Incertidumbre médica

El doctor (1891), de Luke Fildes.

La incertidumbre del médico en la consulta es una situación profesional habitual, a la que se enfrenta en cada encuentro médico-paciente, ya que cada enfermo y cada visita es diferente. El médico debe aprender a abordarla y controlarla lo mejor posible para alcanzar una valoración clínica correcta. Para conseguirlo, el médico tiene conocimientos sólidos, habilidades altamente desarrolladas, material y métodos adecuados; y además, debe comprometerse con los pacientes y la sociedad, y buscar la dignidad personal y profesional.[1]

Abordaje clínico[editar]

Cada encuentro entre un médico y un paciente, ya sea en la consulta o en su domicilio, origina una serie de incertidumbres profesionales desde el momento que el enfermo plantea uno o varios motivos de consulta. El médico aplica la semiología clínica para ir recopilando información de interés sanitario, que registra en la historia clínica, y que puede completar con la exploración física del paciente, y si es preciso con la realización de pruebas complementarias para llegar al pronóstico, al diagnóstico y aplicar un tratamiento eficiente.[2][3]

El método de trabajo o procedimientos desarrollados para la obtención de los datos (fundamentalmente el interrogatorio y el examen físico del paciente) se conoce como método clínico. Todo este proceso desde el planteamiento de la razón de consulta hasta la resolución del problema de salud, en general, se denomina episodio de atención; se sustenta en una serie encadenada de toma de decisiones médicas, que pueden tener complicaciones como las cascadas diagnósticas o terapéuticas.[4][5]

Control médico[editar]

Se basa en el aprendizaje y la práctica de la Medicina. Los estudiantes deben aprender mediante la acción, con una preparación en que escuchan, ven y reflexionan.[6]

El médico debe aprender el Teorema de Bayes, la toma de decisiones, reconocer los heurísticos, y meditar sobre los límites imposibles del diagnóstico heroico. Para mejorar la toma de decisiones, como ejercicios de ensayo, se utilizan pacientes simulados, o se graban las primeras entrevistas clínicas. Y en especial, se practica en encuentros con pacientes reales, en primer lugar observando en cada acto clínico cómo controla la incertidumbre el médico experimentado, profesor y maestro; para luego aplicarlo personalmente bajo supervisión y, por último, ejerciendo con responsabilidad y respeto hacia el paciente, para conseguir el acierto y rapidez característico de los médicos bien formados.[7][8]​ Otro recurso, aunque a más largo plazo, es la investigación médica.[9]

El médico aprende que el objetivo no es el diagnóstico en sí (debe evitar la "tiranía del diagnóstico") sino la decisión que ayude a mejorar la salud de las personas, dentro de los valores y capacidades de la comunidad donde se integran.[10][11][12]

Modelos de toma de decisiones[editar]

En Medicina se emplean tres estrategias en el diagnóstico clínico:[13]

Consulta centrada en el paciente[editar]

Para gestionar correctamente la incertidumbre médica, también es necesario saberla compartir con el paciente, mostrándose dispuesto a que participe en la toma decisiones sobre la naturaleza del problema de salud y la estrategia para resolverlo.[14]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Gérvas J, Pérez Fernández M. El cabás y el profesional sanitario. Cuatro maletines que definen el trabajo. Gac Méd Bilbao. 2012; 109:89-92. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  2. Gervas J, Pérez Fernández M. Aventuras y desventuras de los navegantes solitarios en el Mar de la Incertidumbre. Aten Primaria. 2005; 35:95-8.
  3. Smith AK, White DB, Arnold RM. Uncertainty — The Other Side of Prognosis. N Engl J Med. 2013; 368:2448-50.
  4. Pérez Fernández M, Gervas J. El efecto cascada: implicaciones clínicas, epidemiológicas y éticas. Med Clin (Barc). 2002; 118:65-7.
  5. Prados Torres D, Leiva Fernández F. Incertidumbre en medicina de familia y toma de decisiones compartidas con el paciente. Aten Prim. 2006; 38:531-4.
  6. «Gérvas J. Epítome. Acta Sanitaria. 16/05/2011.». Archivado desde el original el 7 de septiembre de 2011. Consultado el 16 de mayo de 2011. 
  7. Turabián Fernández JL, Pérez Franco B. El proceso por el cual los médicos de familia gestionan la incertidumbre: no todo son cebras y caballos. Aten Primaria. 2006; 38(3):165-7.
  8. Pérez Pascual M. El manejo de la incertidumbre. Tres casos clínicos en un centro de salud rural. Medicina General. 2008; (112):790-3. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  9. Irving G. From patient uncertainty to WHO policy in two years: a GP's experience of preparing and maintaining a Cochrane review. Eur J Gen Pract. 2014; 20(1):74-7.
  10. Woolf SH, Kamerow DB. Testing for uncommon conditions. The heroic search for positive test results. Arch Intern Med. 1990; 150(12):2451-8.
  11. Gérvas J, Serrano E. Valores clínicos y prácticos en torno al control de la incertidumbre por el médico general/de familia. En: Luis Palomo (coordinador). Expectativas y realidades de la atención primaria española. Madrid: Fundación 1º de Mayo y Ediciones GPS; 2010. p.245-59.
  12. Hernansanz Iglesias F, Gérvas Camacho J, Clavería Fontán Ana. Conclusiones y recomendaciones. Informe SESPAS 2012. Gac Sanit. 2012; 26(Supl.1):162-4.
  13. Torio Durántez J, García Tirado MC. Incertidumbre y toma de decisiones en medicina de familia. AMF. 2006; 2:320-31.
  14. Elwyn G, Edwards A, Gwyn R, Grol R. Towards a feasible model for shared decision making: focus group study with general practice registrars. BMJ. 1999; 319:753-6.