Diego del Castillo de Villasante

Diego del Castillo de Villasante (Vadillo de la Guareña, Zamora o Molina de Aragón, Guadalajara,[1]​ fin del siglo XVValladolid, 11 de diciembre de 1552) fue un jurista y funcionario del reino de Castilla, fiscal de los tribunales reales de Navarra, letrado de Contaduría, alcalde de Casa y Corte y miembro del Consejo Real de Castilla; según Gonzalo Díaz y B. Alonso Rodríguez,[2]​ hubo un homónimo contemporáneo con el que se le suele confundir, autor de obras morales.[3]

Biografía[editar]

Era hidalgo, hijo de Rodrigo del Castillo y Leonor de Villasante. Estudió en el Real Colegio de España en Bolonia (Italia) desde el 14 de julio de 1515, enviado por el cardenal Francisco Ximénez de Cisneros, donde se empapó de humanismo. Su rector Jacobo González de Arteaga será un futuro compañero en el Consejo Real. En Bolonia fue síndico (1517-1518), consiliario canonista en el curso 1521-1522 y lector ordinario de Digesto medio o Inforciato y Digesto nuevo. Se doctoró en ambos derechos civil y canónico el 30 de abril de 1523 y volvió a España.

Ejerció como juez de residencia en Burgos (1530-1531); ya por entonces aspiraba a un cargo judicial importante; le dieron una plaza en Navarra, donde fue fiscal de los tribunales reales desde el 18 de julio de 1532 hasta 1535, en que lo reemplazó el licenciado Diego Obando.

Como el emperador Carlos V necesitaba más letrados en su contaduría, lo designó para acompañar en esa tarea al licenciado Galindo el 17 de abril; al año siguiente ya fue nombrado alcalde de Casa y Corte el 9 de junio de 1536, y tomó posesión de esta plaza en Valladolid el 6 de julio siguiente. Se mostró digno de tal confianza al detener en 1537 en Valladolid al asesino del licenciado Manzanedo y averiguar que fue instigado por la mujer de la víctima, Mencía de Ayala y de Guevara, coordinándose con ejemplar eficiencia con los alcaldes del crimen de la Chancillería, ante la que pendía una causa relacionada con la pareja. El Emperador lo recompensó nombrando paje a su hijo (22 de abril de 1538) Rodrigo Castillo de Villasante, poco antes de zarpar hacia Niza.

Después fue brevemente corregidor interino de Ponferrada por cédula de 3 de julio de 1541. Carlos V nombró a su otro hijo Alonso del Castillo Carvajal capellán de su Casa el 1 de mayo de 1543, cobrando la crecida renta de 15.000 maravedís anuales.

Felipe II también le mostró su dilección cuando sirvió a la princesa María Manuela camino de su boda con el príncipe en Salamanca. Hacia septiembre de 1547 le encomendaron continuar la visita general de la administración de justicia en Navarra iniciada por el doctor Luis González de Vera el 13 de marzo del año anterior, porque este había caído enfermo; además, en esa misma época, remitió a Felipe los documentos del virrey Álvaro de Mendoza, conde de Castrojeriz, que había fallecido en 1547. Su habilidad en la gestión permitió agilizar los expedientes y esto volvió a promocionarlo en la Corte abriéndole las puertas del Consejo Real: recibió título de miembro del mismo el 11 de febrero de 1548 y se incorporó el 8 de marzo.

En el Consejo se ocupó de la presidencia de la Mesta (1551) y apoyó al presidente Fernando Niño en sus conflictos con el inquisidor general Fernando de Valdés y Salas hasta que el leal don Diego falleció el 11 de diciembre de 1552. El príncipe Felipe se ocupó de sus hijos buscándoles mercedes.[4]

Obras[editar]

(Se recogen aquí obras que pueden ser de dos homónimos contemporáneos)

  • De Duello Tractatum y Remedio de Desafíos, Augustae Tarinorum (Turín), 1525.
  • Las Leyes de Toro glosadas. Burgos: Juan de Junta, 1527; otra ed. Salamanca: Juan de Junta, 1544; y otra Las leyes de Toro glosadas. Vtilis et avrea glosa domini Didaco Castelli, doctoris, iuris Cæsaræi, : & Romani interpretis optimi, super leges Tauri. Nuper ab eodem recognita. Additis insuper diuersis in locis, do etissimis ac necessariis additionibus & glosis, vbi desyderari videbantur. Quæ foeliciter incipit, Medina del Campo: Guillermo de Millis, 1553, quizá de un homónimo.
  • Tratado muy util y prouechoso en reprobacion de los juegos y no menos prouechoso para la vida y estado de los hombres, Valladolid: por maestre Nicolas Tyerri, 1528.
  • In leges Tauri laurentaria, Medina, 1553
  • Tratado que se llama Doctrinal de confessores en casos de restitucio[n] : Donde tambien los penitentes tomaran mucho auiso, para no dexar de examinar bien sus conscie[n]cias. Co[m]puesto agora de nueuo por el bachiller Juan Arias Castillo, Alcalá de Henares, 1552.
  • Commentaria in Partitas. Ms.
  • Sátira invectiva contra los tahures, en que se declaran los daños que al cuerpo y al alma y a la hacienda se siguen del juego de los naipes. Sevilla: Martín de Montesdeoca, 1557.
  • Tratado de cuentas en el cual se contiene que cosa es cuenta y a quien y cómo han de dar la cuenta los tutores y otros administradores de bienes ajenos. Obra muy necesaria y provechosa, la cual el hizo en latin y asi la presentó al Rey Ntro. Señor y porque parescio a su majestad que puesta en romance sería más general por su mandado se trasladó a nuestra lengua castellana. Burgos: Alonso de Melgar, 1522; Salamanca: Juan de Junta, 1542, 1551 y 1552.

Referencias[editar]

  1. Díaz, Gonzalo; Abad, María Dolores. «Diego del Castillo de Villasante». GDDA. Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Español. 
  2. B. Alonso Rodríguez en "Moralistas españoles sobre temas económicos" (Rep. hist. ciencias ecles. Esp. Vol. II, p. 162 y ss.
  3. G. Díaz y M. D. Abad, op. cit.
  4. Ezquerra Revilla, Ignacio J. (2020). «Diego del Castillo de Villasante». DBE. Real Academia de la Historia. Consultado el 7 de enero de 2020.