
Hasta que el bello sueño de la humanidad
Para bendición eterna se realice

Otra versión coral es la del compositor polaco Andrzej Koszewski, de 1963, aunque en este caso no se emplea como himno, dado que el estilo musical es completamente diferente y no se presta fácilmente a ello.

Véase también[editar]

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