Crítica del protestantismo

Tomás Moro fue muy crítico del protestantismo.[1]

La crítica al protestantismo abarca las críticas y preguntas planteadas por el protestantismo, la tradición cristiana que surgió de la Reforma protestante. Mientras que los protestantes priman la fe en Cristo y en la Biblia, el protestantismo se enfrenta a las críticas, principalmente de la Iglesia católica y de algunas Iglesias ortodoxas, aunque las denominaciones protestantes también se han dedicado a la autocrítica y a criticarse mutuamente.[2]

La crítica bíblica católica afirma que el principio de Sola scriptura de las iglesias luteranas y reformadas[3]​ es inexacto, según la doctrina católica.

Mientras la tradición católica está de acuerdo con el protestantismo en que la fe, no las obras, es necesaria para la justificación inicial, algunos eruditos protestantes contemporáneos, como N. T. Wright, afirman que, tanto la fe como las obras son necesarios para justificación.[4]​ Los críticos católicos también desafían la historicidad de la Gran Apostasía, una premisa de la Reforma Protestante.[cita requerida]

Fuentes de crítica[editar]

Confutatio Augustana (izquierda) y Confessio Augustana (derecha), presentadas a Carlos V

Históricamente, ciertas obras católicas notables fueron escritas como crítica a otras obras protestantes. Por ejemplo, cuando los luteranos publicaron la Confesión de Augsburgo de 1530, los católicos respondieron con la Confutatio Augustana. También, Diogo de Payva de Andrada escribió la Defensio Tridentinæ fidei de 1578 como respuesta al luterano Martin Chemnitz, quien publicó el Examen del Concilio de Trento de 1565–1573.[5]

Mientras que algunos dirigentes católicos[¿quién?] han estado viendo el lado positivo del reformista alemán, Martín Lutero, llamándole "completamente cristocéntrico" y diciendo que su intención era «renovar la Iglesia y no dividirla», la doctrina católica acusa al protestantismo de defectuoso, de no poseer toda la verdad y de carecer de la plenitud de los medios de salvación.[6][7][8][9]

Los protestantes también practican la autocrítica, con especial hincapié en la fragmentación de las denominaciones protestantes.[2]​ Además, debido a que el protestantismo no es una tradición monolítica, algunas denominaciones protestantes critican las creencias de otros protestantes. Por ejemplo,las Iglesias reformadas critican a las Iglesias metodistas por la creencia de esta última denominación en la doctrina de la expiación ilimitada...en un debate a largo plazo entre calvinistas y arminianos.[10]

Crítica de los principios fundacionales[editar]

Sola scriptura[editar]

Jean Colombe, Bautismo de Cristo (1485), Museo Condé

Sola scriptura, uno de los Cinco Principios compartidos por las Iglesias luteranas y reformadas, originados durante la Reforma protestante, es un principio formal de muchas denominaciones protestantes.[3]​ Las Iglesias bautistas también comparten el principio Sola scriptura y afirman que solo la Biblia es la fuente única de conocimiento, verdad y revelación enviada directamente desde Dios, la única Palabra cierta de Dios, suficiente por sí misma para ser la autoridad suprema de la fe cristiana.[11][12][13][14]

En contraste, la Comunión anglicana y la Iglesia metodista defienden la doctrina de la prima scriptura, que sostiene que la tradición sagrada, la razón y la experiencia son las fuentes de doctrina cristiana, pero que sin embargo están subordinadas a la autoridad de la Biblia.[15][16]

Según Benedicto XVI, la Iglesia católica tiene una visión muy diferente de la Biblia y no se considera una "Religión del libro": «mientras en la Iglesia católica mucho veneramos las Sagradas Escrituras, la fe cristiana no es una religión del libro: el cristianismo es la religión de la Palabra de Dios...Junto con la Tradición viviente de la Iglesia, la Escritura constituye la regla suprema de fe.»[17]

Justificación solo por la fe y la gracia[editar]

Sola fide[editar]

En el quid de las disputas están la Doctrina de la justificación y la Sola fide, dos de los principios fundamentales del protestantismo.[18]

La respuesta católica oficial inmediata a la Reforma, el Concilio de Trento, afirmó en 1547 la importancia fundacional de la fe como parte de su tradición doctrinal, «por lo tanto se nos considera justificados por la fe, porque la fe es el comienzo de la salvación humana, el fundamento y la raíz de toda Justificación...Ninguna de esas cosas que preceden a la justificación --sean la fe o las obras-- merecen la gracia misma de la justificación.»[19]

Muchos siglos más tarde, en 1999 el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Federación Luterana Mundial han encontrado acuerdos doctrinales básicos en la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación, mostrando un común entendimiento de la justificación: «Solo por la gracia, en la fe en la obra salvadora de Cristo y no debido a cualquier mérito por nuestra parte, somos aceptados por Dios y recibimos al Espíritu Santo, que renueva nuestros corazones mientras nos equipa y llama a las buenas obras.»[18]​ El documento declara que las Iglesias ahora comparten «una comprensión común de nuestra justificación por la gracia de Dios a través de la fe en Cristo.» Para las partes involucradas, esto resuelve el conflicto de 500 años sobre la naturaleza de la Doctrina de la justificación que estaba en la raíz de la Reforma protestante. El Consejo Metodista Mundial reconoció formalmente la Declaración en 2006.[20][21]

Aunque es un paso adelante importante en el diálogo católico–luterano, la Declaración continúa mostrando las diferencias insalvables que separan a la Iglesia católica de la tradición protestante.[18]​ Los luteranos defienden la doctrina de Lutero de que «los seres humanos son incapaces de cooperar en su salvación... Dios justifica a los pecadores solo por la fe (sola fide).» Según N. T. Wright, "Pablo, en compañía del dominante Judaísmo del Segundo Templo, afirma que el juicio final de Dios estará de acuerdo con la totalidad de una vida dirigida, en otras palabras, con obras.”[4]Benedicto XVI en 2006 declaró que «es solo a Dios y a su gracia que debemos lo que somos como cristianos.»[22]

Las Iglesias metodistas siempre han enfatizado que tanto la fe como las obras juegan un papel en la salvación; en particular, las obras de piedad y de misericordia, en la teología wesleyana-arminiana, es «indispensable para nuestra santificación».[23]​ El obispo metodista Scott J. Jones en United Methodist Doctrine dice que la fe es siempre necesaria para la salvación incondicionalmente.[24]​ Las buenas obras son el resultado externo de la fe verdadera, pero son necesarias sólo condicionalmente, es decir, si hay tiempo y oportunidad.

Críticas a la Declaración Conjunta dentro de la Iglesia católica[editar]

La nota del Vaticano en respuesta al Declaración decía que la fórmula protestante «al mismo tiempo justa y pecadora», no es aceptable: «En el bautismo, todo lo que es realmente pecado, se quita, y así, en quienes nacen de nuevo no hay nada que sea odioso para Dios. Sigue que la concupiscencia [deseo desordenado] que permanece en los bautizados no es, hablando correctamente, pecado.»[25]

Opinión católica de la Gran Apostasía[editar]

Según Benedicto XVI, el encuentro del cristianismo con la filosofía y cultura griegas del período helenístico no es apostasía al paganismoo, sino un desarrollo natural en la historia de la Iglesia temprana; Ratzinger también declara que la traducción del Antiguo Testamento en griego y el hecho que el Nuevo Testamento fuera escrito en griego fue una consecuencia directa de la recepción de la revelación bíblica por el mundo helenístico.[26]

Sucesión Apostólica[editar]

Nathan Söderblom es ordenado arzobispo de la Iglesia de Suecia en 1914. A pesar de que los luteranos suecos pueden presumir de una línea ininterrumpida de ordenaciones con anterioridad a la Reforma, los obispos de Roma hoy no reconocen tales ordenaciones como válidas debido al hecho de que ocurrieron sin autorización de la Santa Sede.

Algunos críticos católicos declaran que la aceptación protestante de la Gran Apostasía implica su no-aceptación de la sucesión apostólica en la Iglesia católica e Iglesias ortodoxas. Al mismo tiempo, un número de Iglesias protestantes, incluyendo Iglesias luteranas, la Hermandad de Moravia, y la Comunión anglicana, afirma que ellos ordenan a su clero en línea con la sucesión apostólica; en 1922, el ortodoxo oriental Patriarca de Constantinopla reconoció las ordenaciones anglicanas como válidas.[27][28][29]

La Iglesia católica ha rehusado la validez de la sucesión anglicana apostólica, así como la de otras Iglesias protestantes, diciendo que «la proclamación de la Sola scriptura condujo inevitablemente a un oscurecimiento de la idea más antigua de la Iglesia y su sacerdocio».[30]​ Así a través de los siglos, la imposición de manos, ya sea por hombres ya ordenados o por otros, fue a menudo una práctica abandonada. Cuando tuvo lugar, no tenía el mismo significado que en la Iglesia de la Tradición.[31]

Crítica de la doctrina y las prácticas[editar]

Eucaristía[editar]

Algunos críticos católicos dicen que las Iglesias protestantes, incluyendo las tradiciones anglicana, luterana, metodista, y reformada , enseñan cada una una forma diferente de la doctrina de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, con los luteranos afirmando la presencia de Cristo como unión sacramental, los reformados/presbiterianos afirmando una presencia neumática,[32][33][34][35]​ mientras que los bautistas, anabaptistas, los Hermanos de Plymouth, losTestigos de Jehová, y otros restauracionistas protestantes afirman que la cena del Señor es un monumento a la muerte de Jesús, y consideran que la creencia en la presencia real de Cristo es cripto-papista, antibíblica o una mala interpretación de las Escrituras.[36][37][38][39]

Confesión y otros sacramentos[editar]

Mientras algunos protestantes, como los luteranos, han retenido el sacramento de la confesión, la mayoría de denominaciones protestantes no lo han hecho.[40][41]

Oraciones para los muertos[editar]

Las tradiciones anglicana y metodista, junto con la Iglesia ortodoxa, afirman la existencia de un estado intermedio, el Hades, y por tanto rezan por los muertos, al igual que muchas Iglesias luteranas, como la Iglesia evangélica luterana en América, la cual «recuerda a los fieles que partieron en las oraciones de la gente cada domingo, incluyendo quienes recientemente han muerto y aquellos conmemorados en el calendario eclesiástico de los santos».[42][43][44]

Crítica histórica y eclesiológica[editar]

Principales orientaciones protestantes y sus relaciones entre sí. Sin embargo, la historia real de las influencias es más complicada debido a la influencia de los nicodemitas. Por ejemplo, en las zonas donde el calvinismo declarado estaba prohibido, los cripto-calvinistas continuaron ejerciendo influencia dentro de las Iglesias luteranas. Además, posteriores movimientos cruzados, como el Pietismo, el Racionalismo, y el Movimiento carismático complican la historia de las tradiciones protestantes. En este gráfico no se muestra el cripto-protestantismo.

Las iglesias protestantes son consideradas por algunos críticos católicos como una fuerza negativa que protesta y se rebela contra la Iglesia católica.[45]​ El teólogo católico Karl Adam escribió: "El rechazo del siglo XVI de la Iglesia condujo inevitablemente al rechazo de Cristo del siglo XVIII, y de ahí al rechazo de Dios del siglo XIX. Y así, el espíritu moderno ha sido arrancado de los soportes más profundos y más fuertes de su vida, de su fundación en el Absoluto, en el ser autoexistente, en el Valor de todos los valores... En vez del hombre que está arraigado en el Absoluto, escondido en Dios, fuerte y rico, tenemos el hombre que descansa en sí mismo, el hombre autónomo."

En respuesta a la acusación de Adam contra el protestantismo, el historiador de la iglesia y teólogo protestante Wilhelm Pauck señaló que "En resumen [...] A la crítica católica romana de que la Reforma y el protestantismo fueron el resultado de una revuelta contra la Iglesia, concluimos que los dirigentes católicos romanos del siglo decimosexto no están exentos de responsabilidad por la rotura de la unidad cristiana", por lo tanto el Cisma entre protestantes y católicos fue una consecuencia inevitable de la Reforma protestante, por lo que ambos lados tienen que ser considerados responsables.[45]

Casos de abuso sexual[editar]

Un informe emitido por el Christian Ministry Resources (CMR) en 2002 declaró que, contrariamente a la opinión popular, hay más denuncias de pedofilia en congregaciones protestantes que en católicas , y que la violencia sexual es más a menudo cometida por voluntarios que por sacerdotes.[46]​ También criticó la forma en que los medios de comunicación informaron de delitos sexuales en Australia. La Comisión Real de Respuestas Institucionales al abuso sexual infantil reveló que entre enero de 1950 y febrero de 2015, 4.445 personas alegaron incidentes de abuso sexual infantil en 4.765 reclamaciones. Según los informes, los medios informaron que hasta el 7% de los sacerdotes fueron acusados de pedofilia, pero ignoraron el mismo informe en las Iglesias protestantes y en los Testigos de Jehová; Gerard Henderson declaró:[47]

Son 2.504 incidentes o denuncias en el período comprendido entre 1977, cuando se formó la Iglesia Unida, y 2017, en comparación con las 4.445 reclamaciones con respecto a la Iglesia Católica entre 1950 y 2015. Y la Iglesia Católica es cinco veces más grande que La Iglesia Unida. Además, la Comisión Real no incluyó alegaciones en el período 1950-1977 con respecto a las comunidades presbiteriana, congregacional y metodista, que se plegaron a la Iglesia Unida en 1977. Esto llevaría al número de denuncias más allá de las 2.504 mencionadas, especialmente porque el abuso infantil estaba en su peor momento en las décadas de 1960 y 1970(...) Las acusaciones contra los Testigos de Jehová, sobre una base per cápita, son dramáticamente más altas que para las iglesias católica o unitaria.
Gerard Henderson

Referencias[editar]

  1. p.280, Thomas More, Richard Marius, 1984, J.M. Dent and Son
  2. a b Fred Sanders (21 de octubre de 2016). «Does Protestantism Need to Die?». Christianity Today. 
  3. a b Barber, John (2008). The Road from Eden: Studies in Christianity and Culture (en inglés). Academica Press. p. 233. ISBN 9781933146348. «El mensaje de los teólogos luteranos y reformados se ha codificado en un simple juego de cinco frases latinas: Sola Scriptura, Solus Christus, Sola Fide , Sola Gratia y Soli Deo Gloria 
  4. a b Wright, N. T. (August 2003), New Perspectives on Paul, 10th Edinburgh Dogmatics Conference, archivado desde el original el 13 de septiembre de 2016, consultado el 26 de abril de 2021 .
  5. Examen, Volumes I-II: Volume I begins on page 46 of the pdf and Volume II begins on page 311. Examen Volumes III-IV: Volume III begins on page 13 of the pdf and Volume IV begins on page 298. All volumes free on Google Books
  6. Joseph Ratzinger (23 de septiembre de 2011). «Apostolic Journey to Germany: Meeting with representatives of the German Evangelical Church Council in the Chapter Hall of the Augustinian Convent». Vatican.va. 
  7. «Papa Francisco: Martín Lutero quería 'renovar la Iglesia, no dividirla'». 19 de enero de 2017. Archivado desde el original el 13 de diciembre de 2018. Consultado el 13 de septiembre de 2017. 
  8. «Dominus Iesus». Vatican.va. 
  9. [[Congregation for the Doctrine of the Faith|Congregación para la Doctrina de la Fe]]. «Nota doctrinal Note sobre algunos aspectos de la evangelización». Vatican.va. 
  10. Thorsen, Don (18 de febrero de 2015). «Why Wesley, and Not Calvin» (en inglés). Catalyst Resources. Consultado el 20 de septiembre de 2017. 
  11. «Basic Beliefs: The Scriptures». Southern Baptist Convention. 2018. Archivado desde el original el 12 de marzo de 2013. Consultado el 13 de agosto de 2018. «La Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados, y es la revelación de Dios al hombre. Es un tesoro perfecto de instrucción divina. Tiene a Dios como su autor, la salvación como su fin, y la verdad, sin mezcla de error como su objeto. Por tanto, todas la Escritura es totalmente verdadera y fiable. Revela el principio por el que Dios nos juzga, y permanecerá hasta el fin del mundo como centro de la unidad cristiana y norma suprema por la cual toda conducta humana, credos y opiniones religiosas deben ser juzgadas. Todas la Escrituras son testimonio de Cristo, que es Él mismo el centro de la revelación divina.» 
  12. «Centennial Statement: Centenary Congress (Birmingham, United Kingdom, July 2005)». Baptist World Alliance. 2018. Archivado desde el original el 22 de septiembre de 2018. Consultado el 13 de agosto de 2018. «We Declaramos que las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, divinamente inspiradas, tienen autoridad suprema como palabra de Dios y son plenamente fiables para la fe y la conducta ; [...] declaramos, afirmamos y convenimos con el Señor Jesucristo y con los demás, creyendo que la verdad se encuentra en Él y se revela en las Escrituras. [...] Declaramos audazmente que creemos que la verdad se encuentra en Jesucristo como se revela en las Sagradas Escrituras. Porque tenemos fe y confianza en Él, decidimos proclamar y demostrar esa fe a todo el mundo.» 
  13. «Lo que creemos: Las Escrituras». National Baptist Convention. 2018. Archivado desde el original el 24 de agosto de 2018. Consultado el 26 de agosto de 2018. «Creemos que la Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados, y es un tesoro perfecto de instrucción celestial; que tiene a Dios como su autor, la salvación como su fin, y la verdad sin mezcla de error como su objeto; que revela los principios por los que Dios nos juzgará, y por lo tanto es, y permanecerá hasta el fin del mundo, el verdadero centro de la unidad cristiana, y la norma suprema por la que toda conducta humana, credos y opiniones serán juzgados.» 
  14. «Identity Statement: "Somos bautistas americanos"». American Baptist Churches USA. 1998. Archivado desde el original el 31 de agosto de 2019. Consultado el 8 de agosto de 2019. «Los bautistas americanos creen que la Biblia, compuesta por el Antiguo y el Nuevo Testamento, es la Palabra de Dios divinamente inspirada, la autoridad escrita final y fiable para la fe y la práctica. Debe interpretarse responsablemente bajo la guía del Espíritu Santo dentro de la comunidad de fe. El propósito principal de la Biblia es señalar a Jesucristo, el Señor viviente de la Iglesia. Aunque los bautistas han producido numerosas confesiones para expresar nuestra comprensión común de la fe cristiana, sostenemos que las Escrituras, el Antiguo y el Nuevo Testamento, son nuestra autoridad final. No aceptamos ninguna confesión o credo ideado humanamente como vinculante.» 
  15. «Creencias metodistas: ¿En qué se diferencian los luteranos de los metodistas unidos?». Wisconsin Evangelical Lutheran Synod. 2014. Consultado el 22 de mayo de 2014. «Los metodistas unidos ven la Escritura como la fuente primaria y el criterio de la doctrina cristiana, pero enfatizan la importancia de la tradición, la experiencia y la razón para la doctrina cristiana. Los luteranos enseñan que la Biblia es la única fuente para la doctrina cristiana. Las verdades de las Escrituras no necesitan ser autentificadas por la tradición, la experiencia humana, o la razón. Las Escrituras se autentifican por sí mismas.» 
  16. Humphrey, Edith M. (15 de abril de 2013). Escritura y Tradición. Baker Books. p. 16. ISBN 9781441240484. «históricamente, los anglicanos han adoptado lo que podría llamarse Prima Scriptura 
  17. Joseph Ratzinger (30 de septiembre de 2010). «Verbum Domini: Post-Synodal Apostolic Exhortation on the Word of God in the Life and Mission of the Church». Vatican.va. 
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  24. Jones, Scott J. (2002). United Methodist Doctrine: The Extreme Center. Nashville, TN: Abingdon Press. pp. 187–191. ISBN 978-0-687-03485-7. 
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  28. Wright, John Robert; Dutton, Marsha L.; Gray, Patrick Terrell (2006). Un Señor, Una fe, Un bautismo: Estudios de Eclesialidad cristiana y Ecumenismo (en inglés). Wm. B. Eerdmans Publishing. p. 273. ISBN 9780802829405. «Constantinopla declaró, cautelarmente, en 1922 que las ordenaciones anglicanas «tienen la misma validez que las de las Iglesias de Roma, Viejos católicos y de Armenia", una opinión de la que se hicieron eco las Iglesias de Jerusalén, Chipre, Alejandría, y Rumania. Alentados, los obispos de Labeth ampliaron el diálogo, patrocinaron la traducción de libros y documentos que fijaran las posiciones relativas de las dos Iglesias, y pidieron a la Iglesia de Inglaterra que consultara «personalmente o por correspondencia» con las Iglesias orientales con vistas a...asegurar una comprensión más clara...y asegurar relaciones más estrechas entre las Iglesias de Oriente y la Comunión anglicana 
  29. Franklin, R. William (1 de junio de 1996). Anglican Orders: Essays on the Centenary of Apostolicae Curae 1896-1996 (en inglés). Church Publishing, Inc. p. 117. ISBN 9780819224880. «En 1922 el Patriarca Ecuménico y el Santo Sínodo de Constantinopla fueron persuadidos de hablar sobre las ordenaciones anglicanas. Lo hicieron declarando que éstas poseían «la misma validez que las de las Iglesias de Roma, Viejos católicos, y la de Armenia". Jerusalén y Chipre les siguieron en 1923, accediendo provisionalmente a que los clérigos anglicanos no deberían ser reordenados si se hacían ortodoxos. Rumania respaldó las ordenaciones anglicanas en 1936. Grecia no estaba tan segura, argumentando que el conjunto de la Ortodoxia debía tomar una decisión, pero habló de las ordenaciones anglicanas en un tono distendido.» 
  30. Congregación para la Doctrina de la fe (10 de julio de 2007). «Respuestas a algunas cuestiones en relación con ciertos aspectos de la doctrina de la Iglesia». Vatican.va. «Según la doctrina católica, esas comunidades no gozan de la sucesión apostólica del sacramento del orden, y por tanto están privadas de un elemento constitutivo de la Iglesia.» 
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  32. M'Gavin, William (1833). The Protestant: Essays on the principal points of controversy between the Church of Rome and the Reformed (en inglés). Hutchison and Dwier. p. 396. «... todas las Iglesias protestantes mantienen la doctrina de la presencia real, mientras que se exprese de forma general.» 
  33. Neal, Gregory S. (19 de diciembre de 2014). Teología sacramental y Vida cristiana (en inglés). WestBow Press. p. 111. ISBN 9781490860077. «Para anglicanos y metodistas, la realidad de la presencia de Jesús recibida a través de los elementos sacramentales no está cuestionada. La presencia real es simplemente aceptada como cierta, su naturaleza misteriosa es afirmada e incluso alabada en declaraciones oficiales, como Este Santo Misterio: una comprensión metodista de la santa comunión 
  34. Mattox, Mickey L.; Roeber, A. G. (27 de febrero de 2012). Iglesias cambiantes: Una conversación teológica ortodoxa, católica y luterana (en inglés). Wm. B. Eerdmans Publishing. p. 54. ISBN 9780802866943. «En esta unión sacramental, enseñaron los luteranos, el cuerpo y la sangre de Cristo están yan verdaderamente unidos al pan y al vino de la Sagrada Comunión, de modo que forman una misma identidad. Son al mismo tiempo cuerpo y sangre, pan y vino. Este alimento divino se da, no solo para el fortalecimiento de la fe, ni solo como signo de nuestra unidad en la fe, ni simplemente como garantía del perdón del pecado. Aún más, en este sacramento, los cristianos luteranos reciben ekl verdadero cuerpo y sangre de Cristo, precisamente para el fortalecimiento de la unión de la fe. La presencia real de Cristo en el Santo Sacramento es el medio por el cual se fortalece y mantiene la unión de la fe, efectuada por la Palabra de Dios y el sacramento del bautismo es fortalecido y mantenido. La íntima unión con Cristo, en otras palabras, conduce directamente a la más íntima comunión con su cuerpo y sangre santos.» 
  35. Brogaard, Betty (2010). El ateo en casa: El viaje libre a la felicidad de una antigua mujer evangélica (en inglés). Ulysses Press. p. 104. ISBN 9781569757840. «La realidad objetiva, el silencio piadoso, la presencia neumática, y las opiniones de recepcionismo de la Sagrada Comunión ... están en manos de Iglesias orientales--la Iglesia ortodoxa oriental. Cristianos reformados, como los presbiterianos ... rechazan que la comunión sea meramente simbólica y aceptan la real presencia espiritual en los elementos.» 
  36. «Creencias básicas: Bautismo y la Cena del Señor». Southern Baptist Convention. 2018. Archivado desde el original el 12 de marzo de 2013. Consultado el 26 de agosto de 2018. «La Cena del Señor es un simbólico acto de obediencia, por el cual los miembros [...] rememoran la muerte del Redentor y anticipan su Parusía 
  37. «Lo que creemos: Bautismo y Cena del Señor». National Baptist Convention. 2018. Archivado desde el original el 24 de agosto de 2018. Consultado el 26 de agosto de 2018. «Creemos que las Escrituras enseñan que el bautismo es la inmersión en agua del creyente, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; para mostrar en un solemne y bello emblema nuestra fe en el Salvador crucificado, enterrado y resucitado, con su efecto en nuestra muerte al pecado y resurrección a la vida nueva, que es requisito previo [...] a la Cena del Señor, en la que los miembros de la Iglesia, por el uso sagrado del pan y el vino, conmemoran juntos el amor de Cristo; precedido diempre por el solemne autoexamen.» 
  38. Balmer, Randall Herbert; Winner, Lauren F. (2002). Protestantismo en América (en inglés). Columbia University Press. p. 26. ISBN 9780231111300. 
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  40. Haffner, Paul (1999). El Misterio Sacramental (en inglés). Gracewing Publishing. p. 11. ISBN 9780852444764. «La Confesión de Augsburgo elaborada por Melanchton, uno de los discípulos de Lutero, admitía solo tres sacramentos: el bautismo, la Cena del Señor y la penitencia. Melanchton dejó el camino abierto para que los otros signos sagrados fueran considerados como sacramentos secundarios. Sin embargo, Zuinglio, Calvino y la mayoría de la tradición reformada aceptaron solo el bautismo y la Cena del Señor como sacramentos, pero en sentido altamente simbólico.» 
  41. Smith, Preserved (1911). La ida y Cartas de Martín Lutero. Houghton Mifflin. p. 89. «En primer lugar, niego que los sacramentos sean siete, afirmo que solo son tres, bautismo, penitencia y Cena del Señor, y que estos tres han sido atados por la curia romana en una cautividad miserable, y que la Iglesia ha sido privada de su libertad.» 
  42. Cook, Joseph (1883). Enseñanza avanzada en Europa, Asia, Australia, &c. Londres: Richard D. Dickinson. p. 41. «La ortodoxia anglicana, sin protesta, ha permitido a las altas autoridades enseñar que hay un estado intermedio, el Hades, incluyendo la Gehena y el Paraíso, con un abismo infranqueable entre ambos.» 
  43. Gould, James B. (4 de agosto de 2016). Comprender la oración por la Muerte: Su fundamento en la Historia y en la Lógica (en inglés). Wipf and Stock Publishers. pp. 57-58. ISBN 9781620329887. «Las Iglesias inglesas católica y metodista rezan por los muertos. Su declaración de consenso confirma que «a lo largo de los siglos, en la tradición católica de rezar por los muertos se ha desarrollado una variedad de prácticas, en especial, a través de la misa...La Iglesia metodista...tiene oraciones por los muertos...Los metodistas que rezan por los muertos los recomiendan así a la misericordia continua de Dios.»». 
  44. Gould, James B. (4 de agosto de 2016). Comprender la oración por la Muerte: Su fundamento en la Historia y en la Lógica (en inglés). Wipf and Stock Publishers. p. 50. ISBN 9781532606014. 
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  47. Henderson, Gerard (2017). «Gerard Henderson: Los medios de comunicación, la Comisión y la Iglesia». 

Enlaces externos[editar]